UNA ENTREVISTA EN SMOKING ROLLS
y que acaban de publicar. Sí, sí, los papelillos de fumar. La foto esta de abajo es en Coney Island, Nueva York. Disparen al friki.
Escribo para que la gente se lo pase bien, o mal, depende. No escribo por dinero, aunque me gustaría vivir de lo que escribo. De momento, la literatura no me da para vivir pero me ha permitido viajar. Una vez gané un concurso de relatos de viajes de El País y el premio eran seis mil euros para gastar en un solo viaje. Yo me fui al basurero de Payatas, en Manila. Estuve tres meses allá. Luego escribí un libro (Atrapados en el paraíso), gané otro premio, con ese dinero me fui a México y a Cuba, escribí otro relato con el que gané otro premio, que otra vez era un viaje, a Tailandia, y así… Pero hace ya tiempo que no gano ni me presento a premios, porque tengo dos niños pequeños y no me caben en la mochila.
He publicado novelas (Ciudad Retrete, Odio enamorado…), libros de cuentos (Cuentos sanfermineros, La polla más grande del mundo –no es una autobiografía-, Ajuste de cuentos…), y novelas juveniles, guías de turismo, guiones de cómics… De pequeño tocaba la guitarra con una raqueta de tenis y quería ser rockero, pero como pronto me di cuenta de que no valía, de mayor me desquité coordinando con Esteban Gutiérrez una antología de cuentos escritos por rockeros (Simpatía por el relato) y así algunos me dejaron entrar a sus camerinos. Con Vicente Muñoz edité otra antología, esta de homenaje a Bukowski (Resaca / Hank over), que es un escritor que me gusta mucho pero no es el único. Hace años publiqué uno de los primeros fanzines literarios en internet: Borraska e igual dentro de unos meses lo resucito un poco.
Si queréis saber más sobre mí en septiembre me sacan un diario personal: Dios nunca reza. Ahora os dejo, porque tengo que responder unas preguntas muy raras.
¿Con qué personaje público compartirías un cigarro?
Un día soñé que me fumaba uno en la cama con el rey y Amy Winehouse mientras los tres discutíamos amigablemente sobre la tercera república (bueno, el rey a veces me decía “¿Por qué no te callas?” y me echaba el humo a la cara).
¿Qué es lo más enrollado que has hecho en el último mes?
Un día vi, sin que él me viera a mí, a un tipo leyendo mi libro en el autobús y riéndose. Fue un momento sublime. Otro día mis dos hijos se durmieron a la vez y pude echarme una siesta por primera vez en seis años.
¿Qué te hace perder los papeles?
El abuso de autoridad, los correctores de estilo y el patxarán.
¿A quién le cerrarías la boquilla?
A los que intentar cerrar boquillas.
¿Qué te gustaría que fuera de tamaño King Size?
La cuenta de mi banco… Bueno, me conformaría con poder vivir de mis libros.
¿Qué papel crees que tienen tus creaciones en el panorama actual?
Un papelón. Lo que cuesta que le hagan caso a uno… Creo que aporto una voz diferente, propia, arriesgada, libros que no suenan a otros libros, y libros que sobre todo provocan reacciones: risas, mala leche, ternura…
¿A quién le pasaríais el cigarro?
A mi amigo el dibujante Juan Kalvellido. Él también me lo pasaría a mí.