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COSAS DE DIOSES

Abr 6, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

«Che, boludo, la camiseta con tu libro me está trayendo suerte últimamente, no me la pienso sacar hasta que perdamos un partido», me dijo el otro día Messi por teléfono. Messi y yo hablamos mucho por teléfono, sobre todo después de los partidos. El entonces no es como en la tele, un tipo calladito, entonces me cuenta todo lo que ha pasado por su cabeza en cada jugada, en cada regate, en cada vaselina, y como podéis imaginar cada jugada de Leo es todo un novelón, resume el mundo entero. Gracias, Leo, por todo lo que me das.

UN PUÑADO DE ESTRELLAS

Mar 6, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

Así se titula uno de mis libros preferidos. Es de Rafik Schami, escritor sirio, aunque vive en Alemania desde hace muchos años.  Su lectura me parece muy recomendable estos días en que Siria aparece constantemente en los telediarios. A veces un libro nos ayuda a comprender algunas realidades mucho más que mil telediarios. Este de Schami es el diario de un adolescente que, como el propio autor hiciera en su juventud, escribe un periódico mural en el barrio antiguo de Damasco, y en el que denuncia algunas injusticias, la desaparición en cárceles de vecinos, la presencia agobiante de agentes secretos,  la búsqueda de la libertad a toda costa, a través del amor o de la literatura (las narraciones del cochero Salim), pero también del compromiso social y político. La recuerdo, como una novela emocionante, hermosa… Si la buscais por internet (en Iberlibro, por ejemplo, donde se puede conseguir por unos seis euros)  quizás la describan como novela juvenil, y lo es, pero también es una de esas «novelas juveniles que pueden/deben leer los adultos» (como Rebeldes de Susan E. Hinton, otro de mis libros preferidos).

BOB ESPONJA, ¡DISUÉLVASE!

Mar 2, 2012   //   by admin   //   Blog  //  1 Comment

Lo de Valencia, lo de Barcelona, la kale borroka, no va ser nada comparado con la que se puede liar si chapan Clan. «¿Sabes que igual cierran Clan?», fui ya preparando a mi hijo H el otro día, y él contestó: ¿Qué? ¡Los mato! (aquí los de Intereconomía dirán que es porque va a una ikastola). Yo creo que utilizar en este caso a los niños estaría más que justificado. Habría que plantarse con una horda de enanos enrabietados, miles de niños huérfanos de sus héroes  delante de parlamentos, bancos y demás putiferios, a ver si eran capaces de soportar la madre de todos los berrinches. Yo creo que no. Que se acabaron los recortes y el saqueo y las pelotas de goma. ¡Que se vayan preparando, pues!

PD: yo soy más de Boing, a Bob Esponja y Caillou les he cogido manía, pero algunos dibujos de Boing, como Chowder, Hora de aventuras (que para mí que han plagiado a mi amigo El Cosmonauta Eléctrico, porque los dibujos son clavadicos) y Las macabras aventuras de Billy y Mandy, que creo que ya no echan, me parecen geniales

CHARLA-COLUTORIO

Feb 10, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

¡Qué frío hacía el martes! Bueno y el lunes, y el miércoles, y ayer, hasta hoy llevábamos una semana negativa (sin llegar a los cero grados, ni frío ni calor, dice ahora el gracioso de turno). Pero el lunes tocaba carretera y manta, esta vez de verdad, eché una al maletero por si el Córdoba reventaba, sin que él lo supiera, claro, porque sigue portándose como un campeón, con  sus quince años y sus trescientosmil kilómetros y no es cuestión de herir su orgullo. El caso es que por la autopista, de noche, con el viento empujando fuerte por la Valdorba, parecía como que hacía aún más frío, camino de Tudela.

Los de la revista Traslapuente me habían invitado para sus Martes literarios, en el centro Castel Ruiz, para hablar de Dios nunca reza y de todo lo que me diera la gana, y me dio la gana de hablar de cómo empecé yo a escribir, de Don Venancio y las redacciones de los viernes, de mi viaje al basurero de Payatas y de la epoca en que fui viajero profesional, gracias a mis libros, a los premios literarios y los reportajes y guías turisticas por encargo que iba encadenando con viajes de los que salían más cuentos y libros y premios. Suena bien, pero yo solo era el Mr Bean de los viajes, un dominguero, un turista asustadizo e impresionable mirando de reojo… Si me invitáis a dar una charla os lo cuento.

El caso es que llegué a Tudela, y esta vez no me perdí (que no, que no me regale nadie un GPS, que perderse está muy bien -cuando uno va solo, si no no tiene ninguna gracia y deriva en peleas tontas y dañinas-). ¿Por dónde iba? (es que me he perdido). Ah, en Tudela aparqué desde una calle desde la que viera asomar la torre de la Catedral y luego eché a andar hacia ella. Mientras lo hacía me acorde de otra vez que estuve en esa catedral, con Julio Llamazares, mientras él escribía Las rosas de piedra. Yo iba a entrevistarle, y pasé la mañana junto a él, primero en las Bardenas, luego visitando la catedral, allá Llamazares habló con un cantero, y con más gente, estaba con su libro, y yo me reconcomía por dentro porque no iba a poder hacerle la entrevista, el escritor hablaba con todo pichichi menos conmigo, al final la entrevista cayó a toda prisa mientras se comía unos pinchos y las migas de pan que caían en su plato y sus respuestas a mis preguntas eran parecidas, después Llamazares salió pitando para algún lugar en el que tenía bolo y yo me quedé con un gusto amargo en la boca, pensando en lo mal periodista que era y lo que pensé sobre Llamazares me lo callo, el caso es me apetecía volver a Tudela para quitarme ese mal gusto de la boca, y lo del otro día en Castel Ruiz sirvió para enjuagarse. Fue una charla-colutorio, estuve a gusto, me hicieron sentir a gusto, tanto que ni siquiera me importó ni me sentí tangado porque no me dieran la escultura de Boregan prometida (cosa de los recortes, de los que no se libra nadie).

Una escultura habría que hacer a los treinta valientes que se atrevieron a salir a la calle esa noche para venir a escucharme a mí, a la ama de Bea y a su amiga… Muchas gracias a ellos y a Manuel Arriazu, y Pepe Alfaro, por las lecturas, por los cafeses, por leer mis cuentos en los talleres literarios, a todos los de Traslapuente y los que después se tomaron un vino conmigo y les dio igual que yo pidiera cocacola,  a todos por cómo me acogistéis, en definitiva, que para eso había empezado a escribir este post y se me ha ido la mano.

Luego otra vez al coche, o al potro de tortura, por un cargamiento que padezco en silencio desde hace días en el hueso sacro (que ahora entiendo que se llama así porque te cagas en todo lo sagrado cuando pincha) y de regreso a casa otra vez el viento atroz, y el frío, acrecentado además por el recuerdo del último libro leído, El exilio voluntario, de Claudio Ferrufino Coqueugniot, por sus magníficas páginas que evocan las calles heladas de los guettos de Washington y las cámaras frigoríficas de las naves industriales a las que los trabajadores entran para protegerse del frio, pero de eso ya hablaremos otro día, ahora os dejo con un enlace a la revista Traslapuente, en la que, en la página 25, podéis leer mi relato Peaje, con el que gané hace unos meses el Certamen de cuentos de Murchante:


http://es.calameo.com/read/000913682232129d2f89f

ENTREVISTA DE TRABAJO CON TACHENKO AL FONDO

Ene 13, 2012   //   by admin   //   Blog  //  3 Comments

La cabeza me va a estallar. La noto bullir. Esto va por temporadas y últimamente los periódicos y también las circusntancias de la vida me llenan de relatos la mollera. Leo los periódicos y encuentro literatura por todo los lados. El tipo que pide un alargador de pene y le mandan una lupa. El que se autosecuestra y exige un rescate de 23.100 euros. ¿Para qué necesita esos 100 últimos? Tengo, también sueños raros, en los que aparece Tachenko, y me apetece hacer una semblanza sobre aquel jugador de baloncesto soviético que convirtió su apellido en un sustantivo y en el nombre de un grupo indie. Dios, estoy mal. Que alguien me ayude. Necesito echar todo eso sobre un papel, que me lean las masas, alimentarlas con el caldo de mi cabeza. ¿Nadie se da cuenta? ¿Nadie me va a dar una oportunidad? El talento me rebosa. Ya estoy harto de falsa modestia. Yo le hago una columna, una colaboración en un pispás, señora directora. Le garantizo lectores. Tengo historias para dar y regalar, de los periódicos y también de verdad, tengo mantas que tirar, crónicas para no dormir, historias de la mafia, hilos que alguien importante se ha dejado en mi chaqueta después de asaltarme y que llevan hasta la madeja, ases en la manga, momentos extraños en mi vida… ¿Por qué no dice nada? No, mejor no abra la boca, ¡No, por favor!… Ya le llamaremos, lo sabía.
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