El suplemento «Territorios» de El Correo publica un reportaje sobre escritores y redes sociales en el que aparezco (bueno, solo digo una sandez en toda la doble página), pero en la que figuro en la foto junto a unos cuantos escritores de primera división: Vicente Luis Mora, Elvira Navarro, Carlos Marzal, Ricardo Menéndez Salmón o Fernando Marías. Es como- ahora que empieza la liga- cuando los equipos salen y posan con unos cuantos enanos a sus pies. Por lo demás, en la foto aparezco con más pelo y sin gafas, así que bien. Y sí, es evidente que el reportaje lo leí comiéndome una bolsa de patatas fritas.
Aquí abajo van todas las respuestas al cuestionario que me enviaron:
Qué uso haces de las redes sociales?
Uso el blog, la mayoría de las veces como “repetidor” y archivo o caja de recortes de todo lo relacionado con mi obra (reseñas, entrevistas, etc.) y otras también como desahogo, con post sobre mi estado emocional o incluso como columna de opinión. Todo eso lo reboto después al facebook, al que no doy otro uso, salvo publicar algún evento.
¿Pueden ser un estímulo a la creatividad?
Al facebook le doy un sentido más práctico, por sus características y formato. En el caso del blog sí que creo que es un buen estímulo. Yo incluso he escrito una novela, la última que he publicado, colgándola por capítulos en el blog, un poco al estilo de moderno folletín
¿Incluso como para que exista un estilo de escritura, propio, genuino, de las redes?
Puede ser, por la urgencia que exigen. Yo siempre me como sílabas, trastoco sílabas… Eso es una anécdota, pero es elocuente, indica más descuido y menos reflexión a la hora de escribir, pero por otra parte se gana en visceralidad, frescura, sinceridad… Aunque no estoy seguro de que se escriba, literariamente, para las redes, sino que estas son un vehículo, todavía. En las redes creo que es más frecuente la información, la opinión, no la literatura, la ficción propiamente dicha
¿Cómo crees que las usaría un Ramón Gómez de la Serna, si las tuviera a su alcance?
Ni idea. Digo yo que el twiter le iría bien.
¿Eres más activo en Facebook (FB), Twitter o en ambas?
Twiter no lo uso, y Facebook solo para rebotar las entradas del blog, entre otras cosas porque creo que los blogs están un poco en crisis, lamentablemente, aunque de eso creo que hablas más abajo
¿Las redes unen, son humanas, o es una ilusión de contacto…?
Todo es cuestión del uso o el abuso. Si uno pasa más tiempo en el mundo virtual que en el real, creo que no es bueno, que aisla y deshumaniza, y desde el punto de vista creativo, cuando uno pasa más tiempo hablando de lo que ha escrito que escribiendo, creo que tampoco es nada bueno, que es una pérdida de tiempo o que hay alguna carencia.
¿Crees que la imagen del escritor puede perder cierto halo de misterio con la cercanía que dan las redes?
A los escritores mejor no conocerlos, en persona, las redes quizás permiten mantener ese parapeto literario, esa falsedad y ese misterio de la creación que es por la que se admira a un escritor.
Parece que las redes han desplazado a los blogs, como si se tragaran todo lo que sale a su paso. ¿Son cosa del pasado los blogs? ¿Qué fue del tuyo?
Tengo esa sensación desde hace algún tiempo, la de que los blogs han muerto, pero creativamente, literariamente, como vehículo de expresión me parece la red social más adecuada… No me gustan los límites, y el twiter, sobre todo, el facebook ponen límites, la extensión, la exigencia de brevedad e inmediatez, los comentarios, el me gusta/no me gusta… Un blog permite escribir más a tumba abierta. Y hay un tipo de blog que creo que tiene muchas posibilidades, el blog de ficción, crear personajes que los alimentan, etc. Creo que es lo más cercano a literatura y por donde van los tiros.
¿Sigues a alguien con especial interés?
A los que tengo en la lista de blogs del mío. Visito mucho el de Jose Angel Barrueco, el de Jorge Nagore, el de Miguel Sánchez-Ostiz, el de La Txistorra digital, uno de noticias curiosas…Hay miles de blogs y cada día puedes toparte con alguno interesante, yo creo que la saturación al final se traduce en una especie de endogamia, cada cual se refugia en unos pocos blogs, de amigos, y se crean pequeños círculos
¿Imaginas un mundo sin redes sociales?
Hoy por hoy no, es raro, porque apenas han pasado unos años desde que esto estalló… Pero nunca se sabe, tampoco se hundiría el mundo, volveríamos a las cartas, a las conversaciones… Estaría bien ver que pasó el día que se cayó Blogger. Creo que no pasó nada, en realidad, no es como cuando paran los transportistas, o si lo hicieran los panaderos, los basureros… Eso si que son redes sociales de verdad, redes que sostienen la sociedad
Aquí está el texto del reportaje completo (lo acaban de colgar)
Me están pasando unas cosas muy raras con el último libro. Aquí os dejo una entrevista que hice hace tiempo (antes de que Amy Winehouse muriera) para el blog de
Smoking Rolls
y que acaban de publicar. Sí, sí, los papelillos de fumar. La foto esta de abajo es en Coney Island, Nueva York. Disparen al friki.
Me llamo
Patxi Irurzun y soy tímido. Por eso, para compensar, a veces escribo novelas tan burras como
¡Oh, Janis, mi dulce y sucia Janis! Memorias de una estrella del porno (amateur) (2011), que acabo de publicar. Con ella llevo ya unos quince o veinte libros, pero nadie me conoce porque soy un escritor tímido. Bueno, y también por culpa del capitalismo y de los suplementos literarios, que vienen a ser lo mismo. No me hacen ni caso, pero yo como buen navarro soy más cabezón que un plan de pueblo y sigo dando la tabarra.
Escribo para que la gente se lo pase bien, o mal, depende. No escribo por dinero, aunque me gustaría vivir de lo que escribo. De momento, la literatura no me da para vivir pero me ha permitido viajar. Una vez gané un concurso de relatos de viajes de El País y el premio eran seis mil euros para gastar en un solo viaje. Yo me fui al basurero de Payatas, en Manila. Estuve tres meses allá. Luego escribí un libro (Atrapados en el paraíso), gané otro premio, con ese dinero me fui a México y a Cuba, escribí otro relato con el que gané otro premio, que otra vez era un viaje, a Tailandia, y así… Pero hace ya tiempo que no gano ni me presento a premios, porque tengo dos niños pequeños y no me caben en la mochila.
He publicado novelas (Ciudad Retrete, Odio enamorado…), libros de cuentos (Cuentos sanfermineros, La polla más grande del mundo –no es una autobiografía-, Ajuste de cuentos…), y novelas juveniles, guías de turismo, guiones de cómics… De pequeño tocaba la guitarra con una raqueta de tenis y quería ser rockero, pero como pronto me di cuenta de que no valía, de mayor me desquité coordinando con Esteban Gutiérrez una antología de cuentos escritos por rockeros (Simpatía por el relato) y así algunos me dejaron entrar a sus camerinos. Con Vicente Muñoz edité otra antología, esta de homenaje a Bukowski (Resaca / Hank over), que es un escritor que me gusta mucho pero no es el único. Hace años publiqué uno de los primeros fanzines literarios en internet: Borraska e igual dentro de unos meses lo resucito un poco.
Si queréis saber más sobre mí en septiembre me sacan un diario personal: Dios nunca reza. Ahora os dejo, porque tengo que responder unas preguntas muy raras.
¿Con qué personaje público compartirías un cigarro?
Un día soñé que me fumaba uno en la cama con el rey y Amy Winehouse mientras los tres discutíamos amigablemente sobre la tercera república (bueno, el rey a veces me decía “¿Por qué no te callas?” y me echaba el humo a la cara).
¿Qué es lo más enrollado que has hecho en el último mes?
Un día vi, sin que él me viera a mí, a un tipo leyendo mi libro en el autobús y riéndose. Fue un momento sublime. Otro día mis dos hijos se durmieron a la vez y pude echarme una siesta por primera vez en seis años.
¿Qué te hace perder los papeles?
El abuso de autoridad, los correctores de estilo y el patxarán.
¿A quién le cerrarías la boquilla?
A los que intentar cerrar boquillas.
¿Qué te gustaría que fuera de tamaño King Size?
La cuenta de mi banco… Bueno, me conformaría con poder vivir de mis libros.
¿Qué papel crees que tienen tus creaciones en el panorama actual?
Un papelón. Lo que cuesta que le hagan caso a uno… Creo que aporto una voz diferente, propia, arriesgada, libros que no suenan a otros libros, y libros que sobre todo provocan reacciones: risas, mala leche, ternura…
¿A quién le pasaríais el cigarro?
A mi amigo el dibujante Juan Kalvellido. Él también me lo pasaría a mí.
Se trata de «¡Oh, Janis, mi dulce y sucia Janis! Memorias de una estrella del porno amateur», con el que Patxi Irurzun (Pamplona, 1969), da el salto a una editorial estatal, ya que publica con Eutelequia después de ediciones más locales de sus libros anteriores, los de cuentos «Ajuste de cuentos, «Cuentos sanfermineros» o «El cangrejo valiente» y las novelas «Cuestión de supervivencia», «Ciudad Retrete» y «Odio enamorado».
También ha escrito el libro de viajes «Atrapados en el paraíso», sobre su viaje al vertedero de Payatas (Manila) y a Papúa Nueva Guinea, además de varias biografías para niños (Beethoven , Franklin o Mozart).
En esta ocasión, «Oh, Janis!» cuenta las peripecias de un barrendero de Pamplona en los años 80 que accidentalmente se convierte en estrella del porno, dedicación que le lleva a recorrer diversos lugares del mundo, relato que da pie a «una novela de humor pero con cierta intención social y transgresora», según ha presentado el autor a Efe.
Así, este barrendero, «un descastado de la vida» critica a todos los ámbitos y muestra, además de Pamplona, otras ciudades en sus viajes, en lo que es un relato que Irurzun asegura que «divertirá mucho al lector, se va a reír a carcajadas, aunque la intención es que tras la carcajada quede un poso».
Al respecto, en los actuales tiempos de crisis, Irurzon considera que «la risa puede ser revolucionaria en esta situación en la que estamos. La risa es contagiosa y es una manera de destensar un poco las cosas y a la vez, en este caso de tomar conciencia de ellas, abordándolas desde un punto de vista no tan dramático».
El uso del relato sexual explícito, cercano al porno, lo valora el autor porque «en el sexo está todo: la fantasía, la frustración y muchos aspectos de la condición humana, como las relaciones de poder, el sometimiento y el amor. El sexo es algo universal».
Desde el punto de vista estilístico, el libro combina un lenguaje «muy directo», que incluso «a veces puede resultar soez», con otro «más literario y poético».
El escritor pamplonés cuenta que comenzó a escribir esta obra de forma «casi casual y como un divertimento», ya que nació en forme de blog realizado para promocionar un anterior libro de relatos que, pese a tener un título con reminiscencias eróticas, no tenía relación con el sexo.
«Empezaron a entrar 500 personas diarias y ya llega a medio millón de visitas», señala, un interés , mediático que le estimuló a comenzar a escribir esta novela «usando este tono erótico que incluso va más allá. Me di cuenta de que me sentía muy cómodo escribiéndola, que me estaba divirtiendo mucho y que iba tirando de mí, me iba saliendo con mucha facilidad», algo que el lector «nota».
EFE