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Archive from agosto, 2019

ENTREVISTA A KEPA MURUA

Ago 11, 2019   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments
Foto: Raúl Fijo

Foto: Raúl Fijo

«Me he convertido en el escritor que sospechaba que podría ser»
Kepa Murua, poeta y editor

 

En «El cuaderno blanco», publicado por El desvelo, la escritora colombiana Catalina Garcés selecciona una antología de poemas de Kepa Murua, un poeta esférico, dice –poeta se mire por donde se mire– que nos ofrece una visión panórámica de la extensa obra del autor y editor zarauztarra

 

Patxi Irurzun. Gara. 09/08/2019

¿Por qué una antología ahora, a qué responde: los treinta años escribiendo, la necesidad de echar la vista atrás, de reflexionar sobre su trayectoria?

Algunos de los libros publicados están agotados o son difíciles de encontrar y con este libro, “El cuaderno blanco”, los lectores tienen la oportunidad de acceder a mi poesía. La antología es un resumen que reconoce mis cambios como poeta y mis inquietudes como escritor

Hacer una selección del trabajo propio supongo que será complicado, a veces incluso doloroso (dejar fuera algunos poemas, por ejemplo)? ¿Qué criterios se han seguido?

Concedo libertad a los críticos y los lectores de mis libros para que opinen sobre lo que les sugieren mis textos. Me gusta escucharlos para luego sacar mis conclusiones. En este caso la idea de la antología nace de la escritora colombiana Catalina Garcés; el primer sorprendido por la selección de los poemas, los temas tratados y el título “El cuaderno blanco”, fui yo. Si me hubiera encargado yo, la antología sería otro libro.

Llama la atención el título, «El cuaderno blanco», para un libro en el que todos los poemas ya estaban escritos hace tiempo, ¿por qué?

Es el título de un poema de “Escribir la distancia”, un libro que cambió mi pulso poético. Es la referencia al cuaderno aún por escribir o la página en blanco, son temas recurrentes en mis libros. Cada uno debería escribir su vida.

La antología, como señala en el prólogo Catalina Garcés es una mirada panorámica, un cuaderno de ruta de un viaje, vital y poético, ¿se puede leer así?

Son treinta años de escritura que muestran una poesía intimista que refleja lo que acontece en la sociedad y dentro de mí como testigo de esos hechos. Me sorprende la vitalidad de los poemas. La vida aparece en todas las páginas, incluso cuando se menciona la muerte hay un tono de aceptación de la belleza del mundo. Se puede leer así, pero el lector tiene plena libertad para hacerlo de muchas otras maneras.

¿Cuál es el balance que hace usted viendo esa panorámica, esa trayectoria?

Cuando empecé soñaba con escribir unos cuantos libros. Que se publicaran me costó tiempo, no fue fácil para mí, recibí tantos rechazos como desprecio por lo que hacía. Cuando era joven, además, me daba vergüenza presentarme como poeta; ahora observo que esos temores se han superado y que me he convertido en el escritor que sospechaba que podría ser, aunque al principio no sabía de qué manera lo lograría.

También se habla en el prólogo de que su poesía se caracteriza, entre otras cosas, por un sabotaje del amor romántico. ¿Está de acuerdo? ¿Y cuáles diría usted que son las constantes de su poesía?

En los primeros libros surge un grito frente a la realidad que no me gusta y se aprecia una llamada al amor que se confunde con el deseo. Con el paso de los años la voz se serena y se equilibra ante los temas vitales como son el amor, la amistad, la sociedad en la que vivimos y la vida que llevamos.

En uno de sus poemas dice «No debo hablar de mí /jamás lo hago», sin embargo la poesía, y también la suya (hay, por ejemplo, varios autorretratos), está ligada a lo íntimo, a la experiencia vital. ¿Hay una voluntad de trascender, de que el lector se reconozca en usted?

En muchos poemas relato hechos que no me han pasado a mí directamente, las voces y los registros de mis libros son diferentes y variados, pero con en “El cuaderno blanco” el lector interpreta un viaje poético de un autor cercano con una mirada cómplice.

Por último, después de esta antología y supongo que la reflexión que la acompaña, cuáles serán los siguientes pasos, como se enfrenta a nuevos poemarios, si los va a haber.

Sigo escribiendo, tanto poesía como narrativa, y tengo varios proyectos sobre la mesa. Por ejemplo, diferentes tomos de memorias de poeta metido a editor que me gustaría que se publicasen; ojalá un editor se interese por ellos. Considero que es un documento que retrata el mundo de la edición y la poesía contemporánea, aunque también se habla de política y sociedad. No tengo prisa, si uno tiene un buen libro o un proyecto de calidad que presentar al público tarde o temprano llegará a los lectores. Soy un superviviente que se ha convertido en un experto a la hora de superar diferentes retos.

TIGRESTRUZ (por Belatz & Irurzun)

Ago 3, 2019   //   by Patxi Irurzun Ilundain   //   Blog  //  No Comments

tigrestruz (1)

Publicado en ON, suplemento de los diarios de Grupo Noticias (03/08/2019)

 

BESTIARIO
(DRAGORRIONES, CULEBRACAS, TÓPAROS 
Y OTROS BICHOS RAROS)

Patxi Irurzun / Belatz

El escritor Patxi Irurzun y el dibujante Belatz dan rienda suelta a su imaginación con esta
colección de bichos raros-raros-raros. Un catálogo estival de criaturas híbridas e imposibles que se recomienda leer en familia

TIGRESTRUZ

El tigrestruz es uno de los animales más miedicas y más veloces del mundo. Es tan veloz el tigrestruz que cuando corre parece que vuela. Tanto que a veces, mientras corre y parece que vuela, se le borran de la piel sus rayas negras.

Cuando está quieto, por el contrario, el tigrestruz es como un balón de baloncesto, porque su piel es dura, de color naranja —con rayas negras— y llena de pequeños poros.

Pero la verdad es que el tigrestruz, como tiene miedo de todo, casi nunca está quieto. El tigrestruz, si estornuda una mosca, se asusta y echa a correr. Echa a correr el tigestruz si ve su propia sombra (y como es tan rápido consigue adelantarla y todo)…

Siempre está corriendo el tigrestuz, y cuando se asusta mucho se aleja varios kilómetros, escarba con sus zarpas en la tierra y en el agujerito que hace, esconde la cabeza. Como los niños pequeños cuando se tapan con las manos la cara y creen que nadie los ve.

El tigrestruz tiene miedo de todo. Tiene miedo de las tormentas, de los cazadores de tigrestruces, del profesor, cuando no se sabe la lección, de los exámenes, de los abusones, de los ladrones, de la policía, de no caer bien a la gente, de los dragorriones y de los meteoritos, de los tigres y de las avestruces, de las tigrestruzas si es un tigrestruz chico, y al revés, de los tigrestruces chicos si es una tigrestruza…

El tigrestruz tiene miedo hasta de sí mismo, de tener tanto miedo y esconder la cabeza. El tigrestruz esconde la cabeza sin darse cuenta, por instinto, pero, en el fondo –nunca mejor dicho—, sabe que cuando la saque del agujero sus problemas seguirán ahí. A veces, de hecho, sus problemas están ahí también cuando tiene la cabeza enterrada. Como cuando hay una tormenta y la piel de balón de baloncesto del tigrestruz se empapa de los pies a la cabeza (bueno, de los pies al cuello).

A veces, el tigrestruz tiene también miedo de que se mueran sus papás, o de morirse él y no saber a dónde va uno cuando se muere, o de los telediarios, o de la gente que grita, o de la que se ríe siempre…

Tener miedo no siempre es malo, ni uno se convierte en un cobarde siempre que tiene miedo.

Tener miedo te puede convertir incluso en uno de los animales más veloces de la tierra.

Tener miedo, en definitiva, a veces lo hace a uno más fuerte, más humano, más tigrestruz.

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