UNA ENTREVISTA A ÁNGEL PETISME
Yo pude ser Letizia
Ángel Petisme, ministro de la felicidad
El cantautor y poeta aragonés presentó en Iruñea (Katakrak) y Bilbao (Librería Cámara) sus dos últimas obras, el libro “Fast food for freaks” y el disco “El ministerio de la felicidad”, en el que colaboran El Drogas y Kutxi Romero. Hace unos días estrenó el vídeo de una de las canciones en la que rinde un hermoso homenaje a Cecilia Giménez, la restauradora del Ecce homo de Borja.
Patxi Irurzun. Iruñea
Lleva treinta años, quince libros y otros tantos discos repartiendo alegría, pero ha sido en el último de sus trabajos cuando por fin ha reivindicado su cargo. Ángel Petisme, ministro de la felicidad, ecce homo erectus, aragonés de vallekas, padre primerizo a los cincuenta, cinéfilo, escanciador de vino y bebedor de vida, acaba de parir poemario y disco gemelos (Desacorde Ediciones), los dos luminosos, plenos de colores, de letras que relucen como bengalas en el cielo de los días oscuros. De su poemario, “Fast food for freaks” ha escrito su colega Luis Eduardo Aute: “Me parece espléndido, excelente, excesivo (en el mejor de los sin-sentidos). Todos los poemas son magníficos, justos y justicieros, austeros, limpios, exactos, mazazos de puntería exacta, precisa, elegante”. Y el disco no se queda atrás. En él, Petisme rinde homenaje al vino, a su hija Alba, a los amigos que, como Felix Romeo, ya no están pero son velas que tiemblan en la oscuridad, a una viñeta de El Roto, convertida en canción ( “Además nos votaréis”, en la que colaboran Kutxi y El Drogas y en la que el ministro de la felicidad se enfada) o a Cecilia Giménez, la pintora del Ecce homo de Borja, a la que defiende de la astracanada y el torrentismo con un escudo de belleza.
-Si te apetece, empieza soltando una barbaridad, Petisme…
Yo pude ser Letizia. En Calanda en febrero de 2000, en el centenario del nacimiento de Buñuel, me invitaron a cantar pues acababa de publicar un libro disco dedicado al cineasta. Entonces tenía de público al entonces príncipe de Asturias, a Yoko Ono, a su hijo Sean Lennon y autoridades eclesiásticas y militares. Los periodistas me dijeron después que el actual rey de los españuelos se me comía con los ojos. Recuerdo que me invitó a Zarzuela y demás pero yo no le presté mucha atención. Una pena porque ahora sería una reina republicana y otro pelo nos correría a todos.
-Disco y libro a la vez, ¿hay vasos comunicantes entre ellos?
Seguro que sí porque en ambos está mi imaginario y mis fantasmas y ambos gozan de buen humor e ironía a raudales.
-Empezando por el disco te has autoproclamado ministro de la felicidad, en un disco luminoso y optimista, ¿es eso, felicidad, alegría lo que nos falta para hacer la revolución? (ya sabes, una revolución en la que no se baile, o no se folle, no es la mía)
Bueno, fui nombrado ministro de la felicidad a regañadientes como a quien le toca ser presidente de la comunidad de vecinos. Es un ministerio sin cartera y por un año, así que no saldré de pobre. Minister significa sirviente, criado, el que está por debajo de los magister: los maestros. Cómo ha cambiado la tortilla, eh. Sí, creo que la auténtica grandeza frente al poder y contra él es seguir sonriendo. La risa es una forma de re(e)xistir.
-Aunque al disco, no le falta tampoco la rabia, en la canción con Kutxi y El Drogas, o en Virgen de los Peligros, expresada con dos registros diferentes…
Son canciones cívicas contra la realidad asfixiante: el bipartidismo y la casta política en Además nos votaréis y los desahucios en Virgen de los Peligros. En ésta última utilizo el documento, el testimonio de una madre y una hija a punto de ser expulsadas de sus hogares y es una crónica y una plegaria a la vez. En la primera funciona más la mordacidad y la caña a través del recochineo de los políticos que se dirigen a nosotros: Os bajaremos los sueldos, os quitaremos derechos, nos llevaremos la pasta y además nos votaréis…
-Acabas de estrenar un video con Cecilia Gimenez, la restauradora del Ecce Homo de Borja, en la que tú también te pones en sus manos, dejas que te mime, te dé de comer… ¿Cómo y por qué surgió esta canción y la idea del video?
La historia del Ecce homo me inspiró una canción de amor y ternura. Todos somos esa pintura abandonada que se cae a pedazos y esperamos la mano restauradora del amor. Da igual que luego salga un monstruo, lo importante es que en el amor existe la voluntad y el deseo de mejora. El vídeo surgió porque me pasaron el teléfono de Cecilia y estuvimos más de horas de conversación en la primera llamada. Hubo mucho feeling, era como hablar con mi madre. Cecilia tiene un hijo paralítico de 55 años del que cuida desde niño, así que ese sentimiento materno filial era el mismo que el del Ecce homo con su creadora.
-Otro tema muy presente y nuevo en tu caso es la paternidad (me encanta y me resulta muy cercano, por cierto, cuando le dices a tu hija eso de “Si gano este premio te compro la Nintendo”, es casi un microrrelato), que en tu caso tiene algo de especial (padre a los 50, adopción, etc.)…
Sí, hay tres canciones que nacen con los nuevos sentimientos y la responsabilidad de adoptar a una pequeña que no venía precisamente con la mochila vacía sino llena de piedras y malos tratos.
-En cuanto al libro, resulta muy actual, tiene algo de justiciero, como te dijo Aute, pero a la vez parece también un libro que has compuesto escribiéndolo a fogonazos, en diferentes épocas, apuntando en servilletas o paquetes de tabaco… ¿Es así? ¿Cómo ha sido el proceso?
Lo fui escribiendo en libretas y papelitos desde 1996 hasta ahora.En realidad son apuntes, primeros versos que yo guardaba para hacer un poema o una canción en el futuro y se han quedado en relámpagos sin tormenta como aforismos, bueno, euforismos como dice un amigo. Suele tender a despertar una reflexión,un pellizco poético o en ocasiones la risa directamente.
-Para acabar has decidido mover tanto disco como libro solo por pequeñas librerías…
Es que en eso que llaman los “supermercados de la cultura”, que en realidad son del ocio y la informática les da igual vender el disco de Paquirrín Dj. que el mío. En un tiempo en que nos quieren robar hasta las mismas palabras, el mejor espacio para los ciudadanos libres son las librerías, a pie de calle, con relatos, ensayos, poemas, canciones y sueños para cada uno de nosotros.