Viejos tiempos, o los rayos de sol iluminando el callejón
Banizu Nizuke ha publicado la primera novela del francés Henri Calet, que es también la primera que se traduce al castellano, algo que resulta sorprendente una vez concluida la lectura de esta novela deslumbrante. Editada originalmente en 1935 por Gallimard, narra los veinte primeros años de la azarosa vida de Calet. Los Viejos tiempos son el lado oscuro de la Belle Epoque, la metralla de la primera gran guerra. Callejones. Pensiones de mala muerte y peor vida. Internados. Casas de putas. Pero también la luz y la poesía y la risa. Calet escribe con frases breves y rotundas. Es un Céline que golpea en corto, un Bukowski cuando aún este llevaba pantalón corto y su novela un compendio de naturalismo, picaresca, novela de iniciación, sobre el que se eleva una voz que pide a gritos y a puñetazos en el estómago volver a ser escuchada y leída.