Fotos de «Primera persona»
EN LA CONTRA DE JORGE NAGORE
EN su magistral Dios nunca reza -una manera de decir que o nos ayudamos entre nosotros o no nos va a ayudar nadie- Patxi Irurzun contaba un montón de cosas, muchas de ellas autobiográficas, divertidas, duras, complejas, emotivas. Entre esas cosas que contaba con la facilidad del que escribe como el que se mira las uñas y hasta escribir parece sencillo, cuando va contra la naturaleza estar metido en casa, encorvado, pensando sin pensar y tecleando cuando la vida está fuera y duele mucho perdérsela y quizá eso que escribas si con suerte te lo publican no lo va a leer casi nadie y solo 20 o 30 talentosos privilegiados vivirán de eso y algunos más con decenas de contactos y ninguna dignidad venderán sus morcillas, algunas de esas cosas, recuerdo, hacían referencia a su trabajo en una agencia de comunicación que trabajaba en exclusiva para Can. Me acordé de él al ver a uno de esos para los que él y yo y unos cuantos maravillosos amigos y amigas más preparábamos discursos, guiones, folletos, campañas, webs, nombres de empresas… Un millón de euros le han pagado por dejar el banco. Me alegro por él, si es que esa cantidad le hace ilusión. Patxi subió unas cuantas veces a hablar con el que era nuestro jefe, que hace poco nos enteramos que en 6 o 7 años generó beneficios por unos 4 millones de euros, exclusivamente trabajando para Can. Patxi es quizá de entre las 4 o 5 personas más tímidas que conozco, de entre las más o menos las mismas más buenas y de entre las 2 o 3 con más talento para escribir. Su jefe le negaba sistemáticamente un miserable aumento de sueldo a su miserable sueldo de apenas y si llegaba 1.000 euros al mes. El jueves Patxi presentó su último libro, La tristeza de las tiendas de pelucas. Y solo he querido acordarme de él antes de tirar la basura
http://noticiasdenavarra.es/2013/03/23/opinion/columnistas/a-la-contra/explotacion
Por alusiones
Dos menciones a mí o mis libros:
En un macropost de Eduardo Laporte:
(…) Pienso también en Patxi Irurzun y en cómo envidia a su hermano hospitalizado. Un Irurzun que nos cuenta en Dios nunca reza cómo le han echado del trabajo, con dos hijos (esa agencia de publicidad que facturó 31 millones en menos de diez años, con Caja Navarra, sí), y la angustia que aflora no solo para dar el pan a sus hijos, sino también para mantener la integridad de uno, los sueños, anhelos, afanes, ilusiones.
http://www.elnaugrafodigital.com/2013/03/gn_5.html
Y en una entrevista con El ladrón de peras, Felipe Zapico:
—¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir
—Stendhal, Conrad, London, Hesse, Valle-Inclán, Baroja, Bukowski, Moreno-Ruiz, Hanif Kureishi, Xen Rabanal, Agota Kristof, E. Gutiérrez Gómez, Patxi Irurzun, Suso de Toro, partes de M. Rivas. Lo que leo cada día y me alimenta y señala el camino son Eladio Orta, Antonio Orihuela, Ana Pérez Cañamares, Gsús Bonilla, Teresa Naranjo Pérez, Luis Miguel Rabanal, V. Muñoz Álvarez, Eloísa Otero, Arantxa Oteo, Batania, Inma Luna, David González, Karmelo Iribarren, Jesús Ge, Javier GM, Abel Aparicio, Germán Guirado y muchos más que me sorprenden y animan a seguir. Y se me olvidan decenas.
http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/la-sociedad-esta-adocenada-_775232.html
‘DIOS NUNCA REZA’, UNA RESEÑA EN GALEGO
Dietario de Patxi Irurzun que abrangue o verán do 2008, cando a crise abafante empezaba a facerse notar. Cunha prosa directa, sen artificios, con palabras espidas, tan só perfumadas de certo lirismo, que deixan o corazón revirado, Patxi, inadaptado que vive a destempo e non encaixa na engranaxe do mundo, fai malabarismos entre a vida real e a literaria, mesturando arelas e soños perdidos na loita cotiá contra o Monstro – léase a banca, a administración, etc. A mudanza de Patxi e a súa familia ao extrarradio de Pamplona cando está a piques de nacer a súa filla e de perder o traballo, resulta unha atinada metáfora da actual sociedade española que anda a mudar a un lugar de incerteza onde non se albisca un horizonte de esperanza.
Dietario de Patxi Irurzun que abarca el verano de 2008, cuando la crisis asfixiante empezaba a dejarse notar. Con una prosa directa, sin artificios, con palabras desnudas, tan solo perfumadas de cierto lirismo, que dejan el corazón retorcido, Patxi, inadaptado que vive a destiempo y no encaja en el engranaje del mundo, hace malabarismos entre la vida real y la literaria, mezclando deseos y sueños perdidos en la lucha cotidiana contra el Monstruo – léase la banca, la administración, etc. La mudanza de Patxi y su familia al extrarradio de Pamplona cuando está a punto de nacer su hija y de perder su trabajo, resulta una acertada metáfora de la actual sociedad española que se está mudando a un lugar de incertidumbre donde no se vislumbra un horizonte de esperanza.