PINTXOS
Hace algún tiempo me invitaron a formar parte del jurado del concurso de pintxos de la Txantrea. “Es que no encontrábamos a nadie…”, me dijeron. Cada año en el jurado incluían a algún famosote del barrio, un músico, un futbolista (la Txantrea, por cierto, ha dado al mundo unos cuantos artistas de talla mundial, como Barricada, Montxo Armendáriz…). Ese año, sin embargo, el star-system del barrio conflictivo andaba flojo: “Tú escribías, o pintabas, o algo, ¿no?”, me preguntaron esperanzados. A nadie le gusta ser segundo plato pero uno se vuelve débil y pierde todo su orgullo cuando se trata de pasar una semana comiendo por la cara pimientos del piquillo rellenos de onddo beltza, ajoarriero emulsionado con patxarán, etc… En realidad, si yo hubiera sido honesto, habría tenido que negarme, porque mi paladar no discrimina, no tiene criterio, soy un tragantúa feliz y despreocupado…
Durante aquellos días, entre avezados gastrónomos, me sentí algo descolocado, un impostor, además en cada bar acompañaban los pintxos con un crianza, y mis papilas gustativas se volvían todavía más mongolas (aparte de volver a casa cada noche achispado perdido).
El caso es que uno de los bares que se encargó de organizar aquel año el concurso de pintxos era “el bar de abajo”, que regentaba y regenta el que era entonces mi vecino el del segundo, quien colgó de las paredes del mismo un retrato del “famoso” de ese año. Para ello saqueó mi página web –la foto es la de ahí arriba, no hay mucho más que explicar-. El retrato, según me contó mi madre hace unos días, todavía sigue colgado en el bar. Y a mí eso me hace ilusión, tener un retrato tuyo colgado en calidad de escritor, o pintor, o algo, en un bar de barrio debe de ser lo más parecido a que le pongan tu nombre a una calle, un colegio… Y encima, no tienes que morirte para ello. Eso sí, cada vez que voy a la Txantrea a visitar a mi madre, los vecinos me miran como asustados, supongo que –como ven apocado y poco cosa- temiendo que en cualquier momento me dé el tarantantán y me transforme en el de la foto.