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EUSKAL JAI REVIVE DOS DÉCADAS DESPUÉS. Repor en Gara sobre el gaztetxe de Iruña

May 8, 2014   //   by admin   //   Blog  //  No Comments


EL GAZTETXE DE IRUÑEA REVIVE DOS DÉCADAS DESPUÉS
Los fantasmas buenos del Euskal Jai volverán a pasearse en bañador por las calles del casco viejo de Iruñea tras 20 años desde su okupazión y 10 desde su brutal desalojo. Diversos actos a lo largo de la semana y una fiesta el próximo sábado recuerdan el que fue un lugar mágico para el movimiento popular de la ciudad.
Patxi Irurzun. Iruñea
Fue un oasis en el corazón de la ciudad, en el casco viejo de una Iruñea asfixiante, donde  a quienes querían volar se les intentaban romper las alas a pelotazos.  Aplacó durante una década (1994-2004)  la sed de libertad, de fiesta y lucha, de diferentes generaciones, hasta que se sepultó con los escombros del que probablemente fuera el primer frontón de remonte del planeta; hasta que el agua comenzó a saber y a oler al cloro.  Pero el Euskal Jai, el gaztetxe de Iruñea no ha dejado de respirar, bajo el edificio que ahora ocupa su lugar (un aquagym) y durante los días 7, 8 y 10 de mayo conmemorará los veinte años transcurridos desde su okupazión y los diez de su brutal desalojo, con una fiesta que ya no se conforma con reivindicar un oasis para Pamplona  sino la mismísima playa (“Maya, Maya, queremos playa”, es el lema elegido) y en la que pretenden que una marea colorida de gente inunde las calles de Alde Zaharra para demostrar que el espíritu del Euskal Jai, la alegría y las ganas de vivir de quienes lo habitaron, siguen latiendo.
Un lugar mágico
Hoy hace exactamente veinte años desde que el viejo e histórico frontón fue okupado, tras casi dos décadas de abandono. Fue en 1977 cuando se escuchó el último pelotazo (el último lanzado desde una cesta) contra un frontis que restallaba como ningún otro en el mundo. Inaugurado en 1909, con una singular arquitectura modernista, el Euskal Jai volvió a cobrar vida el 7 de mayo de 1994 cuando la Iruñeko Gazte Asamblada desalojó las ratas y despejó la maleza que habían invadido el  viejo templo de la pelota. “Aunque al principio  se pensaba que iba a durar dos días, tuvimos gaztetxe durante una década”, recuerdan hoy. “El Euskal Jai era el pulmón del movimiento popular de Iruña y una escuela de aprendizaje para trabajar la horizontalidad, la autogestión, el asamblearismo, para desarrollarnos como personas y  poder transformar esta sociedad. Gente de todo tipo encontraba ahí su lugar para desempeñar sus aficiones, debatir sobre política, formarse en diferentes materias, divertirse… El que estuviera formado por gente tan diferente traía con ello dificultades pero a la vez enriquecía el espacio. Gracias a estas dificultades se aprendió a llegar a consensos y compartir espacios”.
Diez años, por tanto, de conciertos, comedor, cursos, asambleas… Diez años plenos de color, de luz, de sentimientos, que para muchos convirtieron el Euskal Jai en un lugar especial, cuyo recuerdo permanece cosido a los corazones. “Ese lugar era mágico”, recuerda la rapera La Chula Potra, que participará el sábado  en la fiesta de aniversario. “Estaba lleno de fantasmas buenos. Recuerdo el último cumpleaños, el último sanfermín ahí. Muy intenso. Mucho trabajo y preocupación por lo que temíamos. Para mí el Euskal Jai ha sido un antes y un después en mi vida. Ahí rapeé en público por primera vez, y de su pérdida nació mi hit La bofetada. Pero además allí conocí, hace diez años, justamente en el último cumpleaños, al padre de mis hijos. Nunca lo olvidaré, marca mi militancia política anarquista para siempre. Cada victoria de hoy es un homenaje a lo que viví ahí, y una venganza contra los que nos lo destruyeron”.
El desalojo
Los que destruyeron el gaztetxe, los que envenenaron el agua, irrumpieron en agosto de 2004. Con máquinas de demoler. Con bocatxas y porras. Con nocturnidad y alevosía. Las máquinas derribaron el frontón mientras varios jóvenes permanecían todavía encaramados al tejado, poniendo en riesgo sus vidas. La policía les disparó pelotas de goma. A dar. Hay testimonios que lo certifican, como el vídeo “Crónicas del Euskal Jai”, de Eguzki Bideoak. Los antidisturbios disparaban también abajo, en la calle, a las ventanas de los vecinos que mostraban su apoyo, o los coches en marcha que lo hacían tocando el claxon mientras bajaban por la Cuesta de Labrit. Pero el desalojo del viejo frontón también marcó un hito en la historia de la Iruñea insumisa.  “Los actos de protesta estuvieron apoyados por el barrio, por todo Iruñerria. Vino gente de todo Euskal Herria a apoyarnos. Hubo respuestas espontáneas, caceloradas, manifestaciones masivas. Y mucha violencia por parte de la policía municipal” recuerdan ahora quienes han organizado los actos del aniversario. El objetivo es rendir un homenaje al gaztetxe, reivindicarlo como parte de la memoria histórica de la ciudad. “Por otro lado, la fiesta se hace sin permisos, para reivindicar la calle, y más en estos tiempos de represión social que vivimos. Queremos que vuelva la alegría popular a inundar las calles de Iruña”.
La playa de Calderería
Si el tiempo no se tuerce y si se tuerce también las calles del casco viejo se llenarán el sábado de bermudas, de chanclas, de camisas hawaianas… Antes, hoy mismo, el programa de actos dará comienzo con un café tertulia bajo el título “¿Qué fue el gaztetxe para ti?” (en Katakrak a las 19:00) y de una proyección de cine mañana (Zabaldi, 19:30). Pero el día grande, el día de playa, será el sábado 10, con kalejira, teatro, comida popular, chocolatada y un concierto en el que participarán Demokrazia Zero, Oreka TX, Las chicas del Albal, El ombligo de venus, La Chula Potra, Mi primo el Chicharachero y Starluxe, todo ello en la Plaza de Calderería.  Actos conmemorativos pero que a la vez sirven para tomar el pulso al movimiento popular y okupa hoy en la ciudad. “Hay muchas cosas que valorar y en los debates que salgan estos días podremos ir hilando la realidad actual. Todo lo que se ha intentado okupar no ha durado más de dos  días, pero todo va por ciclos, nunca se sabe. El miedo y el individualismo son grandes herramientas que el sistema se empeña en inculcarnos. Pero si siguen apretando tanto quién sabe qué pasará. Desahucios, represión laboral, recortes sociales… La okupación ahora es más legítima que nunca”.
El Euskal Jai, pues,  se desalojó, pero su espíritu sobrevivió y se transmitió en otros proyectos. Como en la metáfora zapatista el espejo se rompió pero así nacieron decenas de pequeños espejos. O como cuenta La Chula Potra: “Derribaron el edificio, y a la vez nació dentro de mi corazón, del corazón de mucha gente, una euskal jai que recreamos allá donde vamos. Haciendo una red de resistencia, vidas y amor”. El gaztetxe, en definitiva, sigue vivo. Euskal Jai bizirik!

EN ‘EL TELÉGRAFO’ DE ECUADOR

May 2, 2014   //   by admin   //   Blog  //  No Comments
LA SENDA DEL PERDEDOR - CHARLES BUKOWSKI - CIRCULO DE LECTORES - TAPA DURA (Libros de lance (posteriores a 1936) - Literatura - Narrativa - Clásicos)
Por cortesía de Carla Badillo y hablando de mis libros favoritos, para el Día del libro.
Cada vez que entro en una librería me pongo nervioso, al ver todos esos libros que parecen estar llamándome a gritos. Es una sensación parecida a esta, tener que elegir un solo libro que haya sido importante para mí, “¡Yo, yo!”, me gritan desde mi estantería-de-libros-favoritos “Rebeldes” de Susan E. Hinton, y “El pan desnudo” de Mohamed Chukri, “¡Yo, yo!”, “Por un puñado de estrellas” de Rafik Schami y “El laberinto de las aceitunas” de Eduardo Mendoza, “¡Yo, yo!”, el Lazarillo de Tormes y “El pequeño Nicolás”, “¡Y yo y yo” “Al este del edén” de John Steinbeck y “La pelea celestial del llanero solitario y Toro” de Sherman Alexie… Pero si tuviera que quedarme con uno solo tal vez eligiera “La senda del perdedor” de Bukowski, por varios motivos: porque me descubrió de golpe el realismo sucio, una literatura con el lenguaje y los temas que entonces me eran próximos —lo leí con quince años—, como el alcohol, el sexo, los márgenes… ; porque me despejó el camino para llegar a otros autores y libros igualmente importantes, o tal vez en realidad más importantes que Bukowski para mí, como John Fante, o “Alguien voló sobre el nido del cuco” de Ken Kesey, los beats, Raúl Nuñez, Pedro Juan Gutiérrez, “Diarios de baloncesto” de Jim Carroll, “Ultima salida para Brooklyn” de Hubert Selby Jr…; y sobre todo porque me demostró que se podía escribir con las vísceras, con el corazón y el estómago. Esa devoción por Bukowski y todos estos autores me puso a la vez en la senda en la que encontrar a otros escritores que también la transitaran y junto a los que también he hecho y sigo haciendo el camino (otros dos libros importantes para mí, por cierto, “En el camino de Kerouac” y “El camino” de Miguel Delibes): autores del underground español como David González o Vicente Muñoz Alvarez, imprescindibles y que tampoco faltan en esa balda de libros favoritos presidida por “La senda del perdedor”.

EN DIARIO DE NOTICIAS POR EL DÍA DEL LIBRO

May 2, 2014   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

Llorando un poco sobre las penalidades de los escritores el día del libro, sin olvidar que precarios somos todos. Como estos reportajes con diferentes opiniones son complicados para el periodista y tiene que dejar mucha chicha fuera, aquí va las respuestas completas que di al cuestionario que me enviaron, y en rojo lo que salió:

¿Hasta qué punto son hoy tiempos difíciles para el autor literario de cara a publicar? Porque por un lado parece que está complicado, las editoriales cada vez arriesgan menos, pero están también las posibilidades de la autoedición y la edición on line… Las posibilidades de difusión que brinda Internet…

Yo creo que en realidad siempre ha sido complicado publicar, sobre todo un primer libro, para un autor joven o novel. A no ser que seas un autor de la talla de Belén Esteban. Es difícil irrumpir en un chiringuito cerrado y proclamar aquí estoy yo. Pero quizás ahora se ha agravado la cosa, sí, porque ya no quedan pocos editores de verdad, los han cambiado por contables, y un libro tiene que ser un negocio, un best-seller, y la calidad literaria u otros aspectos, como por ejemplo, las posibilidades de progresión que se le ven a un autor joven, eso no se tiene en cuenta porque no hace caja. Por no hablar de que los libros tienen que “entretener”, tienen que ser dóciles, amables…

Estas posibilidades (autoedición y edición online), quizá sean algo ‘engañosas’ en el sentido de que conllevan grandes desventajas: la carencia de distribución; las obras que se editan por estas vías no han sido cribadas y habitualmente no tienen crítica en los medios… ¿Cómo ves estas opciones?

Yo nunca he recurrido a la autoedición, aunque se me haya pasado por la cabeza para controlar todo este tinglado en el que el autor es el primero de la cadena y el último mono de la misma, pero se me ha pasado pronto porque yo soy escritor, no soy ni relaciones públicas, ni valgo para eso, ni tengo una furgoneta, ni me aclaro con las cuentas… La autoedición en realidad creo que salva solo el primer obstáculo, publicar, tener un libro físico, pero después sigues estando en unas condiciones claramente de inferioridad, para distribuir, visibilizarte…

¿Cómo valoras la aparición del e-book? El problema de fondo es que se venden lectores digitales pero no se venden apenas libros (según el último informe de la Federación de Gremios de Editores de España, el 73% de usuarios de e-book descarga los contenidos gratis de Internet)… vamos, que la gente entra en la dinámica de la lectura digital con la idea de leer libros gratis… ¿una vez más es cuestión de reeducarnos como sociedad en el valor de la cultura?

Al escritor, al creador en general y a la propia cultura no se la valora ni se la respeta, no se enseña a hacerlo, vivimos en esa sociedad y esa cultura del entretenimiento en la que se fabrican “productos” culturales y en la que se difumina el esfuerzo del creador. Los libros es como si se escribieran solos, o como si cualquiera pudiera hacerlo. Belén Esteban, por ejemplo. Por otra parte, nadie se plantea dejar de pagar a su compañía de teléfonos, es más, está dispuesto a pagar más si tiene más capacidad para descargar. Por otra parte, ¿un libro es caro? Eso depende. A mí una entrada para el fútbol, o un gin-tonic me parecen carísimos…

– ¿Publicar es el fin del escritor, o es un medio para el conocimiento, para la comunicación con los lectores? A veces parece que hay un poco una obsesión por publicar… (no por parte de todos los escritores, pero en general a veces se percibe esa sensación, que por otro lado, es lógica, si un escritor no publica, no llega a los lectores…)

La urgencia yo creo que se refiere más al hecho de publicar un libro, hay muchos autores jóvenes educados en esa idea de la competición, el éxito inmediato y sin esfuerzo. Pero uno no se convierte en un supercocinero por salir en Masterchef. Se convierte en una estrella –fugaz- de la televisión. Yo antes de publicar mi primer libro publiqué un montón de cuentos en fanzines, revistas… Evidentemente uno escribe para que le lean y cuanto más gente mejor, pero a la vez el escritor de verdad es aquel que sabe que va a seguir escribiendo siempre, tanto le lean cuatro gatos como cuatrocientos.

¿Qué vías tiene el autor hoy para lograr esa comunicación con los lectores, que imagino que es lo que da sentido a la actividad literaria?¿Concursos, premios que conllevan la publicación de la obra?, ¿hay suficientes y están bien gestionados y dotados? En Navarra el Gobierno se ha cargado por segundo año consecutivo la modalidad de literatura de los Encuentros de Arte Joven… es una carencia más, porque este tipo de certámenes ayudan a los escritores que quieren empezar a darse a conocer… a nivel local cada vez hay menos ‘ventanas’ para conectar al autor con la sociedad… ¿Qué haría falta?

Los premios sirven para reforzar la autoestima y a veces son un buen recurso cuando implican publicación. Otras no, otras sirven para arrinconar precisamente los libros porque el premio en realidad se lo da a sí mismo quien lo convoca (Por cierto, el siguiente libro que yo publicaré, para la feria del libro es la reedición de un libro premiado, Atrapados en el paraíso, con Pamiela, sobre mi viaje al basurero de Manila, que fue finalista del Premio Desnivel y ganador del Premio a la Creación del Gobierno de Navarra en 2004; un libro que yo creo que merecía una segunda oportunidad).

Por otra parte, una ventana estupenda para conectar al autor con la sociedad es esta misma, los periódicos, en la que la literatura ha desaparecido por completo, ya todo es opinión, y nadie publica no ya cuentos, o relatos por entregas, sino ni siquiera crónicas a artículos literarios.

EN EGUZKI IRRATIA HABLANDO DE POESÍA Y DE MIS AMIGOS

May 2, 2014   //   by admin   //   Blog  //  No Comments



El podcast de mi última colaboración en Eguzki irratia. Poesía y ataques de tos. A partir del minuto 23, con David González y ‘El lenguaje de los puños’, Vicente Muñoz Alvarez y ‘Días de ruta’, Esteban Gutiérrez Gómez y ‘Ardimiento’, Ángel Petisme y ‘Fast food for freaks» & El ministerio de la felicidad y Ana Pérez Cañamares y ‘Las sumas y los restos’.

http://www.eguzki.net/2014/04/11/pasealeku-del-viernes-11-04-2014/

KORTATU O LA CÓLERA DE LOS NO ELEGIDOS

Abr 14, 2014   //   by admin   //   Blog  //  2 Comments


Foto: Jon Iraundegi

El libro El estado de las cosas. Kortatu. Lucha, fiesta y guerra sucia, presentado ayer en Iruñea, revisa el segundo disco del grupo de Irún y lo contextualiza en una época de revuelta juvenil en Euskal Herria.

Patxi Irurzun. Iruñea

 “Iñigo Muguruza y Jitu van a un concierto de La polla Records en Rentería. Evaristo, su cantante, quema una cruz mientras suena la canción “Salve”. Iñigo y Jitu no han visto tantas crestas y chupas de cuero juntas en su vida. El caos es absoluto y el pogo, brutal. La pasma da vueltas entre el público y empiezan a volar botellas. Evaristo quema su DNI en directo”.
Así, con una batería de pequeñas y salvajes historias como esta, arranca el libro El Estado de las cosas. Kortatu. Lucha, fiesta y guerra sucia, escrito por Roberto Herreros e Isidro López y publicado por la editorial madrileña Lengua de Trapo, y que ayer se presentó en Katakrak, Iruñea. “Más salvajes que Sex Pistols”, reza el prefacio. Sin embargo El estado de las cosas —el libro-, es bastante más que una sucesión de viejas batallas que no puedes encontrar en los mapas o una  melancólica recopilación de anécdotas de los años mozos, y tras los fogonazos iniciales, sus páginas se adentran en un análisis del contexto social y político en el que nació un grupo como Kortatu o el propio RRV (Rock Radikal vasco) o en el que se compuso el segundo disco del trío de Irún. Más salvajes que los Pistols, sí,  y “más políticos también”, añade de hecho el título de ese prefacio.

Pegatinas
Esa efervescencia revolucionaria de principios de los ochenta, la expresa a la perfección Bernardo Atxaga, autor del prólogo, con una imagen tan visual como las pegatinas que en aquella época era habitual ver cubriendo las paredes de bares, y que componían un abigarrado y colorido mural, en el que convivían fanzines, radios libres, lucha ecologista, feminista, gaztetxes… “Un maremágnum de cosas y afectando a todo, marcándolo todo, la violencia”, escribe Atxaga. Las acciones armadas de ETA, el estado policial, la guerra sucia… Y además, la reconversión industrial, el paro, la irrupción devastadora de la heroína… Ese es el estado de las cosas, el caldo de cultivo del que emerge un grupo como Kortatu (Kortatu o la cólera de los no elegidos, fue como apellidaron en sus inicios al grupo, tras ser rechazados en un concurso de maquetas), que publicaron su primer disco largo en 1985 (Kortatu). En él, el grupo deja claro sus intenciones: rompen con la solemnidad de la canción política, introducen la fiesta y la diversión como método de lucha y aportan un bagaje musical, un cóctel contracultural en el que se vierte y se agita desde el punk de combate inglés de The Clash, pasando por las influencias underground —los comics de Robert Crumb, Makoki…— hasta, o fundamentalmente, las vivencias propias: las detenciones, las dexedrinas y el speed, los controles policiales…

Campanadas a la muerte
El libro de Herreros y López subraya precisamente como algo fundamental en el rumbo de Kortatu y en la transición hacia un posicionamiento más político en su segundo disco, El estado de las cosas,  una trágica experiencia personal de Fermín Muguruza: los asesinatos por parte del GAL de cuatro refugiados vascos en el Hotel Monbar de Baiona, con quienes  Muguruza había estado jugando al futbolín solo unos minutos antes.  Un impacto que, lógicamente, deja huella en el músico, y que se puede rastrear en una de las canciones emblemáticas del disco, el desgarrador Hotel Monbar .
“Esta no es la única clave para entender el cambio de registro político, musical  y estético que Kortatu emprendieron con El estado de las cosas, dejando atrás el espíritu lúdico y contracultural de su debut, pero lo sucedido en Baiona el 25 de septiembre de 1985 marca un antes y un después en la vida de Fermín Muguruza, que dará el salto del movimiento autónomo a un mayor compromiso con la izquierda abertzale”, cuentan los autores del libro, que a lo largo del mismo defienden que una de las claves del éxito y la transversalidad de Kortatu es esa posición a caballo: “Kortatu nunca dejó de tener un pie en el sustrato social y político del que nació y tampoco nunca fue meramente absorbido por Herri Batasuna, sino que mantuvo una posición vinculada, pero independiente”.  Kortatu fue capaz, pues, de aglutinar diferentes frentes de lucha, pero además musical y estéticamente siempre fue un grupo de vanguardia, con una pegada rítmica y melódica que también atrajo, tal vez a su pesar,  a personas que no se identificaban en absoluto con su mensaje.  El mismísimo Patxi López reconoce que Kortatu le volvían loco. Y durante treinta años Sarrio Mierda de ciudad no han dejado de sonar en verbenas y txoznas, algo que lleva también a plantear a algunos de quienes prestan su voz al libro, como Leire López Ziluaga, si el RRV (del cual asistimos últimamente a una reivindicación póstuma en diferentes publicaciones) no ha llegado a convertirse en una cultura de consenso en Euskal Herria que ha vaciado su mensaje o ha ejercido de lastre para nuevas formas creativas de combate.

Siempre queda molestar
 El estado de las cosas –el libro- no recurre por tanto al revival sentimental, es una revisión crítica que hibrida diferentes géneros narrativos: el ensayo, la crónica, la entrevista… Huyendo del que comienza a ser manido y recurrente formato de la biografía oral, no renuncia sin embargo a recoger testimonios de numerosas personas vinculadas al universo Kortatu: por supuesto, los tres miembros del grupo, algunos autores de sus letras como Mikel Antza (que en El estado de las cosas firma dos temas, 9 Zulo y Aizkolari), Xabier Montoia,  Pablo Cabeza, Ruper Ordorika Roberto Moso, Elena López Aguirre, Marino Goñi…  Todos ellos ayudan a diseccionar  El estado de las cosas –el disco—, que aparece comentado canción a canción en uno de los capítulos:  el rock de la línea del frente, con su ritmo y su semántica reggae —“esa jerga que emplean los rastas”— en el que ya se entrecruzan militancia y vida: “Te quiero y quedamos en la barricada a las tres”. Un hilo que se recoge en Equilibrio,  tal vez la primera canción de amor de Kortatu: “Si resisto y sobrevivo es por tu luz”, cantan en uno de los estribillos, y en otro dan una pequeña colleja a un amigo, el dibujante Carlos Azagra y su PGB (Partido de la Gente del Bar): “Deja de beber tanta cerveza y lucha”. Equilibrio a su vez, lanza otro hilo hasta Nivel 30, una canción sobre la heroína y su efecto desmovilizador. La letra de esta canción es la más desgarradora, en opinión de Iñigo Muguruza : “Ten cuidado al pasar a mi lado porque soy una cuchilla andante”. En ella, hay además referencias al comic, a Stefano Tamburini, el creador de Rank Xeros, como hay en otras canciones diferentes posos de lecturas (El bandido adolescente, de Ramon J. Sender en Esto no es el oeste, pero también hay tiros), y de tendencias musicales: punk, ska, reggae, psicobilly, hardcore… El estado de las cosas es, en definitiva un disco complejo (el último, por otra parte, en el que el grupo canta en castellano), del que resulta fácil recordar muchas frases que para los jóvenes que las escuchaban se convirtieron en algo más que lemas que corear en los conciertos o sus habitaciones: fueron también consignas que marcaron el paso a sus vidas. Kortatu, como señala Angel Luis Lara El Ruso no era tanto “la banda sonora de la película, como la película misma”. Aunque estuviera todo perdido siempre quedaba molestar. La cólera de los no elegidos se convirtió en su victoria, y todavía hoy tantos años después (este libro, que va por una segunda edición revisada y ampliada, es el mejor ejemplo) el legado de Kortatu sigue alentado la revuelta.

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