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Tagged with "fiambre Archivos - Patxi Irurzun"

MÁS FIAMBRE

Jul 7, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

En el suplemento sanferminero de Gara, hablando sobre Fiambre.

LOS APLAUSOS TERMINARON….

Jul 4, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

… el público abandonó.

Lo cantaban los Parabellum en «La vela se apaga», el tema que suena en mi obra ‘Fiambre’. La obra se estrenó el pasado jueves y de momento lo único que tengo claro es que para salir a saludar al escenario no tengo mucha gracia. Sobre la obra es difícil saber cuál ha sido el regusto que ha dejado en el público. Me gusta pensar, y así apuntan algunos comentarios, que he intentado al menos hacer algo original, diferente, valiente…  Fue una sensación extraña, ver caer el telón, desde dentro, salir por la puerta de atrás del Gayarre… Una especie de tristeza post-coitum, que todavía dura, apenas atemperada por el humo del cigarrillo de después, en alguna crítica, como la de abajo, con la que estoy de acuerdo en que el texto no puede disimular su procedencia narrativa. Ha sido mi primera experiencia en este mundo y no me puedo quejar (premio, representación en el Gayarre, dirección e interpretación profesional, el cartel de completo…), pero eso no me impide reconocer o intuir que he cometido muchos errores de primerizo.  No sé si volveré a repetir, me pica el gusanillo de escribir algo directamente para el teatro, en lugar de una adaptación de un cuento, como era el caso, pero no sé, no sé… De momento, aún me tiemblan la piernas, primero cuando entré al teatro y vi que, en su mayoría, ese no era ‘el público’, demográficamente hablando (yo calculo que un 5% de ellos habría oído alguna vez «La vela se apaga») pese a lo cual, durante la representación se mantuvo, o eso me parecíó, un silencio sepulcral en el que se adivinaba cierta estupefacción, la de no asistir a una de risas -parece como si, y más en estas piezas sanfemineras, no hubiera otra opción que la comedia-, y también la sorpresa y me gusta creeer que la emoción; y segundo, cuando tuve que salir del patio de butacas y subir arriba, qué lacha. En fin, una experiencia bonita, veremos en qué acaba. De momento, se echa el telón.

Crítica de Fiambre en «Diario de Noticias’

Jul 4, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments
SAN FERMÍN, VIDA Y OBRAS, por Pedro Zabalza

Obra: Fiambre. Autor: Patxi Irurzun. Dirección: Miguel Munárriz. Intérpretes: Ion Iraizoz, Pablo del Mundillo y Miguel Munárriz. Obra: Los abuelos por San Fermín. Autor: Josu Castillo. Dirección: Ana Maestrojuan. Intérpretes: Josu Castillo, Ventura Ruiz e Iratxe García Úriz. Obra: ¡Pum! Autor y director: Miguel Munárriz. Intérpretes: Miguel Munárriz y Marta Juániz. Lugar y fecha: Teatro Gayarre, 28/06/2012.

cuando estamos ya contando las horas para el txupinazo, el Gayarre nos ofrece la posibilidad de abrir boca con tres pequeños aperitivos sanfermineros. 3 obras cortas 3 es el taurino título que engloba al trío de obras premiadas en el concurso de textos relacionados con las fiestas pamplonesas. Tres obras que, desde la comedia, como no podía ser de otra manera (¿de verdad que no se puede?), dirigen su mirada sobre distintos aspectos de la vida en unas fechas en las que la realidad se suspende provisionalmente y es sustituida por otra que sacamos del armario de año en año, junto con la ropa blanca. Otra realidad, con sus costumbres, sus códigos y sus usos sociales.
Decíamos que las obras hablan de la vida. Vida y muerte se dan la mano en la primera pieza de la terna. Fiambre es una historia sobre un abuelo que, inoportuno él, decide morirse el 5 de julio. Su nieto no está dispuesto a perderse los Sanfermines ni a dejar a su abuelo sin esas fiestas que tanto le han gustado siempre, así que, convenientemente amarrado a la silla de ruedas, saca al finado por las calles de una ciudad donde casi nada parece fuera de la normalidad. Digamos que Fiambre podría ser como una versión macabra de Cinco horas con Mario, pero ampliando el lapso temporal a varios días, hasta que el estado del anciano empieza a ser perceptible al olfato incluso por encima de las miasmas mefíticas que se adueñan de la mayoría de los espacios festivos. La obra está compuesta en un tono entre la comedia negra y un realismo sucio seña de identidad de su autor, el escritor Patxi Irurzun (del que, ya puestos, recomiendo la excelente Dios nunca reza). La historia de Fiambre me parece la más original de las tres, aunque su puesta en escena está lastrada en parte por su evidentísimo origen narrativo. Ion Iraizoz brega de manera muy meritoria con este casi monólogo, logrando una interpretación creíble y adecuada al tono del texto; tal vez un tanto forrestgumpiana, eso sí.
La segunda de las obras también tiene que ver con abuelos y con nietos: una pareja de jubilados se queda al cuidado del bebé de su hija cuando esta se va a los toros. Mientras, hacen planes para la noche, cuando la chica vuelva tras la corrida. Los abuelos por San Fermín, título de este texto de Josu Castillo, no tiene mucho que ver en tono con la pieza precedente. Comienza como un relato realista, intentando que los diálogos y situaciones no se escapen de los límites de una normalidad cotidiana. Sin embargo, la segunda mitad de la obra gira hacia una comedia de verosimilitud más permisiva y con algunas concesiones a la exageración (la hija borracha, por ejemplo). No sé si ambas partes sueldan bien (no termino de ver a esa mujer tan razonable del principio proponiendo un picnic alcohólico y llenando una mochila con los objetos más variopintos), pero el público lo disfrutó bastante, especialmente con la segunda mitad.
Y si el público pide comedia, comedia en estado puro les ofrece ¡Pum!, un texto firmado, dirigido e interpretado por Miguel Munárriz. ¡Pum! muestra en nueve escenas, una por cada día de fiestas, la vida de un matrimonio, como ellos dicen, «de mediana edad». La obra suple cierta falta de desarrollo argumental con una mirada irónica por algunos de los lugares comunes más reconocibles de la juerga pamplonesa. El resultado es casi un retrato sociológico en el que no es difícil reconocerse, al menos, parcialmente. Si a eso le añadimos unos diálogos bien compuestos y, sobre todo, magníficamente interpretados por Munárriz y Marta Juániz, el éxito está garantizado.

 http://www.noticiasdenavarra.com/2012/07/02/ocio-y-cultura/cultura/san-fermin-vida-y-obras

Fiambre en DIARIO DE NAVARRA

Jun 30, 2012   //   by admin   //   Blog  //  2 Comments
 
En Diario de Navarra también hablaron de Fiambre, antes del estreno, , aunque mataron a la abuela en vez de al abuelo y el cruce de esperpento y drama existencial que yo pretendo con Fiambre se convirtió en «drama inicial». Eso sí, pusieron mi segundo apellido, la única pregunta que me hicieron (dato sin duda impresicindible) y no me quejo porque al menos lo pusieron bien, no como a Alicia Otaegui, que la convirtieron en Silvia.

SALTANDO POR ENCIMA DEL FUEGO

Jun 22, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments
Me voy a poner cursi, pero es que me encantan estos días en que la primavera se retira andando descalza por la playa, con una copa de vino en la mano y desparece en el mar, a lo Alfonsina Storni, elegante, triunfal en cierto modo, a pesar de todo, mientras a sus espaldas estallan los fuegos articiales, y los resplandores de las hogueras que dan la bienvenida al verano y el ruido de hielos sonando en los vasos de un rosario de fiestas que celebran lo que todavía está por venir…

Vamos, que estos últimas días han sido un poco locos, entre cenas, conciertos, saraos, teatro, y que le den por saco a la crisis y al príncipe de España. El viernes pasado repetí como jurado en el Certamen de Microrelatos de San Fermín. Los del blog que lo organizan, no sé por qué extraña razón, volvieron a llamarme, y como la compensación son una botellas de vino y yo soy un chico fácil y beodo ocasional, no supe decir que no, así que ahí estuvimos en el Palacio del Condestable, para el que quiso acercarse y para el que no, en la retransmisión en Streaming, creo que se llama, que queda recogida en este video en el que el que el friki o frika que esté interesado en verme balbucear algunos lugares comunes puede encontrarme hacia el minuto 37. 

Después del fallo (que es una palabra que viene muy bien para estas cosas de los premios, porque siempre aciertas) nos tomamos unas cañas y unos canapeses en El Rincón de Hemingway, de donde me escapé a la francesa, tras recibir un mensaje en el móvil de un reconocido rufián que me dijo que tenía a mi mujer secuestrada en una terraza próxima, y además usó un señuelo para atraerme al que no pude resistirme: comenzó a mover los hielos de su gin-tonic. Así que para allá que me fui y me encontré con la plana mayor de ex-damnificados por «Jaime» (para abundar más en el tema leer mi diario «Dios nunca reza») y efectivamente, a mi mujer, juntos pero no revueltos, y así maté dos pájaros de un tiro, porque tanto con los unos como con la otra, me había citado esa noche, en fin, que esto parece el Hola, el caso es que me alegró mucho ver a mis ex-compañeros de trabajo, y que junto a ellos, me sentí de maravilla, a pesar de los meses sin vernos: constituían un maravilloso grupo de liberados, gente que va tirando, dirigiendo en la medida que se puede su vida, buscándosela sin otra guía que su talento, que es mucho, y su manera de ser, que les impide ser otra cosa que no sea buena gente. El  infierno que pasamos juntos, en fin, parece que sirvió para algo, para mucho en realidad,  al menos eso le tenemos que agradecer a quien nos metió de cabeza en él con una palmadita en la espalda.
En cuanto a mi mujer, fue ella la que tuve que soportar las consecuencias de tanto brindis (¡por la libertad!), y velar  mi  seseante vuelta a casa, aunque como soy un caballero  tampoco diré nada del aspecto del kebab que se estaba comiendo en la Plaza del Castillo, donde nos reencontramos.
Al día siguiente no tuve resaca porque no me dio tiempo, estuve en el concierto de Barricada, Vendetta y algún otro en la Plaza de Toros, otra noche de farra, que no pare la fiesta, venga, viviendo por encima de nuestras posibilidades, como nuevos ricos, que diría el Príncipe Felipe,  manirrotos, más que manirrotos, clama desde su trono, que es la tribuna de una escuela de negocios, no el vagón de un metro, ni la villavesa, ni un bar con servilletas en el suelo, ni mucho menos un piso de protección ofiial, pero él -o sea, el que le escribe los discursos- sabe sin embargo perfectamente cómo administrar la economía doméstica, en ella está el quid de la cuestión, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y eso no puede ser, no podemos vivir todos como si fuésemos príncipes … A mí de lo que me entran ganas cuando oigo esas cosas ya lo cuento en un relato que publicaré pronto, en una antología en homenaje a Celine, y que arranca así (mi cuento): «Me compré una camiseta con la jeta de Celine por internet y me llegó a casa el mismo día que empujé y tiré al suelo al príncipe Felipe –o que atenté contra él, como dicen algunos periódicos-.» 

Para que se quede más tranquila su majestad a nosotros el concierto nos salió baratico, una invitación me la pasó Jabiero, de Vendetta, para agradecerme la canción que les he escrito para el próximo disco (y en la que, hablando de empujones y guillotinas  se pide la cabeza del gobernador), y la otra me salió a mitad de precio porque enseñé al comprarla la tarjeta del paro.  Bailé mucho con la actuación de Vendetta, ska, ska, ska, yo que soy un hombre al que los pies le pesan quintales, y Barricada me gustaron mucho, tocaron poco del último disco, que me parece maravilloso, y mucho de canciones ochenteras, callejeras, rocanrol, barrio, una máquina del tiempo que me devolvió a mis años mozos y txantreanos, Irubide, las huelgas en el instituto, las barricadas de fuego… Creando el ambiente propicio, en suma, para la entrevista que unos días después me hicieron para Auzolan, la revista de la Txantrea, donde me hace mucha ilusión salir porque la leerán las amigas y las vecinas de mi madre y porque en la panadería le dirán «¡Que hijo más famoso tienes, chica!», que al final es lo que cuenta (que tu madre se sienta orgullosa de ti, quiero decir).

Ya no te digo nada cuando el jueves que viene salga a saludar al Gayarre -si hay que saludar se saluda- cuando estrenen mi Fiambre, aunque igual no, igual me tiran tomates, o algún enemigo, algún Jaime, manda una claque a abuchearme, algunos mosqueteros a desenvainar y liarla parda en la corrala. Ayer, por cierto y para ir acabando esta publi-crónica, ayer estuve en un ensayo de la obra. Entré a la sala de ensayos por una  puerta trasera del teatro, que me hizo mucha ilusión, porque yo solía esperar en ese mismo lugar la villavesa para volver a casa del colegio, y muchas veces allá me encontraba  a actores, músicos, fumando el cigarrico del miedo, antes de salir a escena, y también en alguna ocasión a algún que otro famoso, que igual no lo era tanto porque ya no me acuerdo de a cuál, pero a lo que iba, que me gustaba esa  sensación, era como  poner un vaso vacío pegado a  la cuarta pared, colarte en un camerino, estar entre bastidores, ver el dobladillo descosido del violinista virtuoso, el polvo demasiado espeso del maquillaje de la primera actriz cuando no lo ilumina  el foco, sentir de algún modo que yo era igual de raro y de normal que todos aquellos tipos soñadores y nerviosos…
La obra, como digo, se estrena el próximo jueves a las 20:00, en el Gayarre, y yo estoy acojoné (aunque me tranquilizó bastante,  en el ensayo,  la profesionalidad de los implicados, capeeando, recortando como se puede el presupuesto, el tiempo,  un texto complicado como el mío, etc.). 
En los papeles ha salido algo estos días…


…estos últimos días de primavera, a la que despediremos mañana, en un akelarre, unas hogueras de San Juan a las que arrojaremos las tijeras, y el miedo, y un retrato del príncipe, mientras nos comemos unos bocatas de txistorra o de panceta y damos unos cuantos tragos de vino, que eso es también, en fin, lo que importa

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