AGUR VENDETTA! Entrevista para ON
“SOMOS OBREROS DE LA MÚSICA”
VENDETTA
Tras diez años de ska y rock, de carretera y parranda, de emoción y rebeldía, la banda navarra dice adiós en su mejor momento, tras publicar su aplaudido “Bother”. Dejan cinco discos y algunas canciones inolvidables como Begitara begira, Botella de ron o Udarako gau luzeak
Patxi Irurzun/ Publicado en magazine ON (suplemento semanal de diarios Grupo Noticias 29/06/2018)
Cuando hace unas semanas Vendetta hizo público el comunicado que anunciaba su despedida, la noticia sorprendió y entristeció a sus seguidores. Y a sus padres (o al revés, y a sus hijos). A lo largo de la década en que el grupo ha estado en activo su música ha puesto a bailar a diferentes generaciones: adolescentes, jóvenes, cuarentones que todavía se creen jóvenes… Buena parte de su éxito es el esqueleto ska de sus canciones que no han tenido miedo de rellenar con músculo rockero, aires mexicanos, incluso con el nervio electrónico que recorre todo su último disco. Eso, y la actitud de una banda que siempre ha funcionado como una cooperativa, como un grupo de amigos y con un objetivo claro: divertirse y hacérselo pasar bien a quienes escucharan sus canciones. Atrás dejan cientos de conciertos y cinco discos, con algunas temas inolvidables, como Botella de ron o Begitara begira. Los cinco miembros del grupo navarro (Javiero Etxeberria, Pello Reparaz, Luisillo Kalandraka, Ruben Antón y Enrikko Rubiños) han recorrido juntos un camino que, inevitablemente, como en la vida misma, toma al final del mismo otras direcciones, desemboca en otros caminos, lleva a otros territorios. Se separan en una decisión tomada en auzolan, como siempre ha funcionado la banda. Sobre todo ello, y sobre todo lo que han encontrado a lo largo de ese viaje (los duros inicios, las giras internacionales, algún que otro concierto que acabó siendo un puro infierno, los jirones de alma dejada en cada canción) charlamos con tres de los integrantes del grupo: Javiero, Pello y Luisillo.
La primera pregunta me imagino que ya se imaginarán cuál es…
Javiero: ¿Por qué nos llamamos Vendetta?
(Risas)
No, por qué deciden separarse, claro.
Pello: Es una decisión artística.
Luisillo: Y una evolución lógica dentro de una banda. Somos cinco personas que hemos ido muchos años por el mismo camino hasta que, simplemente, las vidas se separan y hemos decidido tomar caminos diferentes, sin ningún mal rollo ni mala intención.
Javiero: En realidad, aunque no lo parezca, la nuestra es una trayectoria muy larga, de diez años, que los hemos vivido a tope, sin parar, son diez años que parecen veinte.
Sí, porque echando la vista atrás el grupo nace en 2009…
Pello: De cara al público sí, ese año publicamos nuestro primer disco, pero nosotros en realidad empezamos a ensayar ya en 2007, luego ya hicimos algún bolo, salimos en un disco recopilatorio con otras bandas…
¿Tenían claro ya desde entonces que iba a ser un grupo de ska?
Luisillo: En principio sí, o al menos que esa iba a ser la columna vertebral, de la que partíamos con algunas canciones de Javiero, y que a ello se iba a sumar lo que cada cual aportara.
Javiero: En realidad veníamos de una situación bastante parecida a esta, casi todos llegábamos de Skalariak, después de otro ciclo de diez años con el grupo, y los que vivíamos en Iruña queríamos seguir por esa línea del ska…
Pero, aunque es cierto que la mayoría procedían de Skalariak y que la columna vertebral del grupo es el ska, Vendetta también ha sido un grupo muy heterogéneo, no solo musicalmente, también en cuanto a la edad, el idioma de las canciones…
Pello: A nivel de influencias, es cierto, somos gente de diferentes generaciones, que ha oído música diferente, que ha ido cambiando de gustos, evolucionando, que ha vivido cosas diferentes, y todo eso no ha hecho más que enriquecer a Vendetta a nivel artístico, cultural… Hemos querido y creo que hemos sabido darle homogeneidad a toda esa pluralidad que yo creo que además representa en cierto modo muy bien lo que hay en Navarra, y es algo de lo que estamos muy orgullosos.
Esa pluralidad de alguna manera también es la que ha conformado no solo al grupo sino además a su público, también muy variado ¿no?
Luisillo: Claro, porque por un lado estábamos Javiero y yo que llevábamos dando la brasa una porrada de años; luego estaban los que cuando empezamos estaban en la universidad y que arrastraban a público de ese ámbito y esa edad; y luego los quinceañeros, que son los que van a los conciertos (nosotros los cuarentones preferimos ya la butaca, la cervecita…).
Javiero: Hemos abarcado tres décadas.
Luisillo: También ha ayudado en eso que nosotros hagamos ska, una música para bailar, sin mucha distorsión, pero que a la vez tiene su punto rockero…
Vendetta es un grupo que, efectivamente, ha llegado a mucho público, ha tocado mucho, pero aquellos inicios supongo que habrían sido duros…
Luisillo: Sí, sobre todo viniendo de un grupo como Skalariak (de donde procedíamos cuatro de los cinco, todos menos Pello), que había tenido cierto éxito, con lo cual parecía que después de eso no había vida. Pero tocó picar piedra y creer en nuestra película. Partimos de cero, sin intentar tampoco hacer continuidad de la anterior banda. Y pasamos de tocar para dos mil personas a tocar para veinte. Pero en el fondo aquello también tenía su encanto, porque era como ir viendo cómo crecía la criatura. Si hubiéramos seguido como hasta entonces, tocando para tanta gente, no sé si hubiera tenido la misma gracia, o lo hubiésemos valorando tanto…
Pello: Todavía sigue pasándonos a veces, en realidad: cuando tenemos conciertos fuera, en el extranjero, en Suiza, Latinoamérica, o incluso por el estado, en el sur. Y eso, tocar ante poca gente, es un poco como volver a las raíces.
Luisillo: Y además es ahí donde se ve la reacción del público, en ese contacto más directo, cuando ves los ojos a quienes te están viendo y te das cuenta si se está emocionando o no… Mirarse a la cara es muy importante.
Pello: Son cosas diferentes. Cuando tocamos aquí, la gente se sabe las canciones, las canta, baila… Es una especie de fenómeno de masas, y antes de salir a tocar ya sabes que está todo el pescado vendido; y en esas otras ocasiones, tienes que salir a ganarte a pulso es ese público, se trata de algo más primitivo.
Luisillo: Yo recuerdo por ejemplo un concierto cuando empezamos, en 2008, en Erratzu, en el Zubi Punta, que nadie nos conocía, y se montó un pollo impresionante, y fue un momento importante para nosotros, que nos dio mucha confianza, porque que nos dimos cuenta de que lo que hacíamos merecía la pena. Igual sin aquel concierto en un bar Vendetta nunca habría sido lo que es ahora…
Cuando empezaron fue también importante que pronto salieran a tocar fuera, a rodarse en el extranjero…
Luisillo: Sí, porque teníamos contactos de la gente que habíamos ido conociendo con Skalariak, en Suiza, Alemania…
Pello: Por aquí tocamos antes en Galicia que en Gipuzkoa.
Luisillo: Ese fue el primer concierto en que nos pagaron, aunque luego nos gastamos el triple, en marisco y demás.
Otro de los momentos importantes para ustedes fue tocar en los campamentos saharauis de Argelia
Luisillo: Aquello fue una experiencia brutal, a nivel de banda y personal para cada uno de nosotros.
Pello: Una experiencia revolucionaria. Nosotros fuimos a aportar algo y al volver la sensación era de haber regresado con mucho más de lo que habíamos llevado. Y eso, volviendo a lo mismo de antes, es cuando te das cuenta, de esa forma más primitiva, de que es lo que realmente vale, de que hay unos valores y unas energías que aquí tenemos olvidadas…
Luisillo: Es la diferencia que decíamos antes de salir a tocar delante de dos mil personas, que, vale, sales todo emocionado, pero cuando estás cantando delante de una persona, tetrapléjico, con un carnet de identidad español, pero olvidado por todos, que no es marroquí, ni español ni nada, en un hospital con unas condiciones tan precarias… Eso no se puede comparar con nada.
En Latinoamérica, por su parte, tuvieron una gira algo accidentada…
Javiero: A América hemos ido dos veces, y tuvimos un incidente, que hoy parece o lo recordamos como algo anecdótico pero que en su momento no lo fue tanto, aunque también es cierto que podía haber pasado en cualquier lado, porque en todos los sitios hay gente de seguridad que provoca mucha inseguridad. Hubo un problema en Chile, con un portero, que no dejó entrar a un tipo, se montó una bronca, luego volvió el tipo con algunos colegas, con pipas… Desde allí fuimos a Argentina, y hubo de todo, desde tocar ante ocho mil personas con La Vela Puerca a hacerlo ante ciento cincuenta en una casa okupa, en la que parecía que se nos iba a caer el techo encima.
Pello: Es lo que decíamos antes. Nosotros somos obreros de la música, y hay días que te toca trabajar en una mansión y otros en casa de un colega, rompiéndole el baño.
Luisillo: Lo mejor de situaciones como esas es que a veces tienes que tomar decisiones en el momento sobre algo que no te habías ni imaginado que te podía pasar, entre cinco personas, y entonces toca mirarse a la cara y resolverlas entre todos.
Eso, tomar las decisiones en auzolan, es algo que siempre ha caracterizado al grupo, su manera de funcionar.
Luisillo: Sí, porque además de obreros somos cooperativistas.
Pello: Y esa ha sido siempre la esencia de Vendetta. Yo creo que esta decisión final de separarnos también tiene que ver con esto. Siempre hemos estado los cinco en el grupo, hemos funcionado de una forma muy compacta y esto lo hemos decidido también entre todos.
Y lo dejan además en un momento dulce…
Luisillo: Sí, hemos ido hacia arriba y ahora creo que estamos en lo mejor. Y eso, dejarlo precisamente ahora, es bonito, pero a la vez es igual lo más difícil, saber decir cuándo y cómo.
Pello: Ellos ya lo hicieron con Skalariak así y yo lo viví en aquel momento como un fan del grupo, y me pareció algo enorme, aunque igual no lo entendieras, y ahora lo estoy viviendo desde este lado y me parece algo maravilloso. En realidad, solo hay dos opciones: esta o la decadencia, y nosotros preferimos esta, dejarlo arriba.
En cuanto a lo puramente musical Vendetta ha sido un grupo de ska, pero al que, efectivamente, nunca le ha dado miedo innovar o experimentar.
Luisillo: El ska siempre ha sido el eje, la columnilla esa que sabemos que va a hacer bailar, y a ello le hemos ido sumando cada cual su aportación: Javiero es más rockero. Pello más electrónico, yo escribo de otra manera… Miedo no hemos tenido nunca. En los ensayos muchas veces hemos cogido canciones, las hemos probado en diferentes estilos, punk, mexicana, y elegíamos lo que más nos gustaba.
Javiero: Siempre hemos intentado hacer discos que no fueran aburridos, en el caso del último, Bother, incluso metimos la electrónica…
¿Cómo recibieron sus seguidores ese giro?
Luisillo: Teníamos cierto miedo, no sabíamos si quizás estábamos haciendo un txundi-txundi que no se iba a entender, aunque en mi opinión estaba bastante moderado, y la gente lo ha aceptado muy bien.
Pello: Sobre todo porque no hay txundi-txundi, en realidad, es decir, no hemos hecho un disco de música electrónica, sino que hemos cogido algunos sonidos electrónicos para darle un aura moderna a nuestro estilo.
Luisillo: Y para que eso englobara todo el disco, todas las canciones, algo que hasta ahora no habíamos hecho.
La música ha cambiado mucho desde hace algunos años: la forma en que se escucha, la venta de discos. ¿Ustedes cómo lo han vivido? Por ejemplo, tomaron la polémica decisión de poner en descarga libre sus trabajos…
Javiero: Yo creo que desde el año 2000 ha habido un vuelco. Ahora mismo, por ejemplo, el cedé físico ya está desaparecido. Ha habido muchos cambios, los sigue habiendo a cada momento y estás realmente un poco perdido en cuanto a lo que es la industria.
Luisillo: En nuestro caso, pusimos los discos en descarga porque, por ejemplo, es muy probable que las compañías discográficas no te editen en Chile, pero si tú con las redes sociales llegas a gente que no te puede escuchar, que no puede comprar tu disco… Eso no te genera dinero pero provoca mucha satisfacción, y también la de pasar por encima del dinero de la discográfica a la que no le interesa que a ti te escuchen allí.
Javiero: Se trata también de adaptarse. Ahora el tema es Youtube, Spotify, videos, reproducciones, redes sociales, los móviles… Igual en realidad lo que se está es volviendo a los orígenes, a los años cincuenta, cuando se publicaban singles.
Pello: Igual también es una tendencia hacia algo más natural, a hacer canciones. Aunque ahora hemos sacado este disco más conceptual, Vendetta nunca había tenido un concepto claro de disco. Todo está cambiando muy rápido. Nosotros tomamos la decisión de la descarga directa hace cuatro años y por aquel entonces tuvo mucha repercusión, pero hoy en día, en realidad, ya nadie se descarga el disco, se escuchan las canciones en Spotify, es decir, todo sigue cambiando y no sabemos a dónde va.
Luisillo: Lo que está claro es que ahora tienes la posibilidad de poner algo en el mundo, al alcance de todos, que antes no tenías, antes necesitabas a la discográfica, ahora puede ser incluso al revés, si tú cuelgas algo y a la gente le gusta, la discográfica vendrá a ti.
Javiero: Por lo demás, yo, como consumidor, sigo comprando vinilos, para mí esa es la prioridad.
Volviendo al principio y al comunicado de despedida, en él decían que, a pesar de ser un momento triste, siempre lo habían pasado bien en Vendetta. Esa ha sido siempre algo claro en el grupo
Lusillo: Sí, ser una pequeña familia y divertirnos. Es algo que igual nunca habíamos dicho mucho, pero es cierto, después de diez años nos seguimos subiendo al escenario y pasándonoslo bien.
Es algo que no se suele decir, es cierto, sobre todo ahora en que, en los concursos de talentos de la tele, etc. parece que se prima la idea de triunfar rápido. Es decir, los artistas que empiezan no quieren hacer una buena canción, o disfrutar con lo que hacen, sino tener mucho éxito cuanto antes…
Luisillo: La gente busca un trampolín que le lleve cuanto antes al final del camino, y se olvida de este, se está perdiendo todo ese recorrido, que es donde pasan las cosas, en realidad.
Pello: Es una tendencia en todas todos los ámbitos, y en lo musical más. Yo veo en mi entorno músicos que se encargan antes de diseñar sus redes sociales que de hacer canciones, y eso no tiene sentido.
Haciendo balance, echando la vista atrás en su camino, están satisfechos, creen que han dejado discos que merecen la pena
Javiero: La verdad es que sí. Aunque en realidad aún creo que todavía no somos conscientes. Con Skalariak, por ejemplo, donde hubo un poco de todo, ahora el recuerdo que tengo es muy bueno, y con Vendetta supongo que pasará lo mismo.
Pello: Sí, creo que ahora mismo no somos todavía conscientes de lo importante que ha sido para nosotros Vendetta.
¿Con qué momentos se quedarían?
Luisillo: Yo, sin duda, el que he contado antes, cuando cantamos para aquel hombre tetrapléjico en los campamentos saharauis. Todavía se me ponen los pelos de punta.
Pello: Hay muchos, pero para mí escribir una canción, tocársela a tus amigos, ver que se emocionan con ella y después comprobar al cabo del tiempo que esa canción se convierte en, por ejemplo, Begitara begira.
¿Cómo será la despedida del grupo?
Javiero: Vamos a acabar los conciertos que tenemos y después sí que queremos hacer algo bonito, un concierto final, pero todavía estamos pensando cómo, para hacerlo de la mejor manera posible. Pero sí, habrá un concierto de despedida (esta misma semana el grupo ha confirmado que su último concierto será el 28 de diciembre en Villava, aprovechando el escenario del festival Hatortxu Rock, que se celebra al día siguiente)
Para acabar, ahora sí. ¿Por qué le pusieron Vendetta al grupo? ¿Fue por el comic?
Javiero: Pues fue una cosa un poco precipitada: cuando empezamos a tocar nos pidieron una canción par un disco recopilatorio, de canciones de las peñas de Pamplona tocadas por bandas de rock, y tuvimos que decidirlo rápidamente, dijimos Vendetta por decir algo, y después ya cuando entramos a Google y vimos que estaba el comic, la película (hay hasta una orquesta con el mismo nombre, que llevan un logo muy parecido al nuestro, por cierto)… nos dimos cuenta de que había sido un poco cagada; o igual no, porque se quedó así, y ha durado hasta hoy. Y, la verdad, creo que no ha estado nada mal, todo esta historia de Vendetta.
Personal
Miembros: Pello Reparaz (trombón y voz), Javier «Hurakan» Etxeberria (guitarra y voz) Ruben Antón (trompeta y coros), Luisillo Kalandraka (bajo y voz), Enrikko Rubiños (batería y percusión)
Trayectoria. Vendetta se forma en 2007, de la mano de los veteranos Javiero Etxeberria y Luisillo Kalandraka, que formaron parte de grupos como Mala Fama o Burni, a los que se suman Ruben Anton y Enrikko, con quienes compartieron tablas en Skalariak, y Pello Reparaz. Tras participar en discos recopilatorios como “Jai bat 16 kolore” o “Aurtengo gorakada 10”, se estrenan en 2009 con su primer disco homónimo “Vendetta”, a los que seguirán “Puro infierno” (2011), “Fuimos, somos y seremos” (2012), “13 balas” (2014) y “Bother” (2016). Han ofrecido cientos de conciertos, algunos de ellos en Latinoamerica, Suiza o los campamentos saharauis. Continuarán tocando hasta final de año y prometen despedirse con un gran concierto. Algunos de los miembros del grupo ya están trabajando en nuevos proyectos, como “Los Hollister”, el grupo que Javiero Etxeberria ha formado junto a sus hermanos.