ESCRITOR DE BROMA
Hace unos días, también, leí una entrevista con el escritor Ismael Martínez Biurrun, que decía que él es amo de casa y padre y escritor, o sea, como yo, y lo difícil que es explicar eso a algunas personas, y me acordé también de un pasaje de Luz de noviembre, por la tarde, de Eduardo Laporte, en que contaba cómo su amigo X era incapaz de entender que Eduardo quisiera ser escritor, que ese fuera su trabajo, o su inversión, «ya, pero además de eso, a qué te dedicas», suele ser lo que viene después».
Es difícil también decir «Soy escritor», cuando vender quinientos libros es un pequeño éxito, tu techo. Según Alberto Olmos (quien reconoce que «lógicamente» le debo dos hostias, que no le voy a dar, lógicamente, «pues ya las iba a dejar pasar yo», dirá más de uno), según Olmos, uno no puede decir soy escritor si solo vende 500 libros, o si no sale en la portada de Qué Leer, y yo antes no sé, pero ahora que se me está acabando el paro me parece que tiene mucha razón, yo lo que soy es padre de familia, amo de casa y parado, esa es la realidad, y luego ya un escritor que con suerte vende quinientos libros, que no sale en la tele, ni escribe en los periódicos, ni da conferencias, ni chupa pollas, ¡hala!, ya está haciendose el maldito, para qué hombre, eso no te pega, tú eres un escritor tímido, uno que ha ido a mi instituto, tú no puedes llegar lejos, qué vas a contar, ¿que llueve?, menuda tontería, menuda aldeanada, eso no nos interesa, lo que nos interesa es China, y los escritores serios, los que escriben libros de verdad, etcétera.
Venga Patxi, la gente te lee y te gusta lo que escribes, así que poliki poliki. Además los macarrones que sueles preparar a tus polluelos siempre tienen muy buena pinta, que no es poco.
No te hagas de menos, que tú siempre has valido… a mí lo más que han llegado a decirme es «tienes madera», pero de vender 500 ni de lejos.
Ernesto Laguna
He tenido ocasion de leer el libro y me ha encantado. Ahora he comenzado el de Janis y ya me está enganchando. Solo espero que sigas con el animo de escribir y alguien tenga a bien publicarte para asi seguir disfrutando.
Unai.
Gracias, amigos, vosotros que me queréis.
Unai, espero que te guste también janis, aunque es… distinto. Como Jeckyl y Hyde. Un abrazo
Hola, Patxi:
A ese tipo de individuos yo les llamo «impresentables», o «gilipuertas». Ya me hubiera gustado que hubieses sido testigo de las risas que provocaba a un lector la lectura de tus «Cuentos Sanfermineros» hacia las 14:00 h. de una mañana de primeros de septiembre en la Biblioteca Pública Alsasua; se oía en todo el espacio. Fue un placer comprobar que las risas se debían a lo que anteriormente te he descrito. Y espero que para tí tambien lo sean.
Mª Luz
Claro que sí, Mari Luz, no hay mejor recompensa que eso, me alegra mucho saberlo y también el comentario que me has dejado. Un abrazo.
Por favor, Patxi, que en teniendo madera (talento a raudales) editores y lectores como para para darse con el canto famoso en los piños. Será el bajón del mes, sobre todo de fin de, pero, ánimo, y por si vuelve la bajona al ir a renovar la cartilla del paro, ya vas puesto, que tienes desde sustancias legales como el patxarán a otras que no lo son tanto; ¿de salud qué tal? Eres bueno, mucho, demasiado para lo que se estila y reclama la industria esa del papel impreso que publicitan las Babelias de todo tipo.
Será por dar ánimos…
El patxarán me va mal, con quince años me trajo la DYA unos sanfermines a casa y le escupía al gato, desde entonces no lo pruebo, pero hay más sustancias, efectivamente, aunque la más efectiva son estos mensajicos. Gracias, Txema, de todos modos a mí los bajones me duran poco, y siempre los uso para coger impulso, que decía el otro. Un abrazo