Zorionak, majo!
De todos modos, si empiezas a publicar en revistas musicales, que no te paguen en especies. Pese a la ley Sinde, los discos se han devaluado mucho… 😉
Por no hablar de los suculentos vinos que se levantan los jurados de ciertos certámenes…
Siempre podré venderlos en plan antigüedades, junto con las cintas TDK. Todavía me queda alguna botellica, Carlos. Por cierto, ¿cuando me toca en el blog?