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Miren Lacalle entrevista a Josu Arteaga

Ene 8, 2024   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments

“Nos ponen a currar en una rotonda con bolso y tacones y le llaman “resiliencia”

Tras varias ediciones en castellano y francés de su celebrada “Historia universal de los hombres gato”, Josu Arteaga vuelve inesperadamente, trece años después, con “Memorias de la mar ciega”, otra novela editada de nuevo por Desacorde y que al igual que en su ópera prima, agarra al lector/a desde el primer párrafo y no lo suelta hasta el final. Su escritura pausada, poética y prieta de carnes, vuelve a llevarnos a un territorio tan personal, como universal y sorprendente.

MIREN LACALLE / ARRASATE
(Versión extendida de la entrevista aparecida en GARA/NAIZ)

Llevas años diciendo que no escribías…

Sí, lo llevo muy bien en la clandestinidad y sin testigos. Lo de después de publicar ya lo llevo regular, aunque sepa que es parte de este oficio no oficio. Ha sido un parto a la antigua, sin cesárea programada, disfrutando de verdad de cada minuto, cada palabra, cada párrafo y cada silencio, intentando meter muchos libros dentro de uno solo y engañando para contar una verdad.

¿Pero estamos ante una segunda parte de Historia universal de los hombres gato?

No lo sé. Historia universal… fue un tiro que salió bien, tras una negativa de Seix Barral, que no se atrevió a publicarla por su línea pero que me animaba a seguir enviándoles material y que al final fue publicada, primero en Euskal Herria y luego por si fuera poco, en Madrid con Desacorde y en París con Nouveau Monde. Algo que ni en sueños. Memorias, sigue siendo intrusismo de lector enfermo, pero se puede entender sin haber pasado por los hombres gato. Quizás también sea un homenaje a gente muy grande, con la que he tenido la suerte inmensa de compartir vida, derrotas y risas. Una pequeña estrategia del caracol. Un cartapacio de resistencia para recuperar la vida, la dignidad, la memoria, la acción y la palabra robada. Las feministas de la Rote Zora ya lo dijeron: “Tú usas una palabra para decir lo que quieres decir, pero es el hombre blanco quien crea esas palabras”.

¿Lector o escritor?

Lector. Los títulos de mi obra, caben en un post-it (Risas). Escritor/a es quien se sienta a escribir todos los días, vive para ello y hace de ello su oficio. Uno fue alumno del inefable Jon Juaristi, que una vez nos dijo; que al lector le llega un momento en la vida, en que tiene que elegir entre seguir leyendo o seguir viviendo. Yo ya no sé si vivo, pero leer leo.

En palabras de tus traductores al francés Sarah Gers y Pierre Jean Bourgeout, hay momentos en los que Memorias, incluso supera el listón de Historia universal, con lo difícil que era. Por cierto, ¿Sale en Francia también?

Eso dicen, pero son hombres-gato adictos y por lo tanto no neutrales. Habrá que ver. En cualquier caso, están haciendo un trabajo bestial, llevando una jerga local y no fácil, para el francés medio, pero con la ventaja de que son los mismos que tradujeron Historia y que ya manejan una cosmología, tan particular y local como colectiva y universal. Ya andan buscando editorial en Francia y seguro que lo consiguen. Además de traductores y agentes literarios, son camaradas inagotables.

Hay una evolución a una escritura más pausada, con más tiempos, pero sin perder el nervio.

Decía Clarice Lispector que escribir es usar la palabra como carnada, para pescar lo que no es palabra, que sería un poco como la música, que Claude Debussy definió como el espacio entre dos notas. Yo me lo paso muy bien buscando. A lo mejor es, por no ser prolífico y por hacerme mayor, pero el noquear, va dejando paso a intentar dejar poso.

¿Cuánto tiempo has estado escribiendo? ¿Quién fue tu lector cero y que es lo que te dijo?

No escribo, pero cuando lo hago es en mi cabeza, sin dejar de hacer otras cosas, porque no tengo botón off, eso sí, lo hago todo regular. Hace un año y medio se lo envié a mi editora Bego Loza por el día de su cumpleaños. Ella y Jorge Jiménez han empujado como jabatos a los hombres gato y quería que Bego fuese esa lectora cero, porque me iba a evitar silencios incómodos y respuestas protocolarias. Ella es amiga, mujer gata, lectora, traductora, librera y editora y le viene de raza lo de hablar lo justico. Su respuesta tardó un par de meses y tal como imaginaba fue corta, en cinco palabras: “Me ha gustado. Y mucho”. Eso ya me despejó algunas dudas.

¿Dudabas?

Los actos de fe no van conmigo. Dudo de todo, salvo de dudar

Lo que tienes claro es que al mundo no le ves arreglo

En pocas generaciones hemos pasado de labrar la tierra y pastorear al mundo fabril de la explotación del hombre por el hombre, para acabar en este ciudadanismo de comprar katiuskas al perro, en una web de ropa para mascotas, desde una aldea remota repoblada con hipsters. De labradores a obreros y de obreros a gilipollas buscando wifi, para no perderse las tonterías de otros más gilipollas todavía (influencers). Un epitafio perfecto para esta civilización occidental enferma, que ya ha descrito bien Hopf: “Los tiempos fáciles crean hombres débiles y los hombres débiles crean tiempos difíciles”. El protagonista de Memorias ha llegado a esa misma conclusión y cree, que sí hay solución.

Sigues en Olariz pero pisas el territorio mágico de Zarraluki, uno de los de Patxi Irurzun

Somos más deudores de los de más, de lo que pensamos. No hubiera habido segunda edición de los hombres gato, si Kutxi Romero y Patxi no hubieran hecho de casamenteras. Está bien leer a Fante, Andrićo Kapuściński, pero necesitamos escritores vivos, con oficio y a mano, que sigan labrando la palabra. Intento leer todo lo de Patxi, sea en prensa o libro, porque de los buenos se te puede pegar algo.

josu arteaga Archivos - Página 2 de 3 - Patxi Irurzun Patxi Irurzun

La estructura es parecida a Historias, pero hay diálogos y dos frases finales demoledoras en cada capítulo

En Memorias hay peces en lugar de gatos, pero también son diversas historias y planos que se van estratificando hasta contar otra historia. Podría ser Historia universal, pero contada desde la cordura. Los finales vinieron solos por pasar muchas tardes con mi aita, con una demencia severa y momentos de lucidez, tan tremendos como parcos en palabras, y que te desvelan una filosofía antigua, profunda y savia, que los tontos de hoy día hemos perdido, en el empeño de no callar nunca y saberlo todo siempre.

En Memorias hay mundo rural, urbano e incorrección política

Hace tiempo que la conurbación ha fagocitado a lo rural, haciéndose un todo uniformado de mataderos de uralita, líderes incapaces, presidentes/as psicópatas, perras de Belsen en recursos humanos y gerentes/directores/jefes, que heredan cargo y predican cultura del esfuerzo. Entre todos nos ponen a currar en una rotonda con bolso y tacones y te dicen que eso es ser “resiliente”, mientras un coach llama “zona de confort” a esa mezcla de tristeza, desesperanza y miedo en la que vive la gente, para dirigirlos al psicólogo y a los antidepresivos, sin que dejen de obedecer y generar plusvalía. Charlatanes y vende humos, cuanto más necios más soberbios, crecidos porque nadie les da un soplamocos y llevándose un pastizal que sale de las costillas de esos a los que encima llaman: Torpes, vag@s y no proactiv@s. Unos vendiendo meritocracia y palabros en inglés, mientras otros madrugan, meten horas extras y se auto anestesian con fútbol, Netflix y cañas.

HISTORIA UNIVERSAL DE LOS HOMBRES GATO : ARTEAGA, JOSU: Amazon.es: Libros

¿Hay esperanza en la literatura?

Con la literatura pasa como con la fruta. La gente prefiere la bollería industrial porque lo que le venden como fruta, ni es, ni sabe a fruta y no lee porque lo del premio Planeta y las grandes superficies, es industria del libro, no literatura. Nadería escrita por subvencionad@s, niñ@s de papá y cansa almas. Selfies con morritos. Continente sin contenido. Productos de asueto más elaborado que el de Tele 5, pero papilla boba. Literatura es lo que no acaba en el contenedor de papel, lo que hiere, sangra y duele, lo que se queda a desafiar al tiempo y a las mudanzas. Hay que buscar en los márgenes, en las grietas, en la pequeñas editos del primer mundo, en los autores que nadie conoce y que no venden ni cien ejemplares, en el tercer mundo y donde sea. Tiene que haber Chukris, Rulfos, Sarrionandias y Kristofs por descubrir.

¿Algo más?

Hay que leer buenos libros, comprarle la fruta al baserritarra más cercano y no obedecer a ninguna autoridad, excepto a tu madre y a tu editora.

PERO SIGO SIENDO EL REY…

Dic 31, 2023   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments

LOS TENAMPAS PRESENTAN LAS CONCLUSIONES DE “EL PORQUÉ DE LA QUERENCIA POR LAS RANCHERAS EN VASCONIA”

Patxi Irurzun / Iruñea. Publicado en Naiz (30/12/24)

El pasado 22 de diciembre el mariachi navarro Los Tenampas presentaban el informe antropológico que, de la mano de Labrit Ondare, ha intentado buscar respuestas a “El porqué de la querencia por la ranchera en Vasconia”. Fue en la sala Reyno de Navarra del pabellón Navarra Arena, y, mientras el periodista Gaizka Aranguren y la antropóloga Bea Gallego desgranaban las conclusiones de dicho estudio, en la pista del Arena una decena de camareros daban los últimos toques a las interminables mesas, custodiadas por varias kupelas de sidra, que solo unos minutos después acogerían a cientos de amantes de la música mexicana, en la comida con que Los Tenampas celebrarían su día grande. La velada se remataría por la tarde con un concierto del grupo navarro con sus rancheras clásicas (sonarían, entre otras, “México lindo”, “Me gustas mucho tú” o “El rey”), a quienes seguirían La Mala Pékora y su Naparmex, en la estela de los Huajolotes y su inolvidable Marco Antonio Sanz de Acedo “Gavilán” al frente.

Todo ello, en realidad, ya da varias pistas sobre las razones del arraigo de las rancheras entre nosotros; un arraigo tan hondo que incluso echa sus propias raíces, reconvirtiendo en autóctona, con características propias, la música mexicana, como demuestra la proliferación de grupos de lo que conocemos como Naparmex (Los Zopilotes Txirriaos, Marianitoz Blai, Mexikortxo…), además de otros como Puro Relajo o el omnipresente y referencial Chuchín Ibañez (a quien, en verano, los diarios locales dedican su propia sección dentro de la agenda cultural y festiva). Y es que en la sobremesa de cualquier pueblo navarro en fiestas, o en su verbena, nunca falta una ranchera con la que hinchar el pecho o poner a girar el mundo bailando agarrado, del mismo modo que en la plaza de toros de Iruña, en el frontón Labrit, en el Sadar, “El rey” se ha convertido en uno de los himnos ineludibles.

“El porqué de la querencia por la ranchera en Vasconia” nace de la inquietud de Mikel y David Artuch, quienes con su aita Patxi componen el núcleo central de Los Tenampas. Fueron ellos quienes acudieron a Labrit Ondore, junto a cuyo equipo trabajaron en busca de explicaciones para esta extraña apropiación cultural (que, sin embargo, tampoco es exclusiva, pues en la antigua Yugoslavia la música mexicana también proliferó durante los años 60, en un fenómeno conocido como yu-mex).

El estudio antropológico se realizó recogiendo testimonios y buscando en fuentes como Navarchivo referencias orales a la música mexicana y su implantación entre nosotros, a partir de los cuales se establecen una serie de conclusiones. La primera de ellas es que las rancheras desembarcan en Euskal Herria fundamentalmente a través de la radio y el cine, después de que durante el porfiriato mexicano se hiciera prevalecer esta manifestación cultural sobre otras como seña de identidad nacional. Películas como “El cantor de México”, protagonizadas por el irundarra universal Luis Mariano, encontraron entre los vascos terreno abonado, pues las rancheras traían aparejadas una serie de valores, como el apego a la tierra o las raíces rurales, que se reconocían como propios. A ello se suma el carácter socializador y participativo de este tipo de música, asociado casi siempre a acontecimientos festivos, en los que además a menudo se rompe el límite entre el escenario y la plaza… ¿Cómo no iba a cuajar aquí, por tanto, una música para cantar en grupo y entre tragos? (otra de las conclusiones a las que llega el estudio es el sesgo de género, la presencia del alcohol y la masculinidad como rasgo definitorio). Por último, desde un punto de vista musical, la ranchera encuentra un regazo en el que asentarse en la jota y la trikitixa, con la que comparte ciertas afinidades.

Pero si hay que buscar un motivo a esa querencia entre nosotros por las rancheras (una querencia que además es intergeneracional) la respuesta la da uno de los testimonios recogidos en el informe, el de Idoia Asirón, quien señala que la sensación que le transmite esta música es la de “aprovechar al máximo la vida”; una razón irrebatible y que vaticina larga vida, en este rincón de Europa, a miles de kilómetros de México y con un océano por medio, a las rancheras.

EL ROSARIO DE LA SUERTE (Cuento de Navidad)

Dic 24, 2023   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments
Las luces navideñas retiradas en Tordesillas.
Publicado en «Rubio de bote», colaboración quincenal para magazine ON (diarios Grupo Noticias) 23/12/23

Mientras intenta estudiar, encerrada en su cuarto, las voces de los niños de San Ildefonso en la televisión atraviesan el pladur en un murmullo monótono, como un rosario, o un mantra que, sin embargo, la desconcentra. No le hace falta gran cosa para desconcentrarse, como si supiera que, en el fondo, tiene tantas opciones de sacar la oposición como de ganar la lotería.

“¡Veintidosmildoscieeeentosveinticiiiinco! ¡Miiiiil euros!”.

La voz de uno de los muchachos que canta los premios es extraña, grave, nueva, casi sin usar todavía, todavía inocente. Se lo imagina con una pelusilla sobre el labio superior, con ese bigotito entre repelente y enternecedor, ese mostacho becario que es como un luto por el niño que está muriendo dentro de su cuerpo.

“No te despistes”, se riñe a sí misma, y devuelve la mirada a sus apuntes. “Artículo 35. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo”, repite varias veces, pero son solo palabras, que caen por los desfiladeros de su cerebro, sin fijarse en la memoria. Piensa que igual ya está vieja para estudiar, e incluso se siente ridícula e ilusa haciéndolo, estafada por la vida. Y por la Constitución. Lo que su memoria le dice es que, con sus cuarenta y cinco años, nunca ha tenido un contrato fijo, ni un trabajo digno.

Y además le duelen las piernas. Igual estudiar en la cama, pasar tantas horas tumbada no es lo mejor, piensa, y también que después de hacer el examen se apuntará al gimnasio, saldrá a andar todos los días, sacará a mear a esos dos perros peligrosos que ahora le muerden las pantorrillas, en un dolor sordo que le trepa hasta la cabeza y le vuelve la sangre densa, incapaz de hacer fluir toda esa información, todas esas leyes, con sus preámbulos, y sus disposiciones adicionales…

“¡Cuatromildoscieeentosquiiiince! ¡Miiiil euros!”.

El rosario de la suerte continúa durante varios minutos. Los niños de San Ildefonso desgranan sus cuentas en el bombo con un tedio que la va adormeciendo, mientras piensa qué haría ella si ganara la lotería, acabar de pagar la deuda, un viaje, arreglarse los dientes… Entre el momento de comprar el boleto y el día del sorteo, todo el mundo es millonario.

De repente, el mantra se interrumpe, un alboroto se escucha al otro lado de la pared, la voz del presentador se sobrepone sobre la del niño cantor y la despierta de su duermevela. Supone que acaba de salir el gordo o alguno de los premios importantes. Recuerda que tiene un décimo en la cartera, que han comprado entre todas las chicas, pero ni siquiera se molesta en levantarse, poner la tele y comprobar si la suerte le ha sonreído. “No te despistes”, se repite, y vuelve a coger los apuntes, confiando en que, a pesar de todo, algún día su vida cambiará y podrá, por fin, dejar el Club.

Entrevista a Niko Vázquez (MCD)

Dic 12, 2023   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments

«Amábamos y odiábamos a partes iguales aquel Gran Bilbao Gris»

Foto: Fernando Irizar

“!Bilbao, mierda, rocanrol!”, rezaba el estribillo de una de las canciones de M.C.D. el grupo de punk-rock del que fue fundador en los 80. Quizás rezar no sea la palabra más adecuada para un grupo como aquel, pero en todo caso ese estribillo podría ser un buen resumen de la trayectoria de este músico y artista gráfico del bilbaíno barrio de Irala y un buen título alternativo para «Make Bilbao GrAI Again», el libro de fotografías en el que con la ayuda de la Inteligencia artificial (IA), Niko Vázquez recrea y reivindica el Bilbao industrial, sucio, violento pero a la vez genuino y solidario de décadas pasadas.

El diseño gráfico ha estado presente siempre en su trayectoria, a la par que la música, pero ¿cuándo y cómo llega a la IA?

En enero 2022 empecé a indagar con openAI . Era muy deficiente pero prometedora. Con la irrupción de DallE, Midjourney y otros, las imágenes generadas pasaron a mejorar rápidamente. Me sorprendió la habilidad con la que un algoritmo, con una petición de texto con lenguaje natural, fuese capaz de generar una imagen visual sorprendente y a veces aceptable, en segundos. Eso fue un bombazo, me abrió de repente todo un campo de posibilidades gráficas, muy difíciles o imposibles de realizar para mí hasta el momento.

La Inteligencia Artificial aplicada al arte genera recelos y polémicas, pero ¿se reduce a eso, a dictarle a una máquina que haga el trabajo o en realidad es una herramienta más?

Es una herramienta que tiene sus complejidades y que evoluciona muy rápido casi día a día. A los “junkies” del grafismo como yo nos ahorra recursos y tiempo; nos va a permitir llevar a cabo proyectos que están en un cajón y para los que como es mi caso (mi Mac es de 2013) sin infraestructura apropiada antes eran literalmente imposibles. Supone en cierto modo una democratización visual al alcance hasta ahora solo de los grandes estudios.

Niko Vázquez
Galería de imágenes

¿Se podría, en ese sentido, hacer un paralelismo con la música, con el punk y el háztelo tú mismo?

Como sucedió con la invención del PC, los chips o la web, la IA supone un cambio de paradigma. Si entonces nos indujo a pensar que íbamos a democratizar el conocimiento universal, la cultura o la información, ahora poco a poco vemos que no, que también ese control se desplaza sin pausa y muy rápido a los mismos grupos de poder. Pero aun está explosionando, poniendo todo patas arriba en todos los ámbitos, así que aprovechemos este “momentum” increíble para intentar cosas increíbles.

«La IA es capaz de provocar emoción, traer recuerdos y disparar la imaginación»

En su caso se ha centrado en recuperar con imágenes el Bilbao de los 80, los astilleros y altos hornos, el chabolismo, el paro, la conflictividad social…

«Make Bilbao GrAI Again» me ha supuesto una enorme sorpresa totalmente inesperada ya que casi todo lo que subo desde hace décadas a las redes son majaradas personales en las que pretendo reescribir irónicamente historias que en mi mente «han sucedido así» y que a la gente les suele provocar la risa o enfado. Sin embargo, en este proyecto inicial mi objetivo fue experimentar con la IA, ver hasta dónde podía llegar y hacerme un álbum personal de ese Bilbao de mi infancia y juventud, en color, no depender ya de esas copias malas de fotos pixeladas en blanco y negro que encuentras por Google. Viniendo del barrio obrero de Irala (ahora en las postales vendido como el barrio inglés de Bilbao), y no de Neguri, seleccioné temas que viví. Y resulta que unas herramientas IA del 2023, con todos sus fallos y críticas, fundadas o no, es capaz de provocar emoción, traer recuerdos y disparar la imaginación.

¿Está, por tanto, entre aquellos a los que aquel Bilbao gris, industrial, feo en cierto modo, le parecía mucho más bonito y más vivo que el actual, más parecido a una postal?

Lógico, porque tenía 40 años menos. Salíamos del franquismo pero nos metimos de cabeza en el post… Como jóvenes punks nihilistas y muchos en paro, clamábamos que «no teníamos futuro» pero sí, lo pasamos bien, no pensamos en llegar a viejos sino aprovechar nuestro día a día. Ese Gran Bilbao Gris sucio, violento pero solidario, altamente politizado, de barro, sirimiri y contaminado lo amábamos y odiábamos a partes iguales, pagando un alto precio, claro. En definitiva no es nostalgia, por ejemplo, MCD lo dejé en 2003, sino una reivindicación para que nuestro Bilbao, el de las laderas, no se convierta en otro cliché, que somos ciudadanos, no edificios fálicos ni containers de puerto apilados con letras en color fucsia. No deseo un Bilbao alienado, como cualquier otra ciudad del mundo arrasada: turismo denigrante masivo, “basque” cosmopaletos, más cemento, sin respeto por la ecología, con usurpación y monetización privada del espacio público… Lo habitual en cualquier agenda «sostenible y ecológica» gubernamental.

Presentación del libro "Make Bilbao GrAI Again" con Niko ...

Ese Bilbao y esa época que retrata fue intensa, paro, violencia política, heroína, pero a la vez los jóvenes la vivieron a tumba abierta -a veces literalmente-, ¿está de acuerdo con quienes dicen que había más libertad que ahora o que al menos se vivía de un modo más bestia o salvaje?

Libertad creo que no había ninguna, lo que había era mucho miedo y represión y el enemigo también sentía miedo. Estaba un poco más repartido que ahora. Así que no le quedaba otra que ir soltando algo de cuerda para evitar daños colaterales porque la presión en la calle sí era realmente mayor. El extremo de la cuerda sigue en las mismas manos de los herederos sin tener que recurrir a medidas digamos más violentas.

«Somos ciudadanos, no edificios fálicos ni containers de puerto apilados con letras en color fucsia»

Usted fue parte activa de aquella época, ¿cómo lo vivió, qué recuerdos tiene y qué queda de todo eso, sigue siendo punk, en cierto modo?

Es parte de mi vida así que procuro seguir formándome como persona, saltándome etapas de esa «rueda social» que supuestamente por edad tengo obligación de cubrir. En el grupo de natación, donde soy el aitite, me tienen como «el punk», pero siempre miro hacia adelante, improvisando, intentando no convertirme en una parodia cebolleta de mí mismo. Ya que sé que no puedo salirme del sistema, así que prefiero ser eterno aspirante a convertirme en un pequeño virus dentro de él.

PERSONAL

El que fuera bajista y fundador de MCD forma parte de una de las sagas del punk vasco. Sus hermanas Lupe y Loles crearon a su vez Las Vulpes. Niko, que ha pasado también por grupos como Cancer Moon o Motorsex (todavía en activo), ha diseñado también portadas de grupos como Eskorbuto, La Polla o Parabellum. En su formación como artista gráfico pasó una temporada en Londres, becado en el mismo “College” en el que los Sex Pistols dieron su primer concierto. Con su libro de fotografías «Make Bilbao GrAI Again», publicado por Zorrotz, recupera el Bilbao de los 80 y finales de los 70, que fue también el Bilbao vivo y salvaje de su infancia y juventud

» Aspiro a convertirme en un pequeño virus dentro del sistema»

UNA BATIDORA DE PROYECTOS

La Inteligencia Artificial se ha vuelto adictiva para Niko Vázquez y ya prepara un nuevo libro con imágenes antropomórficas, algunas de las cuales se pueden ver en sus redes sociales (redes que a su vez se convierten en algunas entradas en una impagable hemeroteca del punk vasco). “Aburrido de ser salvaje”, llevará por título el nuevo trabajo, y no será el único: un corto basado en «Make Bilbao GrAI Again» con guión de Kote Camacho (Komiki Films), también está en marcha. Además, Niko, se quita adrenalina ensayando semanalmente con Motorsex. “Con la ayuda del gran Pela sacamos cada dos o tres años años desde el 2005 singles virtuales en formatos anacrónicos para joder a nuestro nulo público y fanes. De vez en cuando también subo a Bandcamp engendros de un proyecto fantasma llamado «OUH!», dónde grabo mi bajo en garageBand y voz al móvil, ruidos con los que como siempre, no tengo absolutamente nada que decir”, confiesa.

PATXI IRURZUN
Publicado en Igandea Plus, suplemento de diarios de Grupo Noticias (10/12/23)

HERMANOS

Dic 11, 2023   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments
La historia real del abuso que sufrió la cantante de Pimpinela | Univision  Famosos | Univision

Publicado en Rubio de bote, colaboración quincenal para magazine ON de diarios de Grupo Noticias (09/12/23)

El amor fraterno siempre ha sido considerado una amor de segunda división, o ha generado mucha menos literatura y atención si lo comparamos con el materno o paternofilial o con el amor de pareja, acaso porque los primeros hermanos de sangre, nunca mejor dicho, acabaron como acabaron, con uno descalabrando al otro con una quijada de burro, lo cual tampoco me parece nada raro, pues los pobres tenían que estar como putas cabras, si tenemos en cuenta que debían soportar a sus espaldas la responsabilidad de perpetuar la especie humana cuando la única mujer sobre la faz de la tierra es tu madre.

Acaso por ello las relaciones entre hermanos tienen a menudo un punto de extrañeza. Un hermano es alguien que podrías haber sido tú mismo, alguien al que han sacado del mismo molde en otro momento de la cocción, alguien en el que te reconoces y a la vez es otro, completamente distinto a ti. Por supuesto, existen hermanos que a lo largo de su vida siguen siendo uña y carne, muchas veces unidos por una misma vocación o una pasión común, por ejemplo, Estopa, las hermanas Flamarique o Pixie y Dixie −bueno, estos igual no son hermanos porque uno habla en cubano y otro en mexicano−. Claro que también hay otros hermanos en la misma situación que acaban emulando a Caín y Abel y tirándose los trastos a la cabeza, como Noel y Liam Gallagher, por no hablar del dúo Pimpinela, que tienen que convivir con el incómodo dilema del incesto, aunque sea solo en un sentido artístico. Pero, por lo general, los hermanos, tras haber compartido en la infancia y juventud momentos imborrables, secretos, cuarto de baño, lazos irrompibles, llega un momento en que separan sus caminos sin que esto se convierta en algo traumático sino natural, ley de vida.

La procreación y la reproducción son, en ese sentido, un misterio y a la vez una obra de arte, una especie de fábrica capaz de crear ejemplares únicos. “¿Cómo pueden, siendo hermanos, ser tan distintos entre sí?”, se preguntan a menudo muchos progenitores al ver a sus criaturas. “Mi hija me trae siempre muy buenas notas”, me comentaba, por ejemplo, hace unos días una madre. “Mi hijo, por el contrario trae notas, sin más, pero todos los días: hoy no ha hecho la tarea, hoy ha llegado tarde, hoy lo hemos expulsado de clase…”. Y añadía, con un admirable sentido de la pedagogía: “Pero yo siempre le digo que él, en lo suyo, también es brillante”.

Y tenía razón, esa madre había comprendido perfectamente la naturaleza humana y la singularidad de cada uno de los millones de hermanos que la componemos. Ahora solo queda que el muchacho reconduzca toda esa capacidad para desestabilizar y acabe convertido en lateral derecho del Alavés o líder de la clase trabajadora.

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