• Subcribe to Our RSS Feed
Browsing "Blog"

CAMAMEÓN

Ago 18, 2019   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments

IMG-20190704-WA0007

Publicado en semanario ON (diarios Grupo Noticias). 17/08/19

 

BESTIARIO
(DRAGORRIONES, CULEBRACAS, TÓPAROS 
Y OTROS BICHOS RAROS)

Patxi Irurzun & Belatz

El escritor Patxi Irurzun y el dibujante Belatz dan rienda suelta a su imaginación con esta colección de bichos raros-raros-raros. Un catálogo estival de criaturas híbridas e imposibles que se recomienda leer en familia

 

CAMAMEÓN

Cuando el camameón moja la cama la cara se le pone, primero, roja de vergüenza, luego verde, por el enfado, y al final, cuando sus padres cuelgan las sábanas en el tendedero, de todos los colores. Al camameón le da tanta rabia que los demás sepan que se ha meado en la cama que, cuando sale a la calle, no quiere que nadie le vea, así que se mimetiza con el entorno: si, por ejemplo, camina por una acera, su cuerpo tiene el color de las baldosas; o si va al súper, al pasar por la estanterías su piel parece la etiqueta de un yogur, con sus letras y su fecha de caducidad y todo.

Una vez, incluso, un cliente lo cogió por error y lo puso en la caja.

¡Que soy un camameón, que soy un camameón! —gritaba él.

¡Que es un camameón, que es un camameón! —intentaba también explicarle la cajera al cliente.

Pero él erre que erre:

No importa, si lleva bífidus póngamelo—decía.

Al final el camameón se mimetizó con la cinta transportadora y pudo escaparse.

¡Menudo susto!

Al camameón no le gusta mearse en la cama, pero sus padres le riñen si no lo hace. Y todos los niños se disgustan mucho con él. Cuando el camameón moja las sábanas sus padres las cuelgan en el tendedero y lo que ha soñado el camameón se proyecta sobre ellas como si fuera la pantalla de un cine.

A todos les gustan mucho ver las películas de los sueños del camameón. Un día el camameón soñó que su lengua era un matasuegras y que hacía una fiesta a la que solo invitaba a moscas. Otro que se le caían los dientes (y eso que los camameones no tienen dientes). Otro que iba al baño y cagaba monedas de euro.

La gente se divierte mucho con los sueños del camameón y sus papás, que cobran entrada por ir a verlos, ganan mucho dinero gracias a él.

Pero al camameón no le gusta nada que todo el mundo tenga derecho a meterse en lo más profundo de sus pensamientos, o despertarse mojado y temblando de frío en mitad de la noche.

Una noche el camameón soñó que daba un beso a una culebraca y tuvo que levantarse para cambiar las sábanas antes de que sus padres las vieran y todo el mundo se enterara de que estaba enamorado en secreto de ella.

El camameón no sabe qué hacer. Puede convertirse en cualquier cosa, pero a todos le gustaría que siguiera haciendo siempre lo mismo. No le parece justo.

Es duro ser un camameón.

REPORTAJE SOBRE BALCONSITO SUMMER, EL FESTIVAL MÁS PEQUEÑO DEL MUNDO

Ago 12, 2019   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments
Processed with VSCO with a1 preset

Foto: Mikel G. Otamendi

“Creo que en lo pequeño y lo cotidiano reside nuestra felicidad”
Mikel G. Otamendi, director de Balconsito Summer

 Dos días de festival, seis grupos, zona de restauración, retransmisión en streaming… y solo dos espectadores por concierto en el balcón de un quinto piso del barrio de Donibane en Iruña. Balconsito Summer crece en su segunda edición para seguir siendo el festival de música más pequeño del mundo. Todo un homenaje a la grandeza de las pequeñas cosas de la mano de un loco maravilloso, el músico y fotógrafo Mikel G. Otamendi

 

Patxi Irurzun/Iruñea. Publicado en Gara 12/08/2019

 

Como a cualquier gran festival veraniego que se precie a Balconsito Summer no le falta de nada. Un cartel atractivo (Xabi Bandini, Quebec, Maren, Con X The Banjo, Hey! Bastian y Baobabs Will Destroy Your Planet.), barra, catering, pulseras identificativas, pases de backstage… “La única diferencia es que en lugar de para diez mil  personas Balconsito es un festival para dos personas. Y que el escenario es un balcón de 1,71 metros cuadrados”, nos cuenta el director de este evento único en el mundo, Mikel G. Otamendi.

Balconsito Summer tiene también su plano del recinto del festival, que hace unos días Mikel colgó en las redes sociales: el plano de su propia casa, un quinto piso en la calle Martín Azpilicueta de Iruña. Y es que su casa y el balcón de la misma son, en gran parte, los culpables de esta bendita locura que hace año celebró su primera edición y que los próximos días 12 y 13 de agosto regresa con la intención de consolidarse y crecer (sin dejar por eso de seguir siendo a la vez el festival de música más pequeño del mundo).

“Por cosas de la vida, compré una casa que estaba para reformar entera y, sin tener ni idea de de albañilería ni de nada, la reformé entera, yo solo, mirando videos en youtube, etc.”, explica Mikel. “Y lo último que hice fue el balcón. Mira qué terracita tan chula me ha quedado, me dije; aunque en realidad era un balcón, un balconcito de nada, pero la sensación era tan satisfactoria que yo tenía la necesidad de compartirla. Y me dije que ahí tenía que hacer algo”.

A ello se sumaba además una vinculación emocional con la casa pues esta había pertenecido a sus abuelos y Mikel mantenía en su memoria el recuerdo de algunos fotos de su abuela con su madre en ese mismo balcón que hoy es el escenario principal de Balconsito Summer -y en buena parte de su  vida-. Dicho y hecho. En apenas solo un mes, durante el verano de 2018, consiguió poner en marcha Balconsito Summer y cerrar el cartel de la primera edición con músicos de la talla de Kutxi Romero (Marea), Iker Piedrafita (Dikers), Chica Sobresalto, Etxaniz, Pedro (La Fuga) o Gussy. A ello ayudó, por supuesto,la relación de amistad con estos colegas. Porque como todos ellos, Mikel G. Otamendi es músico. Durante nueve años ha sido el teclista de Tierra Santa, grupo con el que ha realizado giras internacionales o ha estado en los principales festivales musicales del estado. “Esa experiencia, la de un tipo normal que de repente se ve tocando en El Salvador o Guatemala para miles de personas, me hizo darme cuenta de la capacidad que hay en la vida de conseguir cosas que creías imposibles y de hacer lo que realmente quieres hacer”, cuenta el creador y director de Balconsito Summer.

Esa idea es uno de los dos pilares sobre los que se sostiene la filosofía del festival. El otro, como declara la cabecera de la web (www.balconsito.com) es una reivindicación de las cosas pequeñas, un alegato de lo cotidiano, una invitación a hacer de cada momento y cada lugar una ocasión única para disfrutar de la vida. “Yo, por ejemplo, me niego a ponerme mi camiseta favorita solo el sábado. O a cortarme el pelo antes de sanfermines. No lo veo así. Igual un martes por la tarde te pones tu camiseta favorita y sales a tomarme un helado. Yo creo que en lo cotidiano y en lo pequeño reside nuestra felicidad. No creo que sea necesario irse a una cala estupenda o a un superfestival para disfrutar del verano y de la música”.

¿Hay entonces una crítica o una ironía desde Balconsito Summer hacia los grandes festivales?, le preguntamos. “No, conscientemente, no. Yo, he tocado y he estado en muchos festivales, y disfruto mucho de ellos. De hecho, creo que es todo lo contrario, el modelo en el que se inspira Balconsito es precisamente ese gran modelo de entretenimiento… Y Balconsito es un festival en toda regla, tiene toda la infraestructura de festival, son varios días de conciertos, varios conciertos cada día, hay barra, catering, camerino, merchandising, hacemos notas de prensa,  el año pasado vino una chica a hacer tatuajes… La única peculiaridad es que en cada concierto hay solo dos espectadores”.

Este año, por cierto, la elección de esos dos afortunados ha cambiado, será por sorteo. Para ello hay varios puntos de venta (el bar Garazi y El infiernito de Iruña) en los que los interesados pueden adquirir, al precio que ellos voluntariamente estimen,  unas pulseras identificativas y numeradas. Habrá dos ganadores que tendrán el privilegio de acudir acompañados de un invitado a una de las dos jornadas de festival que tendrán lugar los próximos días 12 y 13 de agosto. No es el único cambio este año en Balconsito Summer.  “El intento es dotar al festival de más infraestructura, de una arquitectura más fuerte para que soporte todo lo que queremos hacer en los siguientes años. Es un paso importante”, afirma Mikel. Y, en ese sentido,  añade que en esta edición los contactos con los artistas han sido más profesionales, que algunos de ellos vendrá con sets especiales para el festival o que la sonorización y la retransmisión en directo dispondrán de más medios.

La emisión en directo por internet de Balconsito Summer es una de las puntas de lanza de este proyecto, la que le da sentido o hace por ejemplo que los artistas se interesen o incluso se ofrezcan para estar en él. El año pasado, de hecho, la repercusión social y mediática que tuvo Balconsito Summer fue increíble, hubo más de sesenta mil impactos en Facebook, siete mil espectadores del streaming y el festival despertó el interés de numerosos medios de comunicación. Sobre esos cimientos Mikel G. Otamendi quiere ir edificando un festival para el que en próximas ediciones no descarta tours por otras ciudades o nuevos formatos y plataformas.

En cuanto a los artistas que conforman el cartel de este año el día 12 actuarán Quebec (banda iruindarra compuesta por músicos procedentes de grupos como Barua o Sonic Toys), Hey! Bastian (con su primer LP «Millenials» llevan ya unos cuantos conciertos a sus espaldas, incluida una gira por Japón y Tailandia) o la jovencísima y prometedora cantautora de Gallarta Maren. El día 13 será el turno de Con X the banjo (su directo lo definen como puro fuego y diversión), Baobabs Will Destroy Your Planet y su estiloso indie en euskara y el ex cantante de Kerobia Xabi Bandini, que recientemente presentó su magnífico trabajó «Begibakar». Los conciertos comenzarán a las 20:30.

Un gran cartel, sin duda, para un gran festival; un festival al que como decíamos más arriba no le falta de nada, pero tiene algo  -su originalidad, su apuesta entusiasta y emocional por las cosas pequeñas y cotidianas y su particularidad: el festival más pequeño del mundo- que a todos los demás le falta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DIARIO DE UN INSOMNE

Ago 11, 2019   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments
Resultado de imagen de curling
Publicado en Rubio de bote, colaboración quincenal para el magazine semanal ON (diarios Grupo Noticias), 10/08/2019

 

Lunes, 5 de agosto

Hoy he recibido otra de esas extrañas solicitudes de amistad en Facebook. La chica se llama Irina y en su perfil tiene escrito: “Necesito un pollo en mi vagina”. Me pasa desde pequeño. Siempre se me arrima la gente más rara. Es como un imán. Si en un bar hay, pongamos, un borracho bailando con un orinal en la cabeza, va a acabar impepinablemente vertiéndome toda su diarrea mental encima.

Son las tres de la mañana. Hoy tampoco  puedo dormir. El termómetro del móvil marca treinta grados.

Martes, 6 de agosto

 Otra noche en blanco. El calor no es, porque hoy estamos a nueve grados. He tenido que sacar la manta. El tiempo está loco. Con estos cambios de temperatura vamos a acabar todos hechos polvo, convertidos en arena del desierto. Para combatir el insomnio me pongo música en Youtube. De vez en cuando, las canciones se paran a la mitad y sale un anuncio. No sé a qué genio del marketing se le ha ocurrido. A mí, al menos, eso solo me hace odiar los productos que anuncian. Cortar una canción es un crimen. Es como cortarte la respiración. Ya no saben qué inventar. Son capaces de cualquier cosa, hasta de matar, con tal de venderte algo.

Miércoles, 7 de agosto

 Igual va a ser el jet lag. Han pasado ya unos días desde que volví de vacaciones.  “¿Cómo vas a tener jet lag si no te has ido a ningún sitio?”, me dice un compañero de trabajo que es un aguafiestas.  “Ya, pero no madrugaba, comía  a deshoras, me echaba la siesta, me quedaba por las noches viendo el curling…”. “¿Curling, quién es ese, el niño de Solo en casa?”. “No, un deporte de invierno”, le contesto. “Ah, ya,  ese en el que echan un aspirador rumba por una pista de hielo y por delante van unos cuantos frotando el suelo, ¿no?”. “El mismo”, digo. “Listo, que eres un listo” (bueno, esto último  lo digo solo para mí).

Jueves, 8 de agosto

 Como no pudo dormir y como hoy vuelve a hacer un calor insoportable no hago más que darle vueltas al tema del curling. ¿Y si monto un equipo? Seguro que es una buena forma de viajar. Finlandia, Rusia, Islandia. He mirado en Google y en España solo hay catorce equipos. Y en Navarra, ninguno. O sea, que de primeras ya eres campeón de tu comunidad. Y después, con un poco de esfuerzo,  en la liga nacional fijo que no resulta difícil clasificarse para la UEFA, o como se llamen las competiciones europeas de deportes de invierno.

Viernes, 9 de agosto

Hoy ha entrado el cierzo y han bajado las temperaturas veinte grados en unas horas. Todo el mundo habla de eso. También en el telediario. El telediario es cada vez más como un ascensor. Se habla del tiempo por no hablar de otras cosas. Por ejemplo, del cambio climático. Y aún así, nunca llueve a gusto de todos. Para algunos veinte grados en agosto es mal tiempo. Para mí es el paraíso. Si en el paraíso pudiera dormir, claro.

Sábado, 10 de agosto

Maldito insomnio. Sigo sin pegar ojo.  No hago más que darle vueltas a la cabeza, con preguntas absurdas. ¿Se podrá competir en el curling con la mopa de casa? ¿Después de Unamuno y Orwell, a quién tendrá los santos cojones de citar Santiago Abascal en su próxima intervención parlamentaria? ¿A Simone de Beauvoir? … Me voy a volver loco. No puedo parar. ¿Cuando me levante tendré que ponerme una camiseta o una camiseta térmica?¿Un diario, como este, escrito por las noches no debería en realidad llamarse nocturnario? ¿Para qué querrá Irina el pollo?…

ENTREVISTA A KEPA MURUA

Ago 11, 2019   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments
Foto: Raúl Fijo

Foto: Raúl Fijo

«Me he convertido en el escritor que sospechaba que podría ser»
Kepa Murua, poeta y editor

 

En «El cuaderno blanco», publicado por El desvelo, la escritora colombiana Catalina Garcés selecciona una antología de poemas de Kepa Murua, un poeta esférico, dice –poeta se mire por donde se mire– que nos ofrece una visión panórámica de la extensa obra del autor y editor zarauztarra

 

Patxi Irurzun. Gara. 09/08/2019

¿Por qué una antología ahora, a qué responde: los treinta años escribiendo, la necesidad de echar la vista atrás, de reflexionar sobre su trayectoria?

Algunos de los libros publicados están agotados o son difíciles de encontrar y con este libro, “El cuaderno blanco”, los lectores tienen la oportunidad de acceder a mi poesía. La antología es un resumen que reconoce mis cambios como poeta y mis inquietudes como escritor

Hacer una selección del trabajo propio supongo que será complicado, a veces incluso doloroso (dejar fuera algunos poemas, por ejemplo)? ¿Qué criterios se han seguido?

Concedo libertad a los críticos y los lectores de mis libros para que opinen sobre lo que les sugieren mis textos. Me gusta escucharlos para luego sacar mis conclusiones. En este caso la idea de la antología nace de la escritora colombiana Catalina Garcés; el primer sorprendido por la selección de los poemas, los temas tratados y el título “El cuaderno blanco”, fui yo. Si me hubiera encargado yo, la antología sería otro libro.

Llama la atención el título, «El cuaderno blanco», para un libro en el que todos los poemas ya estaban escritos hace tiempo, ¿por qué?

Es el título de un poema de “Escribir la distancia”, un libro que cambió mi pulso poético. Es la referencia al cuaderno aún por escribir o la página en blanco, son temas recurrentes en mis libros. Cada uno debería escribir su vida.

La antología, como señala en el prólogo Catalina Garcés es una mirada panorámica, un cuaderno de ruta de un viaje, vital y poético, ¿se puede leer así?

Son treinta años de escritura que muestran una poesía intimista que refleja lo que acontece en la sociedad y dentro de mí como testigo de esos hechos. Me sorprende la vitalidad de los poemas. La vida aparece en todas las páginas, incluso cuando se menciona la muerte hay un tono de aceptación de la belleza del mundo. Se puede leer así, pero el lector tiene plena libertad para hacerlo de muchas otras maneras.

¿Cuál es el balance que hace usted viendo esa panorámica, esa trayectoria?

Cuando empecé soñaba con escribir unos cuantos libros. Que se publicaran me costó tiempo, no fue fácil para mí, recibí tantos rechazos como desprecio por lo que hacía. Cuando era joven, además, me daba vergüenza presentarme como poeta; ahora observo que esos temores se han superado y que me he convertido en el escritor que sospechaba que podría ser, aunque al principio no sabía de qué manera lo lograría.

También se habla en el prólogo de que su poesía se caracteriza, entre otras cosas, por un sabotaje del amor romántico. ¿Está de acuerdo? ¿Y cuáles diría usted que son las constantes de su poesía?

En los primeros libros surge un grito frente a la realidad que no me gusta y se aprecia una llamada al amor que se confunde con el deseo. Con el paso de los años la voz se serena y se equilibra ante los temas vitales como son el amor, la amistad, la sociedad en la que vivimos y la vida que llevamos.

En uno de sus poemas dice «No debo hablar de mí /jamás lo hago», sin embargo la poesía, y también la suya (hay, por ejemplo, varios autorretratos), está ligada a lo íntimo, a la experiencia vital. ¿Hay una voluntad de trascender, de que el lector se reconozca en usted?

En muchos poemas relato hechos que no me han pasado a mí directamente, las voces y los registros de mis libros son diferentes y variados, pero con en “El cuaderno blanco” el lector interpreta un viaje poético de un autor cercano con una mirada cómplice.

Por último, después de esta antología y supongo que la reflexión que la acompaña, cuáles serán los siguientes pasos, como se enfrenta a nuevos poemarios, si los va a haber.

Sigo escribiendo, tanto poesía como narrativa, y tengo varios proyectos sobre la mesa. Por ejemplo, diferentes tomos de memorias de poeta metido a editor que me gustaría que se publicasen; ojalá un editor se interese por ellos. Considero que es un documento que retrata el mundo de la edición y la poesía contemporánea, aunque también se habla de política y sociedad. No tengo prisa, si uno tiene un buen libro o un proyecto de calidad que presentar al público tarde o temprano llegará a los lectores. Soy un superviviente que se ha convertido en un experto a la hora de superar diferentes retos.

TIGRESTRUZ (por Belatz & Irurzun)

Ago 3, 2019   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments

tigrestruz (1)

Publicado en ON, suplemento de los diarios de Grupo Noticias (03/08/2019)

 

BESTIARIO
(DRAGORRIONES, CULEBRACAS, TÓPAROS 
Y OTROS BICHOS RAROS)

Patxi Irurzun / Belatz

El escritor Patxi Irurzun y el dibujante Belatz dan rienda suelta a su imaginación con esta
colección de bichos raros-raros-raros. Un catálogo estival de criaturas híbridas e imposibles que se recomienda leer en familia

TIGRESTRUZ

El tigrestruz es uno de los animales más miedicas y más veloces del mundo. Es tan veloz el tigrestruz que cuando corre parece que vuela. Tanto que a veces, mientras corre y parece que vuela, se le borran de la piel sus rayas negras.

Cuando está quieto, por el contrario, el tigrestruz es como un balón de baloncesto, porque su piel es dura, de color naranja —con rayas negras— y llena de pequeños poros.

Pero la verdad es que el tigrestruz, como tiene miedo de todo, casi nunca está quieto. El tigrestruz, si estornuda una mosca, se asusta y echa a correr. Echa a correr el tigestruz si ve su propia sombra (y como es tan rápido consigue adelantarla y todo)…

Siempre está corriendo el tigrestuz, y cuando se asusta mucho se aleja varios kilómetros, escarba con sus zarpas en la tierra y en el agujerito que hace, esconde la cabeza. Como los niños pequeños cuando se tapan con las manos la cara y creen que nadie los ve.

El tigrestruz tiene miedo de todo. Tiene miedo de las tormentas, de los cazadores de tigrestruces, del profesor, cuando no se sabe la lección, de los exámenes, de los abusones, de los ladrones, de la policía, de no caer bien a la gente, de los dragorriones y de los meteoritos, de los tigres y de las avestruces, de las tigrestruzas si es un tigrestruz chico, y al revés, de los tigrestruces chicos si es una tigrestruza…

El tigrestruz tiene miedo hasta de sí mismo, de tener tanto miedo y esconder la cabeza. El tigrestruz esconde la cabeza sin darse cuenta, por instinto, pero, en el fondo –nunca mejor dicho—, sabe que cuando la saque del agujero sus problemas seguirán ahí. A veces, de hecho, sus problemas están ahí también cuando tiene la cabeza enterrada. Como cuando hay una tormenta y la piel de balón de baloncesto del tigrestruz se empapa de los pies a la cabeza (bueno, de los pies al cuello).

A veces, el tigrestruz tiene también miedo de que se mueran sus papás, o de morirse él y no saber a dónde va uno cuando se muere, o de los telediarios, o de la gente que grita, o de la que se ríe siempre…

Tener miedo no siempre es malo, ni uno se convierte en un cobarde siempre que tiene miedo.

Tener miedo te puede convertir incluso en uno de los animales más veloces de la tierra.

Tener miedo, en definitiva, a veces lo hace a uno más fuerte, más humano, más tigrestruz.

Páginas:«1...55565758596061...279»
ga('create', 'UA-55942951-1', 'auto'); ga('send', 'pageview');