CALZADO DESPAREJADO
Publicado en «Rubio de bote», magazine ON (diarios Grupo Noticias) 23/11/24
Algunos días, mientras conduzco, suelo encontrarme tiradas en mitad de la carretera zapatillas de deporte, botas de monte… calzado nuevo y desparejado. Esto último es lo que más me inquieta. Me pregunto cómo han acabado ahí todos esos zapatos solitarios. ¿Los ha arrojado un ocupante de un vehículo a otro tras una discusión de tráfico? ¿Es un código de alguna sociedad secreta para marcar una ubicación? ¿Hay enterrado a unos metros un tesoro, un muerto, un cáliz sagrado? ¿Alguien ha atropellado a un cojo?…
¿Y cómo se mueren los pájaros? Veo pasar estos días, a través de la luna delantera, las bandadas de grullas, una viruela negra sobre la piel cárdena y moribunda del cielo de otoño. Vuelan en forma de uve, como flechas arrojadas en dirección al sol por un ejército en retirada. Y se ríen, con sus graznidos obscenos. ¿De qué se ríen? Bueno, ¿cómo no se van a reír? Se van al sur, a Marrakech, o a Benidorm, mientras nosotros nos quedamos aquí, con el mercurio haciendo muescas por debajo de la línea roja y la camiseta térmica convertida en una segunda piel. Se ríen de nosotros.
La que más alto se ríe es la que encabeza la bandada, la punta de la flecha. Tiene que ser una grulla ultramaratoniana y con un GPS en la cabeza. Pero ¿quiénes son las últimas de la formación? Supongo que grullas bobas, que no saben leer los mapas, o grullas jubiladas, con artritis y la próstata o el corazón inflados, grullas que no llegarán a su último baile en el hotel del imserso. ¿Qué sucede cuando ya no pueden más? ¿Se separan de la bandada y se dejan caer planeando, balanceándose como una hoja muerta, hasta posarse en la tierra? ¿O caen a plomo, como manzanas de Newton, como meteoritos de carne y hueso? ¿Ha muerto alguna vez alguien golpeado en la cabeza por un pájaro muerto?
Hablando de pájaros muertos, veo también todos los días, mientras conduzco, un aguilucho posado sobre un cable de la luz. ¿Por qué no se achicharra? ¿Sus garras tienen alguna sustancia, una queratina que aisla la corriente? ¿Es un funambulista eléctrico, un suicida sin prisa?…
El mundo animal, el mundo en general, está lleno de incógnitas y ya hace mucho tiempo que otro pájaro, un pájaro de hierro, mató a Félix Rodríguez de la Fuente, así que cuando llego a mi destino busco las respuestas en Google. Y, al parecer, el misterio de los zapatos desparejados no lo es tanto, se trata simplemente de personas que bajan del monte todavía con la cabeza en las nubes, o que vienen de dar un paseo, personas que dejan olvidadas sus zapatillas, sus botas, sus zapatos en el techo de los coches, al cambiarse de ropa, de manera que durante el trayecto de vuelta, su calzado cae en alguna curva, y no siempre a la vez. O eso es lo que dicen algunas hipótesis, algunos listos. Seguro que también saben por qué las lavadoras se alimentan de calcetines sueltos…