“Mirar y consolar a la niña que fui y que sufrió esa experiencia tan traumática ha sido doloroso pero sanador”
La cantante granadina presenta hoy en Lizarra e Iruñea el libro “La niña y el lobo”, en el que cuenta su experiencia como víctima de violencia de género.
Patxi Irurzun, Iruñea
Ámparo Sánchez, Amparanoia, desvela en La niña y el lobo (Lupercalia ediciones) una etapa de su vida desconocida no solo para el gran público sino también para mucha gente de su entorno: su experiencia, cuando solo tenía 16 años y era madre adolescente, como víctima de violencia machista. El libro busca ayudar a mujeres en la misma situación y le ha servido a ella para cerrar heridas, ser consciente de los ángeles que la han sostenido, como su hijo o la música, y caminar en paz a lo largo de su vida. Hoy, presentará el libro en la Casa de la juventud de Lizarra (17:30h) y en el Planetario de Iruñea (20:00h), con entrada libre, donde también interpretará en acústico alguna de sus canciones.
¿Por qué te has decidido a contar ahora una experiencia tan dura?
He escrito “La niña y el lobo” con el objetivo de que pueda servir a mujeres que se encuentren en una relación de control que puede acabar en un caso de violencia de género. A mí me tocó vivirlo siendo adolescente. El libro cuenta a modo de diario mi experiencia entre los 14 y los 24 años: fui madre con 16 años, se trató de mi primera relación de amor, empezamos a vivir juntos, pronto empezaron los episodios de violencia… Era algo de lo que no había hablado mucho, y ahora a una edad madura he sentido que el libro podía servir como ejemplo de superación, porque tiene las claves de cómo salir, muestra cómo empezar por el amor a una misma, los recursos y los pasos para salir de una vida que no te mereces y de la que no tienes la culpa. Es una herramienta para mujeres en esa situación o para quien quiera saber más sobre ese tema.
¿Y para ti escribir ha sido una terapia?
Por supuesto, el libro me ha dado la oportunidad de hablarle a esa niña que se quedó con esa experiencia traumática y a la que no había vuelto a mirar, he podido abrazarla, consolarla, y también me ha servido para darme cuenta de que he elegido el perdón para seguir adelante, o de que la música ha sido el motor para conseguir hacer realidad mi sueño, vivir de ella… Escribir me ha permitido ver todos esos ángeles, como mi hijo, que pasaron por mi vida y me ayudaron a salir de esa situación.
Pero desgraciadamente casi siempre las historias de violencia machista que conocemos tienen finales de los que nos enteramos en los telediarios…
El libro busca decir que la superación es posible, que es posible salir, que los celos no son amor, que si te hacen llorar no es amor… Necesitamos contar todo eso porque las mujeres crecemos con unos patrones de amor romántico que son engañosos y machistas, y necesitamos hablar de estas historias para construir una sociedad igualitaria y que respete a la mujer…
Cuando uno lee el libro el lector se pregunta precisamente por qué la protagonista no se aparta de su maltratador, por qué continúa con él… Supongo que es algo que hay que vivir en primera persona para conocer las respuestas
Es muy complicado porque estamos hablando de una relación de amor, hay un propósito de vida juntos, hay un “enamoramiento”, crees que ese es el amor de tu vida y quieres que eso cambie y no vuelva a pasar, le crees cuando te pide perdón y estás convencida de que no va a volver a pasar, porque estás enamorada, esa es por supuesto la parte más dura, esa parte de enganche incluso sabiendo que te hace daño, y en la que las mujeres solemos necesitar más ayuda, de tipo psicológico.
En tu caso, a pesar de todo ello, de ese daño, has perdonado…
Aunque era algo que ya sabía, escribiendo el libro fui mucho más consciente de que había perdonado porque el rencor y el odio iban a ser pesos que no me dejaban avanzar, en mi evolución personal, en mis futuras relaciones de pareja y sobre todo en el sentimiento que yo quería transmitir a mi hijo, yo no quería que él odiara a su padre, y elegí el perdón sin ninguna connotación judeo-cristiana, fue algo más del tipo “esto ya pasó, me voy a curar, he salido y voy a caminar en paz con mi pasado”.
Y no tuviste miedo de que escribir libro reabriera las heridas, o te hiciera revivir aquellos momentos…
No fue fácil, no, y no solo ya recordar los momentos de violencia física, sino la realidad de aquella niña, que fue madre tan joven, una realidad tan dura siendo tan inocente todavía… Mirarla fue doloroso, pero a la vez muy sanador…
Has hablado de tus ángeles, la música, tu hijo, tu familia… ¿Cómo ha recibido la gente de tu entorno el libro, y cómo quienes ni siquiera conocían esta etapa de tu vida?
Esa ha sido sin duda la parte más dura, la que más me ha costado… No lo han pasado bien, quienes estaban en esa época conmigo y no sabían nada han pasado la angustia de no poder haberme ayudado, para los que todavía no estaban ha sido un shock… Pero yo siempre les digo que el mensaje es de esperanza, que el final, más que feliz, es de armonía, y que miren a la mujer que soy ahora y no a la niña que fui, aunque ella forme parte de mí.
http://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gara/editions/gara_2014-10-30-06-00/hemeroteca_articles/consolar-a-la-nina-que-fui-y-que-sufrio-esa-experiencia-ha-sido-doloroso-pero-sanador
La entrevista en Eguzki Irratia:
http://eguzki.eus/entrevista-con-amparo-sanchez-amparanoia-y-entrevista-sobre-la-resintonizacion-de-antenas-de-tv/
(a partir del minuto 11)
Intervención de ARTas en San Fermín Txikito. Foto: ARTas
ARTas, nace en Iruñea para reivindicar la igualdad de género desde el ámbito creativo
“LA INVISIBILIDAD DE LA MUJER ES BRUTAL”
Patxi Irurzun. Iruñea
“Las mujeres no deberían reírse en la calle”. Son declaraciones de Bulent Arinç, viceprimer ministro turco, el pasado verano. Esas palabras fueron el detonante para crear el colectivo ARTas, que busca combatir la desigualdad de género a través de intervenciones artísticas, y denunciar la invisibilidad de la mujer en el propio ámbito creativo. Su primera acción fue recopilar fotos y grabaciones de mujeres riéndose y llenar con ellas la calle, durante las pasadas fiestas de San Fermín Tixikito. Que las carcajadas se escucharan bien altas. Que llegaran lejos. Hasta Turquía. Tal vez lo hayan conseguido, pues, además de la calle, las redes sociales son el espacio en el que ARTas va a intervenir. Hablamos con ellas.
¿Cuándo surgió ARTas y con qué objetivo?
ARTas lo formamos Silvia Jauregi y Ventura Ruiz. Ambas nos coincidimos en el instituto y después de veinte años, volvimos a coincidir en el mundo virtual descubriendo entonces que las dos nos movemos en mundos creativos como son el marketing y el teatro. Y nos reencontramos a raíz de una noticia que leímos en facebook y que nos indignó y sorprendió, a partes iguales. Decidimos que había que darle salida a esa indignación, dándole la vuelta y aportando algo en positivo. En este caso, la noticia que nos hizo empezar a movilizarnos fue la intención del gobierno turco de prohibir a las mujeres tanto la risa como la sonrisa en las calles porque atentaba a la moral religiosa e incitaba al pecado. Así que a través del propio facebook hicimos un evento animando a todas las mujeres que quisieran apoyar a nuestras compañeras turcas para que subieran fotos en las que reían y reían y reían… La respuesta fue espectacular y el evento se expandió de forma exponencial muy rápidamente. Decidimos que teníamos que ir aún más lejos comunicando las redes sociales y la calle. Y eso hicimos. Con todas las fotos recogidas editamos un vídeo y lo acompañamos con un audio que recogía risas de mujeres. Y en plenas fiestas de San Fermín txikito decidimos proyectar este vídeo en las fachadas de dos edificios del casco viejo pamplonés mientras todos los bares de la plaza de la Navarrería pinchaban a la vez el audio para que se oyeran las risas. Queremos que la gente se inquiete, pregunte y se vea también partícipe de los cambios sociales fundamentales para un mundo más igualitario en cuestión de género.
¿Cuáles son las principales carencias en cuanto a igualdad de género en el ámbito creativo?
Activistas del arte como Yolanda Domínguez llevan años denunciando la desigualdad social entre el concepto masculino y el femenino. Por ejemplo, no hay más que ver las publicaciones de moda para ver cómo es tratado un cuerpo femenino frente a uno masculino, en qué actitudes te encuentras a unos y a otras, cómo somos retratadas las mujeres generalmente como seres lánguidos, indefensos, abusados, sin personalidad, sin fuerza, por los suelos… En cuanto a los museos, tenemos a las Guerrilla Girls actuando desde el 1985 denunciando que a pesar de ser mayoría las mujeres que estudian Bellas Artes, los museos están copados por hombres y muy pocas mujeres consiguen hacerse un hueco en ellos. Esta situación no es justa y hay que buscar equilibrio entre hombres y mujeres. La invisibilidad de las mujeres es brutal. En el día a día somos ninguneadas en noticias, en temas culturales, en charlas coloquiales, incluso en programas de fiestas (¡parece que sólo hubiera gigantes y cabezudos chicos!…)
¿Y qué creéis que puede aportar el arte para conseguir una sociedad más igualitaria?
El arte no puede ser algo estanco, algo quieto y para unxs pocxs. El arte tiene que estar vivo y generar reacciones. El arte debe reflejar la realidad y si lo que refleja nos genera malestar es que está sirviendo para denunciar desigualdades. En este caso, cuando sacas a la luz la cotidianidad y la comparas entre los géneros te das cuenta de lo diferente que es ser hombre o ser mujer. Y no queremos que por una cuestión tan supeditada al azar como nacer con un género u otro, tengamos vidas diferentes en cuanto a igualdad de trato, de oportunidades, de salario, de aceptación… Por ejemplo, si publicamos en nuestra página facebook, como parte de nuestra próxima acción, fotos realizadas a hombres que adoptan las poses típicas de mujeres de las revistas de moda nos daremos cuenta de lo ridículos que resultan. Si abriésemos un periódico y viésemos tan sólo fotos de mujeres políticas, economistas, futbolistas… ¿no nos extrañaríamos? Pues lo que queremos subrayar es que todo esto, el rol que se asigna a hombres y mujeres actualmente, se acepta como normal cuando no debería serlo. Y hay que cambiar la mirada de la sociedad para conseguir una sociedad más igualitaria…
¿Cuáles serán las nuevas acciones de ARTas? ¿En qué ámbitos vais a interactuar?
Seguiremos el ejemplo de Yolanda Domínguez en cuanto a sacar el arte-denuncia de los museos y de las galerías y llevarlo a la calle o, gracias a las nuevas tecnologías, moverlo por las redes sociales. La idea es impactar. Que la gente que se encuentre con nuestras propuestas se impresione y saque el móvil, haga una foto, la comparta… Creemos que poca gente pasea por los museos y galerías, que el concepto de arte ha cambiado y ahora es más efímero y que por ello una acción puede llegar a más gente si actuamos en la calle o en las redes sociales. Interactuar en la calle es algo muy potente por su pronta respuesta y su gran impacto pero hemos constatado también la enorme difusión que se consigue a través de facebook. Por ello, en nuestra página de ARTas, además de recoger imágenes de nuestras acciones callejeras, compartiremos también todas aquellas noticias que contribuyan a dar más visibilidad a la mujer, las noticias que nos parezcan divertidas, los trabajos de las mujeres creativas que vayamos conociendo… (como Agustina Guerrero o Caroline Sesmes y Laura Tomé, por ejemplo). Todo esto para conseguir un mundo que trate mejor a las mujeres, abra la mente de los hombres para que sean conscientes de las desigualdades de género y pelee por un mundo más libre, más creativo y más armónico, porque somos y estamos ARTas!
http://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gara/editions/gara_2014-10-26-06-00/hemeroteca_articles/la-invisibilidad-de-la-mujer-es-brutal