EL APOCALIPSIS SEGÚN ROLAND TOPOR Y SUS DISCÍPULOS
Uno de los platos fuerte del XI Salón del Cómic de Navarra es la exposición colectiva “Homenaje a Topor”, comisariada por Asier Mensuro, que rinde tributo al polifacético e influyente artista francés Roland Topor, con una colección de grabados del mismo y aportaciones de destacados dibujantes.
Patxi Irurzun
Roland Topor fue uno de los artistas más influyentes del surrealismo. Portadista, humorista gráfico, escritor, cineasta… tocó todos los palos, y en todos dejó su impronta, marcada por la muerte, la risa y el exceso. Junto con Fernando Arrabal y Alejandro Jodorowski fundó el conocido Movimiento Pánico. Roman Polanski filmó una de esas películas más destacadas tras adaptar una de las novelas de Topor: El quimérico inquilo (otras de las obras literarias destacadas del autor francés son los descacharrantes relatos de Los senos más bellos del mundo o Cocina caníbal en la que, a modo de curiosidad, en Vasco a la vasca, da la receta para cocinar un vasco: “Corte los pies a ras de la txapela…”); pero es sin duda en su faceta como ilustrador y humorista gráfico donde quizás más se aprecia su estela, reconocible en una legión de toporianos declarados y otros que lo son sin saberlo.
Asier Mensuro es uno de los primeros: toporiano acérrimo y gran conocedor de su obra, ha sido el encargado de comisariar esta exposición colectiva en el marco del XI salón del Cómic de Navarra. La exposición cuenta con 51 grabados de Roland Topor y 42 obras de artistas que lo homenajean, en un tributo tramado a golpes de whatsApp en un plazo de tiempo sorprendente, entre el 10 de agosto y el 1 de septiembre , que solo se explica si consideramos la admiración incondicional que despierta el autor francés.
“Inicialmente propuse al salón del cómic hacer la exposición solo con los grabados”, nos cuenta Mensuro, “pero después pensé que podía ir un poco más allá y puse un mensaje en Facebook, de un modo privado, pensando en que los amigos que tengo ahí, entre los cuales algunos son dibujantes de cómic, malo fuera que al menos dos o tres no se animaran a hacer algún pequeño homenaje libre. Pero resultó que a las 36 horas tuve que cerrar la convocatoria, si no quería verme obligado, paradójicamente a descolgar obras de Topor de la exposición para colgar las de quienes se apuntaron a participar”.
La influencia de Topor es evidente en muchos de los artistas que participan en este tributo colectivo, como el caso de Santiago Sequeiros, que lleva el factor toporiano en su ADN; en otros quizás no sea tan clara, como el guionista de obras como El arte de volar, Antonio Altarriba, quien sin embargo participa con una serie de fotografías guionizadas (imágenes que él piensa y después ejecuta formalmente la fotógrafa Pilar Albajar) de claro tono surrealista y pánico; hay autores, como el dibujante de El Jueves Don Julio, que ha vuelto para la ocasión a pintar a color después de años sin hacerlo, o Fernando de Felipe, que ha descolgado los pinceles tras veinte años retirado. Todo por Topor. Y junto con ellos destacados artistas, como Javier Olivares, Magius, Borja Crespo, Klari Moreno…
“He tenido incluso que “echar” de la exposición a dos de ellos”, señala Asier Mensuro: “Laura Pérez Vernetti — que cuenta con exposición propia en el Salón, en la cual se incluye su aportación al Homenaje a Topor: la ilustración de un poema de Fernando Arrabal—; y Luis Ágreda, el autor del cartel de la exposición colectiva. Ágreda, además, ha dibujado la genial cartelería de esta edición del Salón del Cómic, en la que podemos ver, entre otros, a Mazinger Z convertido en uno de los gigantes de Iruña, o un kiliki-Joker. Una edición, por cierto, la de este apocalíptico año, que a pesar de las dificultades, ha conseguido una vez más mantener la excelencia y el nivel de los invitados.
“Aunque quizás lo que me ha parecido más bonito de todos los trabajos que he recibido”, vuelve al universo toporiano Asier Mensuro, “ha sido el trabajo de Irene Márquez, una dibujante muy joven que me reconoció inicialmente que no conocía a Topor, pero que cuando empezó a investigar en su figura se dio cuenta de que había recibido en realidad una influencia indirecta en su obra, pues su huella era evidente en muchos de los autores que ella admiraba”.
Topor, después de todo, según reza en uno de los textos de Arrabal de la exposición, es uno de los artistas más plagiados y copiados, “como si el mundo entero le ofreciera un silencioso y sistemático homenaje”.
Homenaje a Topor se puede visitar en el Condestable de Iruña hasta el 4 de octubre