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Archive from octubre, 2009

KIRMEN URIBE Y LOS POETAS PIRATAS

Oct 15, 2009   //   by admin   //   Blog  //  2 Comments


Tengo una novela de aventuras, una novela de piratas, varada en una playa salvaje, a la que solo se llega después de abordar la nave enemiga y robarles el tesoro del tiempo. Algún día me echaré al monte o al mar y la escribiré, como se merece. Mientras tanto la imagino, y oigo a mi protagonista, un músico bucanero, cantar las canciones que les prestan otros poetas piratas. Kirmen Uribe, ahora en pleno abordaje, fue el primero de ellos (y en la tripulación espero enrolar a otros, como mi camarada Vicente Muñoz y sus Canciones de la gran deriva), Kirmen, decía, me cedió en su día, hace ya dos o tres años, uno de sus poemas, para poner la música a esa novela agazapada. Ahí va:
Ez eman hautatzeko
Itsasoa eta Lehorraren artean.
Gustura bizi naiz itsaslabarrean,
Haizeak mugitzen duen zinta beltz honetan,
Gizandi errata bati eroritako ile luze honetan

Itsasoarena maite dut batez ere bihotza.
Inozoa, haur handi batena bezain
Orain temoso, orain ezinezko pisaiak
marrazten.
Lehorrarena berriz
Esku handi horiek ditut gogokoen

Ez eman hautatzeko
Itsasoa eta Lehorraren artean
Badakit hari fin bat dela nire bizilekua,
Baina Itsasoarekin bakarrik galduko nintzateke,
Lehorrarekin ito.

Ez eman hautatzeko. Hemen geratuko naiz.
Olatu berde eta mendi urdinaren artean.[1]

[1] No puedo elegir/entre el Mar y la Tierra/Vivo feliz en la línea que las une/En esa cinta negra que mueve el viento/En este largo cabello de un gigante desorientado/ Del Mar me gusta sobre todo su corazón de niño grande/A veces rabioso, a veces capaz de dibujar/paisajes imposibles/De la tierra, sus manos/ No puedo elegir/entre el Mar y la Tierra/Sé que mi lugar es un hilo fino/pero en el mar me perdería/y en la Tierra me ahogo/No puedo elegir/Me quedo aquí/Entre olas verdes y montañas azules

A CHANKETE LE OLÍA EL ALIENTO

Oct 15, 2009   //   by admin   //   Blog  //  1 Comment

Aquí va la crítica que hace Kebran, comedor compulsivo de libros, activista poético, Kebran, el del corazón icombustible, al comic que mi amigo del alma Kalvellido y yo publicamos hace unos años.
Tremendo. Espectacular. Rompedor. Este cómic es la caña. Historias de Patxi Irurzun dibujadas por Kalvellido. Ironía fina, mucha mala ostia. Y un trabajo muy duro detrás de todo esto. Lo pillé directamente en la web de Kalvellido. Y no pude leerlo hasta ahora. Pero te aseguro que es de lo mejor que he hecho. Es muy divertido, cómo antes puse, un proyecto con alma, corazón y muchos huevos. Así que ya te está moviendo y te haces con él.

ÉL LADRÓN (DE LIBROS) ACCIDENTAL

Oct 14, 2009   //   by admin   //   Blog  //  7 Comments

Hoy he robado un libro… sin querer. No voy a decir en qué librería ha sido para que me dejen volver. Pero juro que ha sido sin darme cuenta. La cosa es que me he puesto a mirar algunas cosillas, libros de bolsillos, me ha tentado mucho El lado oscuro del amor, de Rafik Schami, que es un tocho considerable pero en edición rústica se quedaba en la mitad de precio, y El nido de la serpiente de Pedro Juan Gutiérrez, que ya lo leí, de la biblioteca, pero por seis euros me lo podía permitir en propiedad, y El ladrón de chicles, de Douglas Coupland, también de bolsillo… Y ahí andaba yo, ¿será mucha pasta?, puf, lo dejo, venga que no, joder,ese dinero te lo gastas cualquier día en chorradas, bueno, cualquier día, no y en chorradas, tampoco, la cosa no está para tirar, cohetes, lo dejo, total que me salgo sin los libros de la librería -o eso creía yo- y cuando llevo ya recorridos unos quinientos metros, noto que llevo en la mano algo que antes no estaba ahí (creo que no me he dado cuenta antes porque suelo portar a menudo libros, uno no sabe cuando la vida le dará un respiro, uno de esos tiempos muertos, en el autobús, las colas, etc. para leer unas líneas). Es El nido de la serpiente, ya puestos podía haber sido uno que no hubiera leído (El ladrón de chicles, por ejemplo, pegaba mucho más), y se había adaptado perfectamente a mi mano, como una segunda piel, el código de barras tapado por la manga del abrigo… Todo un cleptómano profesional.

Dios, que susto, y qué vergüenza, ¿me vuelvo para atrás y explico lo que ha pasado?, hostia, no, no, va sonar raro, si lo hago me voy a ver metido en alguna situación petersellerniana, tendré que dar explicaciones, ay, dios, qué dilema…bah, no ha sonado la alarma, que yo sepa no hay cámaras, y todo escritor que se precie tiene que robar alguna vez libros (y pasar hambre en París, y cogerse una tuberculosis, y así).

Lo malo es que… a ver si me voy a aficionar… No creo, si lo planeo no me sale tan bien y me pillan, fijo..

LITERATURA CURRELA

Oct 14, 2009   //   by admin   //   Blog  //  1 Comment

Mañana, jueves 15, a las 19:30, en la Biblioteca de San Jorge (Pamplona), hablaré sobre mis libros CIUDAD RETRETE y AJUSTE DE CUENTOS. ¿La excusa? El ciclo sobre «El mundo laboral en la biblioteca» y la guía de lecturas, comics y películas (muy completa), que han elaborado los bibliotecarios. Mi charla-lectura-lo que salga, se titula LITERATURA CURRELA. Intentaré hacer caso a mi mujer (con la que me caso el sábado, por cierto) y vocalizar y hablar alto. Estas cosas me ponen nervioso. Ah, el de la foto es Jon Andoni Goikoetxea, Goiko, el obrero de la poesía. ¡Sagultema!

VIAJES (XI): POLO MONTAÑEZ (La Habana)

Oct 10, 2009   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

Tras regresar de Filipinas y Papúa Nueva Guinea y publicar un par de reportajes sobre el basurero en magazines semanales de periódicos (no sin dificultad; en muchas redacciones nos dijeron que a la gente no le gustaba ver desgracias los domingos mientras desayunaba), me convertí en un «experto» en viajes y me encargaron una guía turística sobre La Habana y Varadero (que digo yo que para experto, podían habérsela encargado a un periodista habanero; de hecho debo mucho de esa guía a un plumilla que conocí allá casualmente -y gracias al que conseguí encadenar otro viaje, este a Tailandia-. Estuve un mes dando vueltas por la capital cubana, donde, por aquella época, era inevitable escuchar, en los bares, las tiendas, desde las casas, la música de Polo Montañez, del que todo el mundo hablaba con respeto y con cariño, después de su trágica y premonitoria muerte. Compré sus discos a dos jineteros en la calle Obispo, y los escuché con ellos, para que comprobara que el disco, aunque pirata se escuchaba perfectamente, y mientras lo hacíamos los muchachos me mostraban el vello de sus brazos erizado, sobre todo al oír La última canción. Sobre ella, y sobre Polo Montañez, escribí lo siguiente:

LA ÚLTIMA CANCIÓN

Hacía tanto tiempo que no me cansaba de escuchar un disco, una y otra vez, una y otra vez… Como una obsesión. Como cuando me aprendía de memoria las letras de las canciones (o las traducía del inglés al guachiguachi). Uno comienza a hacerse viejo cuando descubre que Triki ya no es el monstruo de las galletas sino un cantante inglés.
Pero ahora Polo Montañez ha llegado para rejuvenecerme el corazón con sus canciones sencillas y desesperadas. Suenan en todos los bares de La Habana, en los bicitaxis, o desde las azoteas de los viejos edificios. Venden sus discos en el top-manta cubano los jineteros. Todos, viejos y jóvenes, le adoraban incondicionalmente cuando estaba vivo y lo han convertido en un mito de la música cubana ahora que murió.
La historia de Polo Montañez contiene ciertamente todos los componentes del mito. Hijo de un leñador, aprendió de manera autodidacta a acariciar con sus dedos gruesos de campesino las cuerdas de una guitarra y a cantarles de una manera natural a las cosas sencillas y trascendentales de la vida. Lo hacía en un garito para turistas por el que, como en las películas, cayó por casualidad un representante que se lo llevó para Colombia donde de un día para otro vendió 400.000 discos. Ya de regreso a Cuba Polo se convirtió en un fenómenos de masas. Y de repente, en el momento álgido de una fama que nunca se le subió a la cabeza ni le hizo olvidar quien era, un guajiro natural, murió en un desgraciado accidente de tráfico. Sólo 15 días antes había escrito «La última canción», un tema que pone en piel de gallina el corazón, y en la cual Polo vaticina que el último minuto de su vida debe de ser extraño, romántico y amargo. Polo, Polito, gracias por todo y ojalá que allá, estés donde estés, de una vez, la suerte vaya a visitarte.
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