BAJÓN
Hoy estoy de bajón. Hoy hace un año que me echaron del curro. Pero no es por eso. Todavía un año después me siento como un animal que se acaba de liberar de un cepo. Aquello me estaba chupando la energía, me estaba jibarizando, me salió psoriasis, veía a mis hijos como mucho dos horas al día… No, no es por eso. Es por la novela. Hace poco más de una semana que la presenté y durante este tiempo han salido varias entrevistas y alguna (buena y extensa) reseña, pero tengo la impresión de que algo no funciona, tengo dudas y miedos y una sensación de fracaso anticipada…No sé si alguien compra el libro, si alguien lo lee, si lo lee qué piensa…. Ayer estuve todo el día bombardeando con emails a suplementos de cultura, bibliotecas, personas humanas…Sintiéndome un puto pelma, un canso, sintiendo que al otro lado alguien se reía de mí, o me compadecía….Pero no puedo evitarlo, he puesto mucha ilusión en esta novela. Cuando dejé de trabajar, pensé que esa era mi oportunidad, que por fin podía ser escritor… Ahora pienso que con algo de suerte quizás en noviembre, cuando se me acabe el paro pueda escribir folletos para empresas de desciegues o publirreportajes en un periódico, aguantar las tonterías de los que pagan y que solo por eso saben mucho más que tú, o, o igual ni siquiera eso, no sé que será de mí dentro de un año, y ya empiezo a sentir vértigo, el aliento del toro a mis espaldas…
Quizás pase algo, me digo, porque también tengo esa sensación, la de que puede pasar algo con mi libro, que caiga en las manos adecuadas, o en las menos adecuadas, una casualidad, un escándalo, pero no se si lo hago solo para prolongar la agonía. ¿Me estoy equivocando?¿Soy un canso, un pelma,uno que va de maldito,alguien que cree que es transgresor escribir polla o que sus personajes beban kalimotxo a morro? ¿Valgo para esto o soy solo un infeliz, un pobre soñador? ¿Habéis leído Oh, Janis?
De bajón, sí, pero en la cuesta abajo, en la rompeculos,también hay agarraderos. Una cama elástica al fondo del barranco.Para empezar, durante este año, además de escribir, mucho menos de lo que había pensado, he pasado mucho tiempo con mis hijos (ayer en una entrevista el periodista me decía que no pegaba mucho eso de escribir libros porno y llevar una pegatina en el codo de Bob Esponja), me han vuelto loco, me han colocado al borde de ataques de nervios y de la vasectomía con efectos retroactivos , pero no lo cambio por nada. El otro día, mientras intentaba juntar unas pocas letras, ahí andaban los dos, subiéndoseme a la chepa, hasta que di el grito de rigor, ¡quereís dejarme vivir!, y casi al tiempo que lo hacía me di cuenta de que la vida es precisamente eso, los niños colgándoseme del cuello, y no esas otras vidas virtuales, el blog, el facebook, las egobúsquedas de Google, el correo electrónico… Aunque hoy, precisamente, he recibido un email -y esa es otra de las luces al final del túnel- en el que un amigo me comentaba que está dando clases particulares a un chaval de 19 años, cómo hacer un comentario de textos, es la materia, y que lo está entrenando con alguno de mis libros, y que el chaval, que no había leído una novela y ya no te cuento un cuento en su vida está entusiasmado. Soy todo un descubrimiento, para él. Y con eso me basta para aguantar un poco más. Todo un descubrimiento. De eso creo que va todo esto.