Yo tenía dos tíos que eran dos viejos verdes de paisano. Sus mujeres no sabían lo cerdos que eran –o hacían como que no lo sabían- porque cuando se cruzaba en sus caminos una chica cañón mis tíos decían , mientras se miraban con complicidad y los ojos les hacían chiribitas:
Jill Love, que así se llama la chica, apareció de repente, surgida de la nada, durante las protestas del 25 S, y en un periquete triunfó el amor sobre la violencia, los fotógrafos dejaron de fotografiar a gente con la cabeza abierta y a policías con cara de perro y se arremolinaron alrededor de ella, mientras se decían unos a otros “Qué zapatos más elegantes, qué colores más bien combinados, etcétera”. Después Jill desapareció como había llegado, tragada por la multitud y la nada , aunque al cabo de unas horas, nos enteramos de que era modelo y actriz y de que estaba dirigiendo una película. OMMMMMM.
Lo que estaba claro era que pretendía llamar la atención. Al final era todo puro marketing, una oportunista más.
Es verdad tío, las fotos te hablan. Elías
¿Será grave?
Patxi