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SCAVENGER

May 21, 2009   //   by admin   //   Blog  //  1 Comment

Foto: Ric Rocamora

El escritor bilbaíno David Mardaras ha escrito un poema o letra (en inglés) para un single de David Murders & The representatives of evil, inspirado en los textos sobre el basurero y las imágenes de Callejeros que he subido los días pasados a este blog. Un honor para mí. Su blog, en el que encontrarás a un autor con una voz sin duda original y rompedora, a la que merece la pena oír es davidmurders.wordpress.com

 

Scavenger

boy!

 

Smile

to

the nightmare

  

Your

on!

 

bare feet

since

you was born

 

 The

rats!

 

run

free-er

than you!

  

The world’s!

 

dirt

rubish

& work!

What do you know ‘bout the First Wordl

over the mountain

Your

world

is

Heeeeeeell…

  

Scavenger

boy!

 

Your only

five but…

  

you know!

 

nothing

more

than

this.

 

 

Make me su-

ffer!

 

 

 

 

Revolu!

  

Your

 

beau-

 

ty’s

 

 in

 

my

 

eyyyyyyyyyyyes…

  

Kill me!

 

En la foto, David es el de la derecha, durante la presentación de Hank over  (David participó en ella) en Bilbao, junto a Vicente Muñoz, un servidor y David González. Dos de los cuatro estaban bastante borrachos.

MÁS ESCENARIOS DE ATRAPADOS EN EL PARAÍSO’

May 19, 2009   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

En este corte del video de callejeros aparece Payatas. Os dejo con un fragmento de mi libro referido a ese basurero:

Payatas era el resumen perfecto de Manila, de Filipinas, del mundo, incluso. Allá, en el basurero los extremos se tocaban, cerrando el círculo de la existencia humana: la alegría y la desgracia; la supervivencia salvaje y la solidaridad más admirable; la vida y la muerte; el arroz y las moscas. Y la basura, siempre la basura, aquel tesoro de valor incalculable, capaz de alimentar a los más pobres entre los pobres de la tierra.
Los días fueron pasando. Ir a Payatas se convirtió en una rutina extraña, que siempre recompensaba con alguna joya refulgiendo entre los despojos.
Un día, de repente, Bertín, uno de los líderes de los «scavengers», se murió. Le arrancó los pulmones a dentelladas el metano. El mismo que en algunos puntos alimentaba pequeñas y controladas lenguas de fuego (bio-gas, le llamaban) a cuya lumbre los vecinos hervían el agua o calentaban cabezas de pollo. Nadie lloró por Bertín. Cuando llegaron los de la funeraria hubo que apartar a la puerta de la chabola el karaoke en el que sus hijas cantaban «Stupid Love», la canción de moda, para colocar el ataúd. La muerte en el basurero era tan natural como la vida misma.
Otro día Asunción nos llevó hasta una de las colinas próximas a la “Smoky Mountain”, desde la cual ésta se divisaba hermosamente terrible, envuelta en humo, majestuosa en su inmundicia, con sus 25 metros verticales de porquería. A medida que ascendíamos por el terraplén, sorteando las aguas fecales que brotaban desde las frágiles chabolas, era como si descendiéramos un peldaño en el escalón de la pobreza. Cuando llegamos a lo alto nos recibió un batallón de niños con barrigas infladas por las amebas y los parásitos. La noche anterior una diarrea se había llevado para siempre a dos niños como ésos.
Algunos días se nos caía el alma a los pies. Otros nos reíamos hasta reventar.
Una tarde, para regocijo de todos, me convertí en el hombre-macarrón. Cuando subíamos a la montaña, mientras Josean sacaba fotos, yo solía quedarme junto a los «scavengers» que aguardaban su turno de entrada, a un lado de la pista de acceso de los camiones. Al otro lado quedaba la selva de desperdicios, en la que vaciaban su carga. Para hacerlo los camiones debían maniobrar, dar marcha atrás. A medida que lo hacían el «container» se iba abriendo, elevándose, y junto con él dos o tres muchachos aupados a uno de sus extremos, con el rostro cubierto por viejas camisetas, como guerrilleros urbanos, que removían la basura que se quedaba adherida al remolque. A veces, cuando éste se replegaba, atrapaba las piernas de uno de esos muchachos, o el camión al culear atropellaba a alguno de los que acudían al reclamo de la basura fresca. Otras, las grandes ruedas se atrancaban en la maraña de desperdicios o en el barrizal, y al girar hacían salir despedidos como proyectiles trocitos de vidrio, latas… Era peligroso y yo mismo pude comprobarlo en una de esas ocasiones. No sentí dolor. Fue sólo como cuando una paloma con gastroenteritis defeca desde lo alto en tu rostro. Y como entonces, quienes me rodeaban me señalaban y se reían. Miré aterrorizado mi ropa. Estaba cubierta de grandes manchas rojas. Pensé que quizás la muerte era tan natural en el basurero que a veces hasta podía resultar divertida. Sobre todo si quien moría, por una vez, era un “gringo”. Uno de los cuajarones que me resbalaban por la cara se me introdujo en la boca. Sabía dulce, y fuerte a la vez. Sabía como a… Comprendí inmediatamente. Aquella muerte, afortunadamente, era sólo una muerte de película de serie B. Uno de los camiones había pisado un bote de ketchup y su contenido había salido disparado hacia mí. Yo también me reí. A partir de ese día me convertí en el hombre-macarrón del basurero.

LA KARTA DE JUAN KALVELLIDO

May 19, 2009   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

NUNKA HE PODIDO DECIRTE NO… MKAGUNDIOX!

KERIDO AMIGO PATXI:
Siempre me pides kosas raras.
Durante todos estos años siempre me has pedido kosas raras, rarísimas.
Y ahora ésto, una karta pa leer en públiko.
Estoy akí, kon mi papel en blanko, y de verdad no sé kómo komenzar, pero hay algo ke sí sabes.
KE NUNKA HE PODIDO DECIRTE NO.
Más ke un amigo, eres para mí un hermano, y nunka, nunka, voy a tener palabras suficientes ke puedan explikar lo agradecido kestoy de haber sido bendecido kon tu amistad.
Los tiempos difíciles de krisisporcina ke vivimos supieron apretarme la garganta y los güebos, sepultarme bajo los eskombros; hacerme sentir un mielda.
Kada uno de los demonios ke me perseguía sabía exactamente dónde hallarme. En un momento dado me enkontré atrapado y sin salida, o tal vez una sola salida, la más fácil, la de los kobardes: pensé ke tendría ke morir para eskapar a mis problemas. En ese mismo instante aparecias tú, komo siempre, kon alguna propuesta de lokos , ke si la polla más grande del mundo, ke si la virgen puta, ke si ciudad retrete .. Hijo! Pero tu krees ke asi vamos a llegar a salir komentados por alguien famosos en la tele, pon Belén Esteban komo ejemplo? Pero me arrastraste una vez más komo siempre en estos 15? 16 ? 17años ke nos konocemos?
Porke hay algo ke tú sabes muy bien…
KE NUNKA HE PODIDO DECIRTE NO.
Tú juntaletras venido a menos, yo artistilla del tresalkuarto y loko, pero un tandem perfekto de ilustres frakasaos.
Estoy loko. Loko por seguir kontigo. Loko por pintar lo ke pinto.
Pero no preokuparos porke me korte la oreja komo el otro. No. Tengo gafas. Sería un inkordio.
Si me la kortara (la oreja digo) , no me podría poner gafas, y si no veo no podría de dibujar.Y si no dibujo…no soy libre.
Lo mismo ke te okurre a tí kon las letras, no mi amol?
En fin, vamos kortando, ke no kiero ke esto sea algo largo. Aunke de ésta vez no he salido muy kontento, no pusiste mi portada, los dibujos dices ke son ex-libris ¿?Ex-libris?, ex-libris?!
Kon el Chankete le olía el aliento, nos lucimos. Kon los viajes ganastes, kon la polla …pues eso..
Y ahora este AJUSTE DE KUENTOS.
Aunke pa ajustaos mis dibujos!
VALE, VALE…YA LO DEJO..Simplemente decirte algo ke kreias ke sabias .
KE NUNKA HE PODIDO DECIRTE NO.Ke te amo kon toda mi alma, sí ke lo sabes!,Kestoy loko por volver hacer algo kontigo. Pienso habértelo demostrado durante todos estos años de penurias, además el amor se siente, Akaso no lo sientes?

No olvido también ke kasi nunka nos vemos ( 2 veces y de rebote)
Mientras yo en las noches en mis sueños te tengo ( y tú también , ke soñamos mutuamente).
Sería imposible no rekordar ke mientras tú guardas la fama
Yo siempre te llevo konmigo en mi memoria.
Sabes?
NUNKA HE PODIDO DECIRTE NO.

Amool, mi kerido, se me kiebra el alma en dos decirte esto, pero llegó el momento de
decirte NO.

NO PATXI, NO VOY A ESKRIBIRTE LO KE ME PIDES PARA LEERLO EN TU PRESENTACIÓN.

Ea, poyastá!

SALÚ Y NI UN PASO ATRÁS!

J.KALVELLIDO

Ay, y ante eso ¿que puede decir uno? Gracias, amigo, sñif, muchas gracias

ALGUNAS COSAS QUE NO SE CUENTAN SOBRE LAS (MIS) PRESENTACIONES DE LIBROS

May 18, 2009   //   by admin   //   Blog  //  2 Comments

este señor con cara de perro estaba en la tercera fila

Hacía ya casi semana y media que no hacía ninguna entrada a este blog, no importa mucho porque creo nadie me ha echado de menos (hoy la borrachera es llorona). Hay cosas de las que a veces a los escritores nos cuesta hablar, o reconocer, para las que siempre buscamos excusas o coartadas. Hace una semana y media tuve la presentación de Ajuste de cuentos en la FNAC de Donosti, a la que acudieran cuatro personas, dos de ellas eran conocidas y otra llegó tarde. También había algunos otros en la cafetería del fondo, escuchando de refilón e iba a decir que esos no cuentan pero una señora aplaudió con cierto entusiasmo (yo creo que con algo de instinto maternal, sobreprotector). Fue una de las peores presentaciones que he hecho, yo, que ya soy bastante torpe en esas lides.

 

Las presentaciones de libros siempre dejan una tristeza insondable, al menos a mí, siempre hay pequeños gestos que las salvan (esta vez fueron Iñaki Estévez y Pablo Casares –y esa señora-), con los que estuve charlando muy animadamente y muy a gusto, solo por eso mereció la pena salir corriendo del trabajo, dar vueltas para aparcar en Donosti… Pero al final, raramente mueven a nadie ni sirven para mucho, y uno se queda con una sensación bochornosa de que lo que hace no interesa. A veces vienen muy bien para bajarte a tierra, otras puede que algunas de las excusas y coartadas sean ciertas (la gente no lee o leen todos lo mismo)… Pero siempre es duro enfrentarse a la triste realidad. Con este blog me sucede algo parecido, en esta semana y media todo el mundo ha podido vivir perfectamente sin él, y el contador –que habla por sí solo- apenas ha subido unas visitas. Por cierto, de eso tampoco habla nadie o casi nadie, las visitas de los contadores, al menos de las mías, están nutridas en buena parte (un 10, un 20%) por el propio autor del blog, que sufre ataques egomaníacos, rastrea la red buscándose a sí mismo… 

 

Por lo demás, una de  las razones por la que no he subido entradas al blog ha sido que he estado finalizando contrareloj una novela para presentarla a un premio que no voy a ganar, y no voy o no puedo a contar de momento mucho más. Solo que si he podido llegar a tiempo ha sido gracias a que tengo una mujer que no me merezco y me ha liberado durante esta semana de todas mis obligaciones domésticas y familiares (que no son muchas, o mejor dicho, yo no asumo muchas o las que debiera). Acabé la novela a las 11 y cuarto de la noche, el plazo para enviarla –por email- era las 12, o sea que fui una especie de Cenicienta plumífera. Y, como siempre, la sensación, al poner el punto final, resultó placentera, un desahogo, esa paz interior que es uno de los momento álgidos que proporciona escribir (supongo que porque uno no tiene criterio y hasta que la obra llega a manos de otro está en una especie de purgatorio en el que el único juez eres tú y te crees un puto genio).

 

Ah, hay otra cosa para la que sirvió la presentación del otro día, y fue la carta que pedí a Juan Kalvellido que me escribiera para leer en la FNAC. Por suerte, la carta no llegó a tiempo (por suerte porque yo lo que quería era terminar cuanto antes, y también porque así ahora la cuelgo aquí –en la próxima entrada-). Esa carta que sirvió para confirmarme que él, al menos, es uno de esos que aún me quieren, y me leen, y a veces hasta vienen a mis selectas presentaciones…

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