Y ahora, para alejarme del mundanal ruido y de los insultos de los anónimos, me voy al campo y cuelgo este locus amenus, un cruce de caminos de territorios literarios imaginarios, en el que J. uno de mis varios y talentosos ex-compañeros de trabajo, al que solo menciono por la inicial por si de todos modos para él esta imagen figura en su carpeta de truños, hizo cruzar los itinerarios de Jamerdana, la ciudad en que trasncurren algunos de mis cuentos y novelas, con Obaba, Macondo o -este el que más ilusión me hace- la Umbría de Miguel Sánchez-Ostiz (los detalles se aprecian pinchando en la imagen)
Coño, Casa Blanca! Recuerdo una coña MUY BUENA que se elaboró en otro de los muchos truños de la churrería, con el título «personalmente en persona». Nadie lo entendió. También se hicieron grandes truños para Reckrea, con el famoso «Lamio». Bufffffffffffff-anda.
Coño, Casa Blanca! Recuerdo una coña MUY BUENA que se elaboró en otro de los muchos truños de la churrería, con el título «personalmente en persona». Nadie lo entendió. También se hicieron grandes truños para Reckrea, con el famoso «Lamio». Bufffffffffffff-anda.