• Subcribe to Our RSS Feed
Tagged with "la virgen puta Archivos - Patxi Irurzun"

FIRMAS

Jun 5, 2013   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

Vaya tres. Con el bandolero Kutxi Romero y con la Marilyn más fea del mundo, que guarda un cierto parecido con Patxi Ilundain

El pasado fin de semana me tocó hacer el ridiculo firmar en dos ferias de libro, la de Pamplona y la de Bilbao. Es decir, doblete, aunque de las dos me borraran del programa, no sé muy bien por qué. En Pamplona monté mi jaima bajo la lluvia y a todo el que se plantara con una peluca o me trajera un pintxo o un vermú le puse en la mano y gratis «La polla más grande del mundo». Los más valientes, como atestiguan las fotos , fueron el escritor Carlos Erice y me casi tocayo Patxi Ilundain. Yo iba con miedo a la cita, recordando otra firma de libros en la feria años ha, con «La polla más grande del mundo» precisamente en la que por megafonía me anunciaban a a mí pero no el título del libro y en la que aparecieron cuatro y el del tambor. Pero esta vez no, esta vez la cosa estuvo animada, vamos progresando adecuadamente, por allí se presentó un montón de gente, me iba a poner a enumerar pero como seguro que me dejo a alguien mejor no. Una mañana bonita. Antes, estuve por la fiesta solidaria del Paris365 y en el mercadillo de libros me encontré un «Cuestión de supervivencia/La virgen puta» en un cajón de literatura juvenil, muy acertado porque yo siempre he pensado que esa mi primera novela lo es, mal que le pese a algún padre o algún profesor de instituto. Por un euro, flipa, me llevé además «Libertad» y «Las venas abiertas de América Latina».

Foto: El escritor Carlos Erice Azanza (Beautiful Rhodesia) es hombre de palabra y se ha puesto la peluca esta mañana en la firma de ejemplares de "La tristeza de las tiendas de pelucas". El autor también ha cumplido su palabra y Carlos, como él bien dice,  se ha ido con La polla más grande del mundo en la mano.
El escritor más valiente del mundo, Carlos Erice

Al día siguiente, a la capital del mundo, Bilbao, donde estuve haciendo el ridi firmando junto a dos eskorbutines de tomo y lomo, Beñat Arginzoniz, de quien os recomiendo encarecidamente «Pasión y muerte de Iosu Expósito» y Roberto Ortega, autor de las más documentada enciclopedia eskorbutiana Rock y violencia. Los dos estarán y yo con ellos el próximo día 29 en La hormiga atómica en una sesión eskorbutiana en la que también nos acompañará Oscar Beorlegui. Por Bilbao aparecieron entre otros mi gran amigo y enorme escritor Josu Arteaga y el poeta Pablo Müller. Después nos guimos con la famili a comer a un chino y después para casa, que es donde mejor se está.

MIERDAS DE PERRO

Ene 26, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

 


«Inundan la ciudad. Mierdas de perro. Unas tú las pisas y otras te quieren pisar». Que cantaban los Tijuana in blue hace años, muchos años, pero hoy más que nunca sigue siendo una canción de plena actualidad. Observo un aumento de plastas por las aceras, pequeñas minas antipersona que traen buena suerte, dicen, pero que lo único que traen es peste y mala hostia y un odio cerval hacia los maleducados,que serán los mismos que se cuelan o empujan en la tienda, en la parada del autobús, que aparcan en doble fila, etc. Listos, listillos, gentuza. Con todo, las peores son las otras, las mierdas de perro que nos quieren pisar y que florecen por doquier, pones la radio y ya empieza a aventar la mierda, todo apesta, todo está corrompido y parece que no  hay manera de limpiar las aceras, solo hay miedo y el miedo genera impunidad y así nos va ¡Mierda!

Os dejo con un capítulo de la que fue mi primera novela, Cuestión de supervivencia (1997):

 Ilustración de Kalvellido para la reedición del libro bajo el que fuera su título original ‘La virgen puta’, que se puede leer aquí: http://lavirgenputa.blogspot.com

RAÍCES
Me gustaba andar. Sobre todo cuando estaba borracho. Era como hacer el muerto sobre el mar, permitir que las olas me acunaran, me arrastraran hasta dejarme varado en la playa. La única diferencia era que en lugar de alzar la mirada y encontrarme con el azul luminoso del cielo veía los bloques de viviendas de los barrios trabajadores -en los que ya casi nadie trabajaba- inclinándose hacia mí, hablándome al oído, recordándome los viejos tiempos, pero a la vez ensuciándome la oreja con su saliva maloliente.
Yo había crecido en uno de esos barrios, no importaba cuál, porque aunque entonces nos parecía a cada uno que el nuestro era singular -el barrio sin ley, el barrio conflictivo, EL BARRIO- en realidad eran todos iguales. Los edificios gemelos, cuarteados en bloques de cemento, sus fachadas descascarilladas, sudando sangre gris, los chandals limpios colgando en las ventanas, el ruido de los tubos de escape trucados de las motocicletas robadas, los gritos de los chavales en los portales, sin otra cosa que hacer y sin ganas de hacer otra cosa, las mierdas de perros en las aceras (últimamente, por cierto, todas las familias tenían un perro, y era el padre quien lo sacaba a pasear)…
Aquello era lo que me diferenciaba de Lorea. Raíces que crecían en las tripas y te las revolvían.
Me pregunté cuanto tardaría en regresar al barrio. Todo aquel que no hacía de tripas, de aquellas tripas de madera, corazón, terminaba regresando. Las fronteras también existían, quizás eran las únicas que existían de verdad, en cada ciudad, en cada país, y la única manera de atravesarlas era la traición, el olvido, la delación… Eso o la guerra. La guerra en los barrios se llamaba revolución, pero ya nadie lo recordaba. Sólo recordaban el nombre de sus perros.

A QUEMARROPA

Jul 18, 2010   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

Esto es lo que escribieron en el periódico de la Semana Negra, A quemarropa, sobre nuestra presentación de La virgen puta:

Un ying y un yang que metaforizaron a la perfección una tarde de contrarios (Gamboa-Luengo; Cuenca Sandoval-Salmón) que tuvo su corporeización definitiva con la visita del escritor Patxi Irurzun y el dibujante Juan Kalvellido, que, acompañados por el editor Santiago Orset, hicieron una explicación detallada de lo que hasta ahora ha sido su trabajo en conjunto (incluido su fallido viaje a Madrid “a triunfar”, como los buenos clásicos) y animaron a la concurrencia, que fue mucho, a que se hiciera con su última creación en común, el volumen La virgen puta, que por lo que explicaron tanto ellos como la presentadora, Cristina Macía, parece ser tan divertido como iconoclasta como inclasificable. Eso sí, se hizo evidente una cosa: su título causa furor en cuanto alguien lo pronuncia en voz alta.

EN ‘EL JUEVES’ Y EN LA ‘SEMANA NEGRA’ DE GIJÓN

Jun 19, 2010   //   by admin   //   Blog  //  1 Comment

El editor de Tiempo de Cerezas, Santiago Oset no ha parado hasta que ha conseguido reeditar mi primera novela, Cuestión de supervivencia con su título original, La virgen puta, y sobre todo -ese el principal motivo de la reedición, creo- con los dibujos que Kalvellido hizo para el blog en el que publicamos la novela hace dos años. A mí me parece una labor de arqueología, porque siento que publiqué esa novela hace siglos (aunque han pasado «solo» 12 años) y sobre todo porque ahora, desde la distancia la veo llena de polvo y de imperfecciones. El caso es que La virgen puta vuelve pisando fuerte y, por una parte, esta semana Carlitos Azagra le hace un guiño en El Jueves (sí, sí, Azagra, el de Pedro Pico y Pico Vena o el PGB, el Partido de la Gente del Bar), y porque con ella vamos de invitados a la Semana Negra de Gijón (aquí está la lista de participantes, en la que hay escritores como Martin Cruz Smith, Mario Mendoza, Lorenzo Silva, Carlos Salem, Juan Madrid, etc.). Nosotros presentaremos La virgen puta el sábado 10 de julio a las 20:00 . Os dejo con el prólogo que he escrito para esta edición:

LAS TRES VÍRGENES PUTAS


La virgen puta fue en su primera vida una Cuestión de supervivencia. Ese es el título con que se editó originalmente, en 1997, esta novela que tienes en tus manos. Fue también la primera novela que yo publiqué. La escribí con 26 años, mientras me recuperaba de una operación para eliminar un pequeño tumor en la vejiga. Pero no fue una cuestión de supervivencia por eso (todo salió bien); ni siquiera porque para mí por entonces, como ahora, escribir fuera una necesidad vital, como respirar o volver a escuchar de vez en cuando algún disco de Barricada o de Eskorbuto. No, La virgen puta fue primero una Cuestión de supervivencia por mi debilidad de carácter. Fueron mis editores quien aconsejaron ese título; o mejor dicho quienes desanconsejaron de cualquier manera el agresivo título que yo había dado al libro (o al menos de manera que entendí que, con él, sería impublicable).

Por entonces yo era un pipiolo, aquella era mi primera oportunidad de publicar una novela y me fie de los editores. Siempre estaré agradecido a Altaffaylla kultur taldea por su apoyo y por ser los primeros en apostar por mí. Sé que su recomendación pretendía protegerme, para que en esta tierra de mojigatos y cortapichas, con tantas piedras y cadáveres en las cunetas, nadie me diera un garrotazo nada más asomar la cabeza por la alcantarilla.

Pero siempre me he preguntado qué habría pasado si no hubiese sido un pusilánime y me hubiera mostrado firme, si hubiera mantenido el título original de la novela, La virgen puta: ¿Jaime Ignacio del Burgo me habría denunciado, como hizo con el video de Javier Krahe, Cómo cocinar un crucifijo, por ofensas a los sentimientos religiosos?[1] ¿Se habrían firmado manifiestos de apoyo y colocado botes en los bares para pagar mi fianza? ¿Me habría convertido en un maldito, en un enfant terrible de la literatura? ¿O estoy fantaseando y en realidad mi libro habría pasado igualmente sin pena ni gloria, y a nadie le habría sorprendido, ofendido, llamado la atención?

Nunca lo sabré, y pensándolo bien prefiero que todo haya transcurrido como ha transcurrido, sin sobresaltos. En todo caso siempre me quedó esa espina clavada de no poder llamar a mi primer libro por su verdadero nombre. De haber sido un mal padre. Un pipiolo. Un cagueta.

Por eso, entre otros motivos, once años después –hace ahora dos- decidí volver a publicar la novela, esta vez con su primer título, en el blog http://lavirgenputa.blogspot.com.

En su primera vida, La virgen puta (es decir, Cuestión de supervivencia) fue un libro que no se vendió demasiado (de hecho, creo que aún quedan ejemplares de la primera edición), pero se leyó bastante y funcionó bien por circuitos al margen de las librerías: bares, catálogos de discos y bibliotecas, en algunas de las cuales me consta que se prestó con frecuencia y a un público muy determinado: jóvenes entre 15 y 20 años. Yo creo que nunca tuve la pretensión de escribir una novela juvenil, sino una novela negra (o más bien, la parodia de una novela negra, es decir una novela de humor). Y sin embargo, la segunda vida de la novela, la novela- blog, me confirmó que los lectores de La virgen puta eran jóvenes, chavales de institutos, y ahora también, gracias al milagro de Internet, punks a los que comenzaba a despuntarles la cresta en Bolivia, Colombia, México, Costa Rica…

La virgen puta fue editada por segunda vez en el blog, mediante entregas por capítulos, cada uno de ellos acompañado de las canciones que yo creía que debían sonar mientras se leían: Kortatu, La Polla, La Banda Trapera del Río, Ramones… Y, sobre todo, por las magníficas ilustraciones de mi gran amigo y compañero de fatigas desde hace ya veinte años, Juan Kalvellido. Kalvellido hizo también varios bocetos para la portada de Cuestión de supervivencia, en 1997, pero finalmente en la cubierta apareció una ilustración de Benito Goñi, no recuerdo bien por qué –probablemente de nuevo por mi debilidad de carácter-. Después los dibujos de Kalvellido han acompañado a casi todos mi libros, pero quedaba esa cuenta pendiente, y ese fue otro de los motivos por los que La virgen puta tuvo una segunda vida, en Internet.

Su tercera y hasta ahora última vida es esta edición limitada de Tiempo de cerezas, por iniciativa del editor Santiago Oset, quien ha publicado ya a Kalvellido en su catálogo y que conocía nuestro blog. Creo sinceramente que la principal razón de volver a imprimir ahora la novela es dignificar las ilustraciones de Kalvellido trasladándolas al papel. Y sinceramente, en lo que respecta al texto, reconozco que es una novela cuajada de imperfecciones que ahora hacen que me sonroje, y que descubrí ya cuando la corregí para la versión en Internet. Once años después, algo había cambiado. O alguien. Supongo que, sencillamente, se trataba de que once años más tarde yo era once años más viejo.

Ahora, en esta tercera vida de La virgen puta constato y asumo que efectivamente esta es una novela juvenil. Dudo mucho que nadie vaya a recomendársela a los chicos de 15 a 20 años, sin embargo. Es curioso pero en general la mayor parte de la literatura juvenil no interesa a los chavales, porque, tal vez de un modo premeditado, ofrece una visión edulcorada de la juventud que confunde nobleza con masendumbre, y en la que lo políticamente correcto borra por completo todo el mundo en el que los jóvenes se desenvuelven: sus primeros contactos con el sexo, con las drogas y el alcohol, la agresividad, incluso la violencia con la que se enfrentan al mundo de los adultos, a las imposiciones, a una vida que se les echa encima con intención de reducirlos, de hacerles olvidar cuanto antes su sospechosa y amenazante condición de jóvenes.

La virgen puta puede que sea imperfecta, pero me gusta pensar que tiene todo eso, la rabia, la inocencia y la rebeldía juveniles. A menudo escribimos los libros que a nosotros nos gustaría leer. Y a mí, cuando estudiaba en el instituto me hubiera gustado leer un libro como este (o mejor todavía, que me lo hubieran pasado fotocopiado, casi clandestinamente, o sacado de la biblioteca y puesto en circulación a hurtadillas, como sé que ha sucedido en las dos vidas anteriores de La virgen puta).

Dudo mucho, por lo demás, que la suerte que vaya a correr esta tercera edición sea distinta a las anteriores (o que ningún profesor de instituto vaya a recomendarla a sus alumnos –aunque yo les animo a hacerlo- y un Jaime Ignacio cualquiera a denunciarnos por ello). Y sin embargo, a la vez, intuyo, tengo la esperanza de que a este libro aún le quedan muchas vidas. Pero eso, a partir de ahora, ya depende de vosotros.

Patxi Irurzun, Pamplona, 23 de mayo de 2010

1 Hace poco he sabido, por otra parte, que en aquella época ya estuvieron a punto de denunciarme por injurias al rey, después de que otro escritor –fue él quién me lo contó- leyera en la radio un cuento mío en el que hablaba del cabrón del rey –cabrón es aquí un sustantivo, Jaime Ignacio-.

LA VIRGEN PUTA

Jun 1, 2010   //   by admin   //   Blog  //  14 Comments

Hoy me he apuntado yo. Al paro, digo. Ayer fue mi último día de trabajo. Pensaba que cuando llegara este momento escribiría una entrada en este blog con el cuchillo en la boca, pero de momento me siento liberado, y en una paz extraña que no me apetece perturbar. En estos cuatro años he vivido situaciones tan absurdas que solo podría contarlas en una novela (quizás la he escrito ya). A menudo me he sentido maltratado profesional, humana y desde luego económicamente. Por ejemplo, he escrito cartas, discursos, prologos de libros que después firmaba un director general de un banco,y mi nómina era de mileurista e incluso, al principio, de ochocientoseurista. Me ha salido psoriasis. La conciencia me ha mordido a menudo como una perra rabiosa, por trabajar para el que yo consideraba el enemigo , mientras trataba de excusarme diciendo que aquí de putas hacemos todo. He aguantado a gente muy rara, medio trastornada y destructiva. No he aprendido casi nada (o sí, quiero decir que no me han enseñado nada). He sobrevivido. Y he conocido también a gente que merece mucho, pero mucho la pena. Creo que ellos ya saben de quién hablo (tanto unos como otros). Por lo demás, ahora siento vértigo cuando miro hacia delante, y se me encoge el estómago cuando mi hijo mayor me pregunta si ya no podré comprarle juguetes, o cuando pienso en lo mal que he sabido buscarme siempre la vida, o en el hecho de que no tengo un oficio (en realidad, no soy nada, no soy periodista, ni publicista, ni vivo de esto de escribir…). Pero vértigo también sentía antes, y malhumor, y vergüenza cuando me preguntaban a qué me dedicaba… Ahora tendré tiempo para escribir y para estar con los niños. Hugo está aprendiendo a leer. Malen empieza a juntar palabras . Yo tengo dos novelas a medias. Y varios proyectos que verán la luz en solo unos días. Uno de ellos es la reedición de mi primera novela, en papel y con su título original, La virgen puta, gracias a la cual estaré en la Semana Negra de Gijón y si llegamos a tiempo en la Feria del libro de Madrid. Me siento bien. Igual a alguno le jode. Y entonces me siento mejor.
Páginas:12»
ga('create', 'UA-55942951-1', 'auto'); ga('send', 'pageview');