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PRESENTACIÓN EN ZARAGOZA

Nov 1, 2011   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

EL PRÓXIMO VIERNES 4 DE NOVIEMBRE PRESENTARÉ DIOS NUNCA REZA‘ EN ZARAGOZA, ZETA, LA CIUDAD DEL VIENTO ATROZ. ME ACOMPAÑARÁN MI EDITOR, JORGE GIMÉNEZ BECH Y EL MÚSICO Y ESCRITOR DANIEL SANCET (INSOLENZIA).
SERÁ A LAS 19:30h EN LA FNAC PLAZA DE ESPAÑA (C/COSO 25-27)

UN POCO DE EGOTECA

Oct 31, 2011   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

Aquí van tres enlaces a blogs que me han mencionado estos últimos días y que dan lustre a mi egoteca por venir de quienes vienen (Miguel Sánchez-Ostiz -con quien junto con Kutxi Romero y El Drogas estuve comiendo y echando risas hace unos días-, Eduardo Laporte y Carlos Erice), gente toda ella talentosa y sobre todo buena gente, algo que no de todo el mundo se puede decir. Gracias a todos y espero veros pronto otra vez, que así da gusto.

http://www.elnaugrafodigital.com/2011/10/ejercito-enemigo-y-un-poco-de-esto-y-lo.html
http://vivirdebuenagana.blogspot.com/2011/10/pan-duro.html
http://asomadoalaestafeta.blogspot.com/2011/10/boom-de-la-narrativa-navarra.html

PREMIO EN ESPECIE

Oct 26, 2011   //   by admin   //   Blog  //  3 Comments

El Nadal no hay manera, pero soy el campeón de los premios literarios en especie: viajes, zapatillas de trecking… y hoy me han premiado un post sobre Nirvana que escribí en este mismo blog con una reedición del Nevermind (una edición de lux, de coleccionista que ronda los cien euracos, oyes, no está nada mal). A mí me hacen ilusión estas cosillas. Y luego que al final son muy prácticas. No recuerdo quién ganó el último Nadal, pero los pies me los veo todos los días. Y unas zapatillas de trecking me duran cinco o seis nadales. Y además, ahora empezarán a llamarme de las revistas musicales para que escriba reseñas de discos. Y así.

DIOS NUNCA REZA SEGÚN EDUARDO LAPORTE (Y 2)

Oct 26, 2011   //   by admin   //   Blog  //  No Comments
Patxi Irurzun y Manuel Vilas (muy bien acompañados por David González, Vicente Muñoz y Óscar Aibar) tiempo ha, antes de que Irurzun suplantara foralmente al de Zeta

Puede que la otra parte de la locomotora de la literatura foral del momento (él se pidió a Vilas, yo a Fdez. Mallo) haya esperado ansioso esta segunda entrada de mi deconstrucción de los diarios irurzianos. Puede que no. En cualquier caso estoy aquí, escribiendo desde mi flamente MacBook, caído del cielo (aprox.), lo poco que me quedare por decir de ‘Dios nunca reza’.

Lo que me quedaba por decir es que creo que este diario, o dietario, que es un poco lo mismo aunque para esto también hay teorías, es que es un librejo que puede tener su aquel como modelo. Ahí es nada, ‘Dios nunca reza’, modelo de diario, o dietario. Y, ¿por qué digo esto? Aparte de que porque Patxi me cae simpático, porque lo creo. Creo que hay ritmo en este jodido diario, y eso me parece una cosa que debemos celebrar. Nos gustan los diarios, pero si no los leemos más, con la cantidad de incentivos que tienen para su lectura, es por su estatismo. Una entrada, sí, luego otra, hoy es viernes, llueve, me quiero morir, hoy es sábado, tengo resaca pero estoy feliz. He ido al cine, gran película. Si un diario acaba siendo un cuaderno de notas de la vida, un rollo paralelo por escrito, pues quizá sea un mal diario. El diario no puede ser un espejo sofisticado de la vida. Un diario tiene que jugar con las distintas subtramas que conforman nuestra vida, y disponerlas de una manera acertada. El diarista tiene que jugar con las vías de conflicto que cruzan nuestra existencia, en una etapa dada, y ponerlas al descubierto. Y ofrecerlas al lector. Un diario no puede ser, como esos de Pessoa que olvidé en un autobús, un compendio de «fui, vine, llamé, dormí, bebí, escribí». Tampoco un tratado sui generis de ornitología y de lo bien que hemos comido. Bueno, vale, puede ser, pero no dejará de ser, así, algo que como mucho llegue a la categoría de ‘obrita’. A complemento literario como para regalar, de gratis, con el periódico.
‘Dios nunca reza’, en cambio, creo que es una pequeña obra mayor. Una obra en sí misma, concebida como tal, y que sabe jugar con esas subtramas, vías de conflicto llamésmola, que marcan nuestra vida. Y en este libro Irurzun nos muestra unas cuantas: el inminente nacimiento del hijo, la inestable situación laboral, la mudanza y llegada al barrio extraño, los sueños todavía por cumplir, la lucha constante del escritor por hacerse respetar, la lesión del hermano, etc. Pequeñas subtramas que aportan un valioso lubricante a la lectura y que, unidas al estilo amigo de Irurzun, que es un tipo de todo menos impostado, hacen que las páginas pasen rápido, y nuestros ojos desfiles voraces párrafo tras párrafo.
Si un día escribo un diario, con voluntad de estilo, un diario dietario, si entendemos el dietario como cosa más elaborada, y el diario como una escritura más automática y caótica, copiaré el ‘método Irurzun’ descaradamente.

Y quería hablar también de una de esas subtramas que he comentado, la que tiene que ver con la empresa de comunicación de altos vuelos en la que trabajó Irurzun. Yo también estuve allí, y también me dieron la patadita en el culo. Como a media docena de tipos que andan por ahí más o menos partiendo la pana. Otro día. Progresía de la chunga. Y mucha tarta el día que la palma Pinochet, que no falte.

CAFÉ AMARGO

Oct 23, 2011   //   by admin   //   Blog  //  1 Comment

Tú no deberías tener derecho a momentos como éste. Cabronazo. Ni siquiera aunque esos momentos duren sólo unos segundos y después la felicidad se escurra por esa cloaca en la que algunos os empeñáis en convertir la vida. Estoy sentado en una terraza, tomando un café que, por una vez, no sabe como el agua de un charco. Está tan rico, tiene una temperatura tan perfecta, el placer es tan intenso que por uno de los ojos eyaculo un lagrimón, como un pequeño planeta transparente, en el que todo es perfecto: los niños juegan en el parque y no se caen nunca del tobogán, sus padres beben cerveza fría o café caliente y al día siguiente no tienen que ir a trabajar… Si ahora me preguntaran cómo sería para mí una vida ideal elegiría un sábado soleado de otoño como este . “1,65 m., 60 kilos, 100 de tetas”, leo, sin embargo, de repente en la mesa. Alguien ha escrito sobre ella con un rotulador unas letras temblorosas. “¿Te parezco gorda? A él sí, pero ya nunca más me vas a insultar, ya nunca me vas a poner la mano encima? Hoy empiezo una nueva vida. Antes muerta que volver contigo”. Me quedo helado. Mi pequeño planeta transparente, mi mundo perfecto tiembla un momento sostenido en las pestañas. Después rueda y se estrella contra el suelo. “Cabronazo”, murmuro entre dientes, y apuro el último trago de mi café. Este café que de pronto se ha vuelto tan amargo.

Patxi Irurzun

Esta es una de las colaboraciones que hice en el diario ADN durante mi fugaz paso como columnista por él (ocho o diez semanas).

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