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PORCA MISERIA

May 30, 2011   //   by admin   //   Blog  //  No Comments



Es una columna de opinión, sí, pero retrata y cómo retrata a quien la escribe, y -me temo- a una forma de pensar por desgracia común entre ciertos sectores de la sociedad navarra. Luis Castiella se despachaba ayer en Diario de Navarra de esta manera:

«Hay resultados electorales curiosos. Dos macro urbanizaciones, Mendillori y Sarriguren, las niñas bonitas de la VPO en navarra. Las hijas de UPN y PSN. Donde los regionalistas y los socialistas se han hartado de gastar y de promover viviendas de protección oficial. Allí han ganado los nacionalistas. Rancia correspondencia a treinta años de miramiento por los menos pudientes y los más agobiados. La política da más puñaladas que las riñas entre hermanos. Los nabaitus han sacado tajada sin despeinarse. Ante la necedisdad de pisos, los Urralburu, Otano y Sanz han ido destilando sensibilidad social. Plasmada en baremos, zonas verdes y créditos subsidiados. El voto-respuesta ha sido si te he visto no me acuerdo. Para una vez que los partidos escuchan a la calle, la calle les ha dado la espalda. El mito de la lejanía del poder denunciado por parados, indignados y jóvenes acampados pierde fuelle. En este caso estuvieron al quite, pero les ha dado menos réditos que la nómina en el banco. Porca miseria«.

Luis Castiella

Y no su autor no es un jauntxo, un señor feudal del medievo, es un sudirector de Diario de Navarra. No tiene desperdicio. A este señor le gustaría que los «pobres», la chusma, estuviéramos toda la vida agachando la cabeza y dando las gracias. Oh, sí, gracias por vuestra generosidad, porque habéis sido vosotros, dos partidos políticos, a título personal, los que nos habéis dado un techo bajo el que guarecernos, y a cambio de nada, oyes, todo por altruismo, pura sensibilidad social (se le ha olvidado decir que dos de los tres filántropos de los que habla tuvieron algún que otro problemilla con la justicia)… Gracias por nuestras niñas bonitas, que eso sí, las mandais bien lejos de vuestros barrios bien, no vaya a ser que vuestros niños tengan que jugar en el parque con los Mamadús y las Eukenes… Ellos, siempre pensando en nosotros (casi- casi lo único que les ha faltado ha sido pagarnos las hipotecas). Y sus nóminas, qué me dicen de sus nóminas, pobrecicos, pero si el cemento no da, pero si ellos construyen solo pensando en nosotros, los menos pudientes, los agobiados, de qué iban a perder el tiempo con negocios ruinosos como el de la construcción, con lo bien que se está jugando al golf, o leyendo a Luis Castiella, sus frases cortas y aceradas, sus puntos que caen donde dios le da a entender… Digo yo que por eso, por pura sensibilidad social, se embarcan en otro megaplan urbanístico como el de Egües. Porque escuchan a la calle y eso. Porca miseria. O lo que es lo mismo: y una puta mierda

Una (buena y completa) reseña de ¡Oh, Janis…! en LA REPÚBLICA CULTURAL

May 27, 2011   //   by admin   //   Blog  //  No Comments


Dick Grande es un anodino barrendero de Pamplona, cantante ocasional y jevy metal de pelos largos, un perfecto hombre invisible ante la puritana sociedad de una Pamplona donde follar, más que pecado, es un milagro. Sólo que, bajo su fosforescente mono de trabajo, bajo su insustancial existencia, Dick Grande oculta una descomunal blakandéker que hará las delicias de las mujeres y con la que se propone hacerse un hueco en el turbulento mundo del porno (amateur).

Oh, Janis comienza en La Habana donde el protagonista conoce a Janis, una negra jinetera con el mejor culo de toda La Habana -que es casi como decir el mejor culo de todo el mundo- que le propone ganarse un dinerito participando en una película porno (amateur) que rueda una pareja de depravados alemanes. El encuentro con Janis marcará su existencia hasta el punto de que la búsqueda de esa negra habanera de nalgas neumáticas se convertirá en el leitmotiv de toda la novela. En cuanto a la película se titulará Macpolla y será su debut en el porno, el inicio de una carrera que habrá de llevarle de una punta a otra del mundo: París, donde además habrá de hacer de músico en el metro y conocerá al director Bardamu (como el Ferdinand Bardamú de Celine), todo un intelectual y un artista del cine pornográfico; a Bangkok, prostíbulo del mundo; a una Manila repleta de basura y de karaokes, donde unirá su carrera amateur a la de Elisalde, un productor con un oscuro pasado de terrorista; a una descomunal México D.F. y sus insufribles mariachis… Lugares todos ellos de los que habrá de marcharse para regresar a una insulsa Pamplona, repleta de meapilas (como su propia madre) y de los de siempre, de rancias costumbres, de sanfermines…

Oh, Janis es una novela contada en primera persona, de prosa vertiginosa y frases interminables, llena de lenguaje coloquial, con un personaje central entrañable, de polla enorme y antisistema, «el puto Dick Grande, el de la polla como una blakandéker y los besos con sabor a sangre dulce, tan dulce que las mujeres que besaba no la distinguían de la suya propia«. ¡Oh, Dick, mi dulce y sucio Dick! Un Dick Grande que, como no podía ser de otra manera, en el fondo no es más que un romántico: «no, eso no estaba bien, exponer a la vista de todos sentimientos como el amor, el afecto, acariciarse, o acariciar una guitarra, era algo impúdico, incómodo, eso tenía que guardárselo uno para sí mismo, rumiarlo, como mucho vomitarlo convertido en otra cosa, en furia, en fe, en fuerza bruta, en fuego, todas con efe, como follar, ah, follar no, que estamos en Pamplona, en la vieja Iruña, aquí ni se folla ni se perdona a los demás que follen, o sea, que yo me merecía que aquella botella de pacharán Zoco que se dirigía directamente a mi cara reventara ésta, me desfigurara, me dejara marcado para los restos, para que la tribu supiera que había renegado de ella«.

Oh, Janis es una novela ácida, llena de humor (con situaciones tronchantes) y de mala hostia (continuadora del trabajo de demolición iniciado por el Celine de Viaje al fin de la noche), donde Patxi Grande Irurzun, sin lacha alguna, arremete contra todo y contra todos, dando estopa a diestro y siniestro, a la Iglesia, a los periodistas, a los políticos, a los biempensantes, a las mujeres, a los hombres, a la revolución cubana y a sus iconos, a la burguesía y al proletariado, a la kale borroka

Oh, Janis es una novela seminal, repleta de pajas, de sex-shops, de putiferios, de muñecas hinchables con rostro de Margaret Thatcher, de prodigiosas prostitutas orientales que fuman con el culo o abren cervezas con el coño, de travestis, de escarceos sexuales de todo tipo (en la línea de aquel erotómano llamado Sade), de guiris adinerados pagando a niñas, de pelis porno (amateur) de nombres imposibles y argumentos delirantes: Las corridas de Pamplona, París bien vale una picha, Guarrillera…

Oh, Janis es una novela guarrilla, rebosante de tacos, de pedos, de meadas, de basura, de alcohol y de vómitos, de lenguaje escatológico, de eructos… en la estela de ese otro guarro que precedió a Patxi Dick Irurzun y al que llamaban Bukowski.

Oh, Janis es una novela de personajes secundarios inolvidables: la pareja de pornógrafos alemanes que no duda en pervertir a su propia hija, de ninfómanas insaciables, de mujeres hermosas y de personajes grotescos o deformados, de seres marginales…

Oh, Janis es una novela musical, con karaokes y cantantes de jotas, con clásicos de la canción casposa, con imitaciones de Meat Loaf, con canciones de AC/DC, Led Zeppelin, Whitesnake, Motorhead… pero también de Barón Rojo, Barricada, Las Superputas, o de La Gran Perra en Celo, Dick Grande y sus Cachorrillos Pajilleros, genuinos pioneros del malogrado porno-rock radikal vasco…

Esperemos que a Patxi Irurzun no le pase como al héroe de la novela, «como nadie sabía quién era Dick Grande, y si llegara a saberlo algún día se avergonzarían de mí, me fusilarían con katxis rebosantes de kalimotxo como sangre espesa, con titulares como sentencias del Diario de Navarra, con balas de plata ungidas en agua bendita o con nueve milímetros parabellum«; y de una vez por todas su talento, poderosa Blakandéker, acabe rompiendo las barreras y sea reconocido.

A destacar también el trabajo de la editorial, Eutelequia, que ha irrumpido en el mundillo editorial con la fuerza de un rompehielos y con una presentación exquisita de sus libros. En el aire una pregunta: ¿Cuántas editoriales, grandes o pequeñas, se hubieran atrevido a apostar por una obra de las características anteriormente mencionadas?

JAVIER SERRANO

http://www.larepublicacultural.es/article4312.html

COLUMPIADA

May 25, 2011   //   by admin   //   Blog  //  3 Comments

Siempre que vuelvo de presentar un libro, o de hacer alguna entrevista sobre él, me quedó con una sensación agridulce: ¿para qué sirve esto?, ¿se habrá entendido algo de lo que he dicho?, ¿les habrá interesado?, ¿han venido por amistad, por cumplir, o porque les interesa de verdad lo que escribo?, ¿veinte, treinta personas es mucha o poca gente (siempre me consuela saber que una vez yo estuve en una charla de Atxaga en la que había ocho personas )?, ¿en las entrevistas del periódico, qué parezco, un pobre diablo, un aficionado, uno que quiere ser escritor? ¿por qué no han puesto esto otro, que tenía mucha más enjundia, no lo habré contado con mucha convicción?…

El otro día en Madrid, de todos modos, la cosa estuvo bien. Como me suele suceder a menudo, la presentación coincidió con algún acontecimiento megaimportante, en este caso de verdad, no fue un partido, ni que estuviera lloviendo, lo del 15-M es de verdad, unas horas antes de presentar el libro estuve dando unas vueltas por la puerta del Sol y me gustó mucho lo que por allí vi. De verdad. Había una multitud y no paraba de llegar gente. Todos iban en la dirección contraria de la librería Tipos Infames, eso sí. Pero allí, en la librería, aguantaban firmes, contracorriente, algunos incondicionales, como compañeros de editorial (José Angel Barrueco y su chica, Marta, y la niña que esperan, y Mario Crespo, y Esteban Gutiérrez, que me hizo los honores y me sacó los colores, con una elogiosa presentación, mía y de mi novela -¡dijo, ni más ni menos que es el Quijote del siglo XXI, no sé qué le habían echado en la caña que nos tomamos antes-…), y me reencontré también con mucha gente que hacía tiempo que no veía, mis compas del viaje a Chiapas, con la CGT, que estaban todos igual de majos y que a pesar de ser unos ácratas y unos revoltosos, vinieron a verme, antes de pasarse por la multitudinaria acampada para reclamar el Sol de noche, lo imposible, la revolución, por fin, o al menos una baldosa más en el camino hacia ella, la baldosa necesaria para no caer en el hoyo para siempre…… Me hizo mucha ilusión verlos.

Y Clea, mi editora, mi valiente editora, a la que deseo la mejor suerte del mundo, mientras me siento responsable, si mi libro no le ayuda en ello, si pasa como las otras veces, si pasa sin pena ni gloria, aunque no lo merezca, aunque sea el Quijote del siglo XXI, aunque sea una novela que no se parezca a ningún otra, aunque sea pura dinamita, una bomba anarquista de sudor y esperma y la saliva que se cae de la boca cuando te ríes a mandíbula batiente o duermes la siesta con tienda de campaña… ¿Por qué no puedo decirlo?

En la presentación también hablé de ello: estoy harto de que nadie me haga ni caso, después de tanto tiempo, tantos libros… Soy un autor desconocido, y ya estoy cansado de eso, sinceramente creo que lo único que necesito es que me descubran, que me lean, y sé que después seguirán a mi lado. No puedo permitirme pensar otra cosa. No puedo decir «Igual no eres tan bueno como crees». Porque no lo creo y porque no voy a tirar la toalla. Creo que esta novela es, eso también lo he dicho en alguna entrevista, un golpe en la mesa, y os pido que si de verdad confiáis en mí, si consideráis que merezco que mis sueños se cumplan, me apoyéis, compréis el libro, lo leáis y si os gusta lo recomendéis. Esta es mi oportunidad, no será la única ni la última, pero es la que está más a mano, y la necesito, ahora y ya. Necesito algo más que «ya te vi en el periódico» o «a ver si vendes muchos libros» (pues empieza tú, cabrón, y cómprame uno).

Bueno, dejo de arrastrarme un poco. A rastras, por cierto, volví casi al hotel, después de beber con extraños, que ya no lo son, Germán San Nicasio, gran escritor y persona, creo que nos unió y nos hizo salvajes y desinhibidos nuestra introversión enfermiza, Izabella, y su hermoso acento polaco y sus dibujos que tengo muchas ganas de ver (los dos también publicaran en Eutelequia), Javier Serrano, otro escritor que viene pisando fuerte, lleno de energía y provocación y mucha sed…. Y antes Iñaki Etxarte, que nunca falla, la única representación de los expatriados navarros (a los que espero no tener que unirme, si como vaticina Josu Arteaga en el prólogo del libro, me echan de Pamplona)…

Mucho me temo que el responsable de una cosa que llaman la delegación del gobierno navarro en Madrid, o algo así, una julada como cualquier otra y que me imagino que saldrá por un riñon, no reenvió la convocatoria que le mandé unos días atrás (yque volvía recordarle en vísperas del acto). Lo hice por recomendación de otro colega escritor, que finalmente no pudo acercarse, aunque a mí me diera un poco lo mismo -lo de que el embajador ese en Londres, digo en Madrid, enviara o no el email- pero amigos hay que tener hasta en el infierno, y una convocatoria es una convocatoria, abierta, plural, bla, bla, y total no perdía nada (además de que el colega del que hablo es una persona de la que me fío)… Pues bien, hace unos meses hubo una polémica a cuenta de esa «embajada» navarra, que sí que envió otro email masivo en el que avisaba de un acto de la -si dios o el diablo o Pepiño Blanco no nos libran de ella- nueva ¡presidenta, presidenta! de Navarra, Yolanda Barcina, que fue a hacer un bolo por la capital. Entonces alguno saltó, que no estaba nada bien utilizar una cosa pública, pagada por todos los navarros para promocionar intereses políticos o partidistas, y entonces Miguel Sanz, el expresidente foral, dijo que los que se habían quejado por eso se habían columpiado, que dentro de las funciones de la delegación navarra estaba informar a todos los navarros de Madrid de cualquier acto o evento de un paisano en la capital… Pues, si finalmente no me equivoco (porque no puedo asegurarlo aunque ya sé de más de uno y de dos que no recibieron el dichoso email) yo digo que mentira puta, que columpiarse vosotros, como siempre y nosotros detrás empujando, a nuestro pesar y contra nuestra voluntad… Que depende quién eres y que cuentas y qué quieres. Que mucho morro. Y que no, que no os pagamos para eso, os pagamos para que nos representeis a todos, para que mandeís obedeciendo, que dicen los zapatistas… Y que eso es de lo que se habla y se discute estos días en la plazas, en los ágoras (¿los ágoras o las ágoras?), y que ojalá sirva para mandaros a la mierda de una vez. De democracia real. De una democracia y unas instituciones al servicio de todos, no solo de unos pocos.

Bueno, al final me he ido por las ramas. El caso es que había más gente en la presentación (y también había mucha gente que no vino o no pudo venir y a la que eché de menos -y también hubo quién se dedicó a echar una mano vaticinando por ahí que no iba a aparecer nadie-). En fin, cosas de las presentaciones. La próxima en Pamplona, en esa ya me encargaré yo de avisar, no necesito salvadores. El día 11 en La hormiga atómica a las 12:30. Os espero. Habrá jamón.

Hoy en Diario de Navarra

May 24, 2011   //   by admin   //   Blog  //  No Comments
Foto. EDUARDO BUXENS.

«La ciudad te «cosifica» como barrendero»

ION STEGMEIER . PAMPLONA . Lo que empezó como un blog se ha convertido en la novela definitiva de Patxi Irurzun. El escritor pamplonés apuesta por ella, «Oh, Janis, mi dulce y sucia Janis!, que presenta estos días en Madrid, Barcelona, Gijón y Pamplona.

Patxi Irurzun (Pamplona, 1969) bromea con su último libro. Dice, y así lo recoge la promoción, que se trata del primer libro arrojadizo de la historia. «Si te gusta lo lees (y te ríes un rato)… y si te parece un ladrillo lo tiras (pero elige bien a quién)», dice. Pero lo cierto es que no es un libro más para él. ¡Oh, Janis, mi dulce y sucia Janis!, con el subtítulo de Memorias de una estrella del porno (amateur) es su libro definitivo. Así lo entiende él y también la editorial, Eutelequia, que lo presentará en Barcelona, Madrid y Gijón.

El protagonista es un barrendero heavy de Pamplona. Usted tiene una breve experiencia. ¿Le abrió los ojos?

Yo estuve trabajando un verano en Sanfermines de barrendero. Me di cuenta que llegaba un momento en el que era invisible a la gente. Eras parte del mobiliario urbano.Te da pie a pensar muchas cosas y a observar las rutina de la gente, los comportamientos y demás, a tomarle el pulso a la ciudad. Eso me sirvió bastante para inspirarme el personaje, que también es barrendero y la ciudad lo «cosifica».

¿Le ha prestado experiencias propias?

Ese es el punto de partida, luego entra lo que es la literatura. Sí que es cierto que luego transcurre en diferentes partes del mundo y son sitios en los que yo he estado, pero el personaje no tiene mucho que ver conmigo.

¿Pamplona tiene un papel importante en la trama o podría desarrollarse en cualquier otra ciudad?

Sí que se habla de Pamplona, de la basura que escondes debajo de la alfombra en la ciudad. Hay, también, una parte que se desarrolla en los Sanfermines. La novela transcurre en los años 80. Yo todos los libros que he escrito son especiales pero con éste siento que es un paso adelante, es dar un puñetazo en la mesa y decir que estoy aquí.

¿Por qué?

Llevo ya casi 15 años publicando y a la vez siento que soy un autor desconocido para el público en general. Yo creo que en este libro, que además ha apostado por mí una editorial de Madrid, es un paso adelante. Ésa es la intención. Yo he hecho cosas muy variadas, desde libros de viajes a obras juveniles y demás, novelas de humor… aquí está un poco todo. Sobre todo, yo creo que es una novela de humor. Y luego es una obra de amor.

También ha hecho biografías para niños. ¿Se nota su pluma independientemente del género de cada libro?

Hombre, yo creo que sí. Hay algunos libros que no te exigen usar el punto de vista del humor. Luego, claro, cada novela es diferente. Está indicando un tono que me ha gustado, que ha tirado de mí y estoy muy satisfecho.

¡Oh, Janis, mi dulce y sucia Janis! nace de un blog, ¿sin intención de que fuera una novela después?

Lo fui publicando por capítulos en el blog. Entre el trabajo y los hijos no tenía demasiado tiempo de escribir y me quemaba un poquillo. Empecé a escribir un poco a lo tonto en ese blog, casi como un divertimento, para soltar la mano, pero me di cuenta que me lo estaba pasando muy bien y que la novela iba creciendo y me iba llevando.

También el blog le permitiría ver la respuesta de la gente a cada capítulo.

Sí, eso era muy interesante. Cada capítulo yo lo dejaba en el aire, sí que notaba en la gente que lo iba leyendo cierta expectación. Al final tuve un estímulo para seguir. Luego ya con vistas a publicarlo en papel dejé el blog.

http://www.diariodenavarra.es/noticias/mas_actualidad/cultura/ciudad_cosifica_como_barrendero.html

KALIMOTXO ELECTRÓNICO (Una entrevista que hice para GARA a los ingleses Crystal Fighters)

May 23, 2011   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

Crystal Figthers imaginan un mundo de kalimotxo electrónico

Patxi IRURZUN | IRUÑEA. Traducción entrevista: Luis INGELMO

¿Qué pintan dos txatxos, las figuras del carnaval de Lantz, en la portada del disco de un grupo de música electrónica británico? ¿Y ese «País Vasco to San Francisco…», el estribillo de uno de sus temas que rompe pistas de baile en todo Europa?¿Por qué alguien susurra unas frases en un macarrónico euskara en el vídeo de otra de sus canciones?

Los Luchadores de Cristal, Crystal Fighters, han jugado al escondite con su aclamado disco «Star of love» y la pregunta del millón en el circuito del pop electrónico es ¿de dónde son estos chicos? En su myspace, ellos afirman que navarros, pero se llaman Gilbert Vierich (guitarra y percusión), Graham Dickson (guitarra y txalaparta) y Sebastian Pringle (voces y guitarra).

Crystal Figthers ha rodeado de misterio su origen (la ópera inconclusa hallada por Laure, una de las componentes ocasionales del grupo, en uno de los cuadernos de su abuelo vasco) y la jugada les ha salido bien. Una atmósfera mítica y de leyenda envuelve al grupo y ellos no hacen demasiado por disiparla: «’Crystal Fighters’ es el título que recibe un fragmento extraído de esos cuadernos. El nombre nos llamó la atención», nos cuenta Sebastien, quien añade que también sus dibujos les resultaron interesantes: representaciones, o casi esbozos, de figuras de la mitología y la música vascas que incorporaron a su propia música y a las ilustraciones de su álbum (el txatxo, el txistu o la txalaparta, entre otros).

«Mirando hacia atrás, nos hemos percatado de que esos cuadernos llenos de poemas y bosquejos marcaron el comienzo de nuestra fascinación por la cultura vasca, que incluía también nuestra música, de modo que fuera como una pintura, una atmósfera sonora que se asemejase a lo que nosotros sentíamos al leer esos escritos», Precisa Graham.

La música de Crystal Figthers ha sido definida de mil maneras: dance, nu-rave, tribalismo tropical, pero ellos defienden, por encima de todo, el poso de la música y el folk vasco. Y aquí ya no hay leyenda, dan nombres que demuestran que esa influencia tiene cuajo: «Hemos tratado de explorar diversos tipos de música vasca en nuestras canciones, desde los coros de doscientas personas que cantan `Haurtxoa seaskan’ o `Goizeko izarra», del Tolosa Otxotea, hasta el punk de La Polla Records, Eskorbuto o Las Vulpess, pasando por bailes populares como `Agur Jaunak’ o `Kukua’».

«Aprender a tocar y a expresarnos con instrumentos como la txalaparta, la trikitixa, el txistu y el tambor han tenido una importancia crucial en el desarrollo de nuestro sonido, sobre todo a la hora de integrarlo junto a los bajos eléctricos propios de la escena musical londinense y nuestro estilo vocal», cuenta el guitarrista del grupo.

¿Qué más da, pues, si estos chicos han nacido en Londres o en Urdax? Bajo el aura de exotismo y los rumores y sospechas de utilizar éste como herramienta de marketing, lo cierto es que la atracción por la cultura popular vasca, su bagaje musical, los convierten en vascos hasta la médula. ¡Si hasta trabajan en auzolan! Los tres miembros de Crystal Fighters comparten techo además de escenarios, en una vida entregada a la música: «Tenemos la esperanza de que, si nuestra música puede llegar a influir en los pensamientos y las actitudes de la gente, entonces no sólo habremos ofrecido un entretenimiento, sino algo que te invita a reflexionar. Quizá con el próximo disco logremos transformar el mundo», sentencia Graham Dickson con relajo.

Txalaparta

«Somos conscientes de que la txalaparta debe tocarse con unos palos que golpean en vertical, que cada músico, normalmente, sigue un patrón de dos notas continuadas (una especie de tachún tachún que cada uno va ejecutando, que la madera no debería afinarse, lo que básicamente la convierte en un xilófono, y nos atenemos a ello tanto como nos es posible durante nuestras grabaciones en estudio, aunque, en directo, se sabe que las reglas no se cumplen a rajatabla», se excusan los londinenses.

http://www.gara.net/paperezkoa/20110521/267658/es/Crystal/Figthers/imaginan/un/mundo/de/kalimotxo/electronico/

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