Yo a favor del escrache no estoy. Estoy más a favor del manteo. Me parece evidente que no se trata de denunciar lo que está pasando (la que está cayendo, dicen algunos con tibieza; no está cayendo nada, están tirando, a veces a matar y de las peores formas). Ahora se trata de hacer pagar a los responsables y también parece evidente que la justicia no es igual para todos (que quien proclame que la justicia es igual para todos sea, por ejemplo, el rey de España ya es más que suficiente para pensar lo contrario). Mantear de vez en cuando a un mangante me parece un buen escarmiento. Se le puede poner casco y todo. Porque los mangantes, los mafiosos, los mireustés, los demócratas de toda la vida, pueden estar más que satisfechos con el respeto y el civismo que están demostrando quienes viven al borde de la desesperación. Ellos mismos deberían estar al favor del escrache porque el escrache es lo menos malo que les puede pasar y no voy a decir que se merecen porque igual no se puede (o porque si se dice algo igual eres de la ETA; a propósito de eso también hay que decir que la estrategia tampoco es nueva y que hay muchos que han cargado durante ese sambenito injustamente durante mucho tiempo sin que nadie abriera la boca). El escrache es, en definitiva, un gesto de buena educación, que no se quejen tanto.