PRIMAVERA AL SOL (Y AL SOL QUE MÁS CALIENTA)
A mí todo lo que está pasando me parece muy bien, ya veremos en qué acaba, pero me parece muy bien, nos pasamos la vida quejándonos y cuando por fin alguien mueve el culo, lo pateamos un poco, bah, sí son unos guais, si van solo al cachondeo o ¿y donde han estado estos durante todo este tiempo?… Ya veremos qué pasa, claro, cuando las cosas se pongan feas, si se ponen, si hay hostias, que espero que no. Este, en todo caso, yo creo que no es tiempo de andar con noñerías, con flores en el pelo, es tiempo de llamar a las cosas por su nombre y de cerrar bocas, de partirlas si hace falta, de decirles a los robertos jímenez, anda cállate, hombre, tiempo de hacer las cosas que uno hace cuando de verdad está indignado; es tiempo de dar avisos, de verdad, de que quienes empiecen a sentir miedo sean otros, de devolver los empujones, de cortar cabezas… A las barricadas, y todo eso.
Luego, al rato, me llamó una señora y me dijo que lo hacía de parte de Roberto Jiménez, ¿lo conoce?, y yo: no, bueno, sí, o sea¿como, personalmente, dice usted?, y entonces se puso a leer unas cosas muy raras y yo ya no le hice caso, Adios, Adios, un abrazo para Roberto, dígale que mañana, ya que estoy de paso por Madrid, me voy a lo de la acampada de Sol, a mirar un poco, por si se quiere venir y eso.