ENTREVISTA A LENDAKARIS MUERTOS
“La premisa a la hora de formar el grupo fue, y sigue siendo, divertirse”
Aitor “Ibarretxe”, cantante de Lendakaris muertos
Vuelve el punk gamberro e ingenioso de Lendakaris muertos en su nuevo trabajo Podrán cortar la droga pero no la primavera, grabado durante su reciente gira americana el pasado verano, y que se publica, bajo sello propio, acompañado de un DVD con un concierto en directo.
Miren Lacalle. Iruñea / Gara 10/12/2017
Podrán cortar la droga pero no la primavera, el último disco de Lendakaris Muertos es, por muchos motivos, un disco lendakarísimo y desgobernado, escrito y grabado al más puro estilo Puigdemont, durante el exilio de los lendakaris en América. Como los grandes grupos internacionales han compuesto sus canciones durante la gira “pandamericana” que el grupo realizó en el verano de 2017 por Estados Unidos, México, Colombia, Argentina y Chile. No es la única novedad: además, por primera vez graban con sello propio, “Qué mala patria”, y aunque los temas vuelven a ser los recurrentes del grupo (problema vasco, sexo, drogas…) concentrados en las habituales pilulas punk, en esta ocasión aderezan algunos de ellos con arreglos como coros, pequeños punteos… El trabajo, que comenzarán a presentar en directo el día 21 en el gaztetxe de Arrasate y el 23 en Zentral de Iruña, viene acompañado de un DVD con un concierto en directo en la sala But de Madrid.
Si lo comparamos con los anteriores, este disco es algo diferente, tiene algunas canciones largas ¡de más de dos minutos!, con coros… ¿Cómo lo están recibiendo sus seguidores?
Todavía no hemos empezado a tocar en directo, que es donde se ve realmente si las canciones funcionan: le gente abajo te pide, “Toca esta, toca aquella”. Hay canciones que a nosotros nos gustan mucho y luego ves que en directo no son las preferidas. Pero sí hemos hecho promo ya en Madrid, Barcelona, Bilbao y vemos que a la gente le ha gustado. La única pega es que algunos dicen que es muy corto, pero bueno, lo malo es que se les hubiera hecho largo… Y además hemos incluido un DVD con un directo, que grabamos la pasada primavera en Madrid y que quedó muy bien.
Otra diferencia es que grabaron el disco durante la gira que hicieron en agosto por diferentes países de América. ¿Cómo fue el proceso?
Los discos anteriores los habíamos hecho siempre igual, cogíamos fecha para el estudio, y a dos meses vista empezábamos a ensayar las canciones, con esa presión de las fechas y de saber que no podíamos retrasarnos. En este caso, en América, teníamos dos semanas primero de conciertos y dos de grabación, habíamos cogido un estudio en Chile y otro en Argentina, y en México y Colombia también salas de ensayo. En un principio fuimos desde aquí con la idea de ir ya ensayados, pero al final no hicimos nada, y fuimos sin nada concreto, a ver qué salía. Yo, en realidad siempre tengo ideas en la cabeza, pero fuimos sin nada definido, sin canciones preparadas ni ensayadas y el disco es lo que salió allí, durante esa gira. Son diez canciones, en principio eran once pero una se nos olvidó grabarla, nos dimos cuenta en el avión de vuelta.
Era la primera vez que tocaban en países como Estados Unidos, Colombia, México… Supongo que la gira también les habrá proporcionado un montón de experiencias.
Sí, por allí la gente vive todo de otro modo, con más pasión, el rock, sobre todo en Argentina y Chile, es parecido al fútbol, la gente tiene sus grupos y defiende sus colores, lo hemos visto tanto en conciertos nuestros como en los de otros grupos que fuimos a ver. Antes de viajar hubo mucha gente que nos metió miedo, nos dijo que era peligroso, que a nosotros iría a vernos lo peor de cada casa, y para nada fue así, todo la experiencia fue muy positiva…
¿También a nivel personal, entre ustedes como grupo?
Sí, hemos estado un mes entero conviviendo, y al final cuando tienes que cocinar juntos o lavarle los calzoncillos al bajista, o al revés, es cuando se ve cómo es una relación, y nosotros no hemos tenido ni una sola bronca ni desacuerdo. Y eso que aparte de estar en otro país, con otras costumbres, comidas, etc., teníamos la presión de los conciertos, acabar el disco… La experiencia, en definitiva, aparte de lo musical, en lo personal ha sido una pasada.
Es también la primera vez que graban con sello propio
Sí, “Qué mala patria”, se llama. Era algo que llevábamos tiempo queriendo hacer, pero por una cosa u otra hasta ahora no se había dado, tampoco sabría explicar por qué, quizás no teníamos los medios o la información suficiente, pero aprovechando que el año pasado cambiamos de manager, y empezamos con Panda, ellos nos dan la opción de la autoproducción, que es algo que varios de sus grupos, Berri txarrak, Gatibu, Porco Bravo, llevan haciendo tiempo, y ahí vimos que era el momento. El disco acaba de salir y aún no podemos valorar si ha sido una buena decisión o no, pero de momento estamos muy contentos.
En cuanto a las canciones y las letras se mantienen los temas lendakarianos pero quizás últimamente hay muchas alusiones a las nuevas tecnologías, en temas como Lamentablet o el ramoniano El 4k se llevó a mi chica
Los temas lendakarianos siempre son los mismos: el problema vasco, terrorismo, algo de sexo, drogas, temas sociales… En los últimos discos cada vez hemos metido más temas sociales y está claro que los móviles y su influencia en nuestras vidas están ahí. Cuando nosotros comenzamos en el grupo los móviles se usaban para llamar, enviar SMS y el uso que se hacía de las nuevas tecnologías comparado con ahora era muy limitado. Estaba el myspace, que ahí se quedó… Ahora, en cambio, está claro que todos estamos enganchados a los móviles, o más bien, de manera general a las pantallas, ya sea tele, series, tablets, teléfonos… Y eso es así allá donde vayas, tanto en países desarrollados como no… Yal final el uso que se les da por parte de algunas personas, entre las que nos incluimos, no es un uso adecuado, es como con las drogas, con la diferencia de que hay mucha gente que no se droga porque no tiene acceso a ellas, o por salud, pero en el caso de los móviles todo el mundo tiene uno, es algo mucho más extendido, lo cual es preocupante.
¿Cómo se maneja un grupo de punk clásico, que viene de una época anterior, con esas nuevas tecnologías?
Nosotros nos drogamos también, usamos las nuevas tecnologías: a un grupo como el nuestro le ayuda, tenemos muchos seguidores jóvenes para los que las redes sociales forman parte de su vida. Pero intentamos controlar, yo por ejemplo no tengo Facebook propio pero sí del grupo.
Pero los Lendakaris ¿son realmente un grupo de punk, una parodia de un grupo de punk, una broma que algunos se toman en serio?…
No sé. Hombre, el Potxeta fue punk, en los 80, de los de verdad, con Ultimatum… Luego las cosas han ido cambiando, el punk surgió en un tiempo y una situación determinados, que ya no existen, puede haber situaciones parecidas, pero ya no es lo mismo, de alguna manera ahora estamos metidos en el sistema, llevamos una vida con algunos aspectos más o menos dentro de él, aunque otros permanezcan fuera, pero no sé qué baremos hay que utilizar para decir si alguien es punki o no… Nosotros creo que lo somos, musicalmente y en cuanto a las letras, pero no vamos arrastrándonos con una litrona por la calle, por ejemplo…
Lo que sí está claro que diferencia y define a Lendakaris muertos es el humor…
El punk nos gusta a todos, los grupos clásicos, es cierto, pero sí que notábamos esa carencia, nosotros creíamos que se podía decir lo mismo pero sin estar amargado y enfadado todo el día, gritando siempre contra la policía y el gobierno. Puedes hacer lo mismo, pero de otro modo, divirtiéndote, además. Mantenemos el fondo, pero hemos cambiado la forma, en ese sentido. Y esa fue además la premisa a la hora de hacer el grupo, y sigue siéndola: pasarlo bien.
Lo que también parece que está claro es que eso del “No future” tampoco lo cumplen ustedes, porque su intención es seguir mucho tiempo y sacando a disco por año…
Sí, de hecho en nuestros inicios era así, sacamos tres discos en tres años, y a mí es algo que a mí me gustaría mantener, siempre que tengamos canciones con calidad, claro, tampoco es sacar por sacar. Es como un reto, mantener siempre esa tensión.