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Escenas robadas al sueño (En ‘Todos somos sospechosos’ de Radio 3)

Sep 20, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments
Todos somos sospechosos – Noche sospechosamente sexual – 20/09/12

Aquí va la entrevista noctámbula que me hizo ayer Laura González  en el programa «Todos somos sospechosos» (parece una canción de Kortatu) de Radio 3. Hablé de mis últimas criaturas (¡Oh, Janis! y Dios nunca reza, de porno y porno-rock radikal vasco, etc. Hoy han colgado el podcast y tras hacer una egoescucha me he sorprendido bailando el ‘You could be mine’ de los Guns,Roses con el que se ha cerrado la interviú. En principio era solo una gansada para hacer reír a mis hijos y que se comieran las lentejas, pero me he dejado llevar y de los pasos a los Axl Rose hemos pasado al robotcito discotequero, saltitos de un rap incipiente al estilo Negu Gorriak, Euskalduna naiz eta harro nago, e incluso algún guiño a Leonardo Dantés (estas cosas, que conste, solo las hago en mi casa o fuera una de cada treinta veces que consumo bebidas espirituosas). El caso es que la tontería me ha destensado un poco un malhumor que arrastro desde hace semanas y amenaza con convertirse en crónico, todo eso en un día extraño en el que me he preguntado cosas como qué hay de malo en perseguir quimeras, si acaso las quimeras de un rey serán subirse un día al metro y pasar desapercibido o tomarse una caña en un bar lleno de servilletas por el suelo; un día en el que he visto dos cuervos sobre una farola en la autopista, en el que he leído  mal una noticia y me ha parecido que quien reclamaba los derechos de reproducción del ecce homo de Borja era la autora del desaguisado, en lugar de su autor original (y todo eso me ha hecho pensar en un cuento), en el el que he visto en una foto en a un banquero  besando la mano de la presidenta de una comunidad autónoma como si fuera una reina (yo creo que estaba comprándola, la comunidad digo) y en el que he vuelto a pensar que ni a Eduardo Mendoza se le hubiera ocurrido poner el nombre de ese banquero, Botín, a uno de sus personajes, etc. Supongo que todo se debe a que he dormido poco, -tal vez sean solo escenas robadas al sueño-. Menos mal que existen los podcast. Os dejo con él. 

BUKOWSKI CONTRA BUKOWSKI

Ago 21, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments


Hoy van a chupar ustedes el tuétano de una columna periodística. Con ustedes el making of de ‘El último peatón’. La cámara se acerca y vemos, en primer lugar, al autor sentado delante del ordenador en pleno proceso creativo, o eso. No está solo. Colgada de su cuello, su hija de tres años le asesta varios besos letales en la nuca que tienen como objetivo desalojarle para ver en internet un capítulo de Dora la exploradora. Mientras tanto, la televisión atrona a espaldas de ambos por seiscientassesentayseisava  vez con el anuncio de Mr. Kujidor (¡Lo mismo! ¡LO MISMO NOOOO!), el cual saca de su estado catatónico al otro hijo del escritor, de siete años, quien trata de imitar al luchador enmascarado confundiendo el sofá con una pista de wrestling.
—¿Se debe a este tipo de cosas que usted haya utilizado personajes de los anuncios, como Mr Krujidor, en alguna de sus columnas? —pregunta en ese momento un incisivo reportero.
—Eh, ah, uh… —balbucea el autor, intentando disimular, y a continuación inventa una argumentación con más calado intelectual—. En realidad no. Mr. Krujidor, apareciendo en un consejo de ministros (¡Reforma laboral nooo! ¡ESCLAVISMO!) o el EULI (Ejército Unificado de Liberación Indigente) secuestrando al líder de la Vuelta, un ciclista chiquitistaní de un metro y diceiseis centímetros de altura y obligando a Roberto Jiménez a enfundarse su maillot amarillo al tiempo que lo torturan con frases del tipo “Para que entiendas lo que es estar ahogado”, ese tipo de escenas, son propias de lo que yo considero que hoy debe ser el hiperrealismo literario, la literatura como arma social, la manera más efectiva de reflejar y denunciar el mundo en que vivimos: las distopías, es decir las utopías al revés, relatos futuristas y apocalípticos en los que los personajes viven bajo regímenes totalitarios que le suministran gratuitamente drogas alienantes como el abono del fútbol o la tarjeta de El Corte Inglés; personajes que pasan toda su existencia dentro de centros comerciales, dándole al “Me gusta” en Facebook o que hablan por wasap incluso cuando están frente a frente. Solo mediante la exageración y la deformación es posible retratar una sociedad como la nuestra, para la que la realidad siempre hay que interpretarla al revés (por ejemplo, cuando sale un portavoz del gobierno diciendo que las pensiones no se tocarán, significa que los que no las tocarán serán los pensionistas). La distopía y el esperpento son hoy por hoy las únicas alternativas para contar la realidad, al menos hasta que no empiecen a escribir los euskoecuatorianos,  los magrebís nacidos en Carabanchel, los sudaneses del Alto Ampurdán…
—Vamos, que lo de Mr. Krujidor es lo que suena de fondo y usted escribe cuando no se le ocurre otra cosa.
—Sí —admite el autor, y después descarga su frustración con su hija, a la que se sacude de encima y además le revela que Dora y Botas son chivatos de la policía, siempre delatando al pobre Swiper.
A continuación, el autor se queda un rato meditabundo, rascándose el mentón. Una pose muy interesante, muy cinematográfica, pero en realidad —eso la cámara no puede verlo— dentro de su cabeza solo hay un mono tocando los platillos. “¿Dios mío, sobre qué voy a escribir?”, se pregunta aterrorizado, y vuelve a barajar la posibilidad de hablar de su último libro. Bukowski lo hizo. Bukowski se reseñó a sí mismo. Bukowski sobre Bukowski. El autor también lo hizo, con otro libro, pero el autor no es Bukowski  y le quitaron la columna que tuvo durante algunos meses en un periódico gratuito, “por autopromocionarte”, dijeron; lo otro, lo que escribió sobre la familia real, eso no tenía la más mínima importancia, por eso no, hombre, nosotros estamos a favor de la libertad de expresión, la llevamos en nuestro ADN, nosotros somos demócratas de toda la vida (¿Demócratas? ¡DEMÓCRATAS NOOO! –ay, este Mr Krujidor siempre chupando cámara—). Finalmente, el autor se arriesga: hace unos meses publicó “Dios nunca reza, ”un dietario (contradiciéndose a sí mismo, nada de distopías disparatadas, la vida misma a flor de piel)  y no puede ser un malqueda, tiene que agradecer a todas esas personas, desconocidos que le han parado por la calle –nunca le había pasado- para darle las gracias, a todos los lectores que le comentan de corazón que su libro les ha robado horas de sueño, les ha emocionado, que con él se han reído, han sentido que era su propia vida…
—¡Corten, corten! ¡Ese es otro making of!—se oye una voz de fondo, mientras la claqueta marca el fin de otra columna, escrita a trancas y barrancas y el último peatón sigue bajo el sol de agosto su errático camino en busca de la libertad creativa, o eso.  

Crítica de Fiambre en «Diario de Noticias’

Jul 4, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments
SAN FERMÍN, VIDA Y OBRAS, por Pedro Zabalza

Obra: Fiambre. Autor: Patxi Irurzun. Dirección: Miguel Munárriz. Intérpretes: Ion Iraizoz, Pablo del Mundillo y Miguel Munárriz. Obra: Los abuelos por San Fermín. Autor: Josu Castillo. Dirección: Ana Maestrojuan. Intérpretes: Josu Castillo, Ventura Ruiz e Iratxe García Úriz. Obra: ¡Pum! Autor y director: Miguel Munárriz. Intérpretes: Miguel Munárriz y Marta Juániz. Lugar y fecha: Teatro Gayarre, 28/06/2012.

cuando estamos ya contando las horas para el txupinazo, el Gayarre nos ofrece la posibilidad de abrir boca con tres pequeños aperitivos sanfermineros. 3 obras cortas 3 es el taurino título que engloba al trío de obras premiadas en el concurso de textos relacionados con las fiestas pamplonesas. Tres obras que, desde la comedia, como no podía ser de otra manera (¿de verdad que no se puede?), dirigen su mirada sobre distintos aspectos de la vida en unas fechas en las que la realidad se suspende provisionalmente y es sustituida por otra que sacamos del armario de año en año, junto con la ropa blanca. Otra realidad, con sus costumbres, sus códigos y sus usos sociales.
Decíamos que las obras hablan de la vida. Vida y muerte se dan la mano en la primera pieza de la terna. Fiambre es una historia sobre un abuelo que, inoportuno él, decide morirse el 5 de julio. Su nieto no está dispuesto a perderse los Sanfermines ni a dejar a su abuelo sin esas fiestas que tanto le han gustado siempre, así que, convenientemente amarrado a la silla de ruedas, saca al finado por las calles de una ciudad donde casi nada parece fuera de la normalidad. Digamos que Fiambre podría ser como una versión macabra de Cinco horas con Mario, pero ampliando el lapso temporal a varios días, hasta que el estado del anciano empieza a ser perceptible al olfato incluso por encima de las miasmas mefíticas que se adueñan de la mayoría de los espacios festivos. La obra está compuesta en un tono entre la comedia negra y un realismo sucio seña de identidad de su autor, el escritor Patxi Irurzun (del que, ya puestos, recomiendo la excelente Dios nunca reza). La historia de Fiambre me parece la más original de las tres, aunque su puesta en escena está lastrada en parte por su evidentísimo origen narrativo. Ion Iraizoz brega de manera muy meritoria con este casi monólogo, logrando una interpretación creíble y adecuada al tono del texto; tal vez un tanto forrestgumpiana, eso sí.
La segunda de las obras también tiene que ver con abuelos y con nietos: una pareja de jubilados se queda al cuidado del bebé de su hija cuando esta se va a los toros. Mientras, hacen planes para la noche, cuando la chica vuelva tras la corrida. Los abuelos por San Fermín, título de este texto de Josu Castillo, no tiene mucho que ver en tono con la pieza precedente. Comienza como un relato realista, intentando que los diálogos y situaciones no se escapen de los límites de una normalidad cotidiana. Sin embargo, la segunda mitad de la obra gira hacia una comedia de verosimilitud más permisiva y con algunas concesiones a la exageración (la hija borracha, por ejemplo). No sé si ambas partes sueldan bien (no termino de ver a esa mujer tan razonable del principio proponiendo un picnic alcohólico y llenando una mochila con los objetos más variopintos), pero el público lo disfrutó bastante, especialmente con la segunda mitad.
Y si el público pide comedia, comedia en estado puro les ofrece ¡Pum!, un texto firmado, dirigido e interpretado por Miguel Munárriz. ¡Pum! muestra en nueve escenas, una por cada día de fiestas, la vida de un matrimonio, como ellos dicen, «de mediana edad». La obra suple cierta falta de desarrollo argumental con una mirada irónica por algunos de los lugares comunes más reconocibles de la juerga pamplonesa. El resultado es casi un retrato sociológico en el que no es difícil reconocerse, al menos, parcialmente. Si a eso le añadimos unos diálogos bien compuestos y, sobre todo, magníficamente interpretados por Munárriz y Marta Juániz, el éxito está garantizado.

 http://www.noticiasdenavarra.com/2012/07/02/ocio-y-cultura/cultura/san-fermin-vida-y-obras

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