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Archive from octubre, 2012

ZORIONAK HUGO!

Oct 31, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments


Mi pequeño Hugo vino al mundo
de madrugada, como un sueño.
Uno de esos sueños
en los que hay momentos buenos
y otros malos
pero todos son hermosos
Oí, por ejemplo,
desde la sala de dilatación
a su madre
gritar como si se partiera en dos,
partiéndome en dos a mi
con su voz como un cuchillo
La ví después temblar
en el paritorio
y me pareció
la mujer más fuerte del mundo
y también la más guapa
como si ella también naciera otra vez
Luego trajeron a Hugo
y yo lloré igual que un niño
mientras sostenía entre mis brazos
a aquel pequeño hombre
Mi hijo.
Nuestro hijo
Más tarde, en la habitación
mi mujer lo amamantó
y yo me sentí  feo y pequeño y torpe
al lado de ellos dos
Todavía me siento así
pero también me siento limpio, mejor.
Me siento, por primera vez en mi vida
un hombre.
Un hombre completo, feliz
Agradecido.
Estuvimos observando a Hugo en la cuna
—su dedos, perfectos, sus piernas largas
su carita, sus primeros balbuceos—
hasta que amaneció.
Entonces salí a llamar
y cuando se lo conté a mi madre
volví a llorar
y comprendí que,
afortunadamente
nada de aquello
había sido un sueño.
Eran las siete de la mañana
Y las enfermeras habían puesto música
en el pasillo.
La sinfonía del nuevo mundo.
Yo colgué el teléfono y volví a la habitación
al lugar donde debía  estar:
Junto a mi mujer y  mi hijo

CON LA CHORRA FUERA

Oct 29, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments


Foto: Daniel Ochoa de Olza (Ganador II Concurso de fotografía erótica San Fermín)

Así, con la chorra fuera, dormía la mona una mañana sanferminera un sátiro involuntario, en la parte de atrás del ayuntamiento, mientras la gente pasaba a su lado, volvía de comprar churros, o iba a los kilikis, con los niños a hombros, y a nadie parecía molestarle demasiado, a pesar de la descomunal erección, que él apuntalaba agarrándose el ciruelo con firmeza, antes al contrario, cuando lo veían no podían contener una carcajada, incluidos los escritores de cartas al director y los de editoriales del Diario, los supernumerarios con concejalías de cultura o consejerías de educación, las meapilas del sector duro, los curas de pueblo que nunca habían venido a echar un polvo por sanfermín,  a todos se les escapaba una risita cabrona, y es que algún pata papirofléxico le había ensombrerado el instrumento con un gorrito de papel, en el que hasta se había tomado la molestia de escribir en chiquitico Gora Euskadi!, y también le había anudado con una servilleta roja un pañuelico y una pequeña faja, que constreñía todavía más las venas gordas y azules de aquel Priapo gaupasero (o para el caso de empalmada), bueno las de su pito, que por lo tanto palpitaba con el oleaje de sus sueños lúbricos, a saber con qué estaba fantaseando, quizás con alguna nibelunga de esas que se subían a lo alto de la fuente de la Navarrería y enseñaban sus tetas como cántaros rebosantes de cerveza rubia y gélida, o con las transparencias de tangas y culos autóctonos a través de faldas enkalimotxadas , o con quinceañeras que meaban tan ricamente entre dos coches mientras hablaban del tamaño de los cojones de sus novios y decían lo ricos que sabían, como huevos del Museo, quién sabe, quizás el sátiro involuntario era un bizarro, y se había puesto giusepe solo por estar en aquel lugar, a las puertas (traseras) de la casa consistorial, quizás estaba soñando que tenía un traje de roncalesa de la corporación, que se ponía a escondidas frente al espejo de su casa, y que su casa estaba en una zona pija de la ciudad, con su ático y todo, que había construido sin permiso de obras, eso no importaba, él podía, y soñaba también que tenía comisiones en consejos de administración y de la caja, y que podía tenerlas, ¡si hasta el jefe de la oposición votaba a favor!, (bueno se abstenía, por mantener un poco las formas con los cuatro electores que le quedaban), todo eso soñaba, y cada vez el nabo se le iba inflando más, ah, qué gusto daba, qué burro le ponía tener un carné del partido y un apellido de Pamplona toda la vida y que todo eso fuera suficiente para triunfar en la vida, ah, ah, la erótica del poder, era cierto, cuanto más tenía más quería, y que se jodieran los pobres y que se murieran los feos, y que protestaran todo lo que quisieran, siempre podremos decir que son de la ETA, ah, ahhh, cuanto más pensaba en eso más se erguía el mástil, y nadie decía nada, la gente pasaba o gaupasaba, iba a almorzar o bajaba a las barracas, o a casa a echarse un poco, y todos se reían al ver aquella polla soñadora y con gorrito, Gora Euskalherria alaia!, y así estuvo el sátiro involuntario durante un par de horas, hasta que todo aquello comenzó a desmoronarse, por sí solo, y después se despertó, y se dio cuenta de que su lado no tenía ninguna rotunda nibelunga ni una alcaldesa con un traje rojo, ni una pizpireta navarrica con tanga del Bershka y también de que él no había entrado por aquella puerta trasera del ayuntamiento donde dormía la mona más que para pagar los impuestos o para pedir los datos del padrón y ver si le tocaba (así decían, como si las regalaran) una VPO bien lejos de los barios pijos, donde no molestara ni pudiera sentir que era capaz de atrapar los sueños en la palma de su mano.

Patxi Irurzun

Esta es la primera colaboración de esta temporada para El blog de los sanfermines, escrita con la chorra fuera, casi como si la firmara el mismísimo Dick Grande.
    

VERDUGUILLO

Oct 21, 2012   //   by admin   //   Blog  //  1 Comment

Esta foto es del 26-S, día en que hubo una huelga general en el País Vasco y Navarra y por tanto una huelga que fuera de esos lugares nunca existió, y dentro existió pero, bah, fue una huelga “política”, las llaman ahora (debe de ser para diferenciarlas de las huelgas artísticas, las huelgas polígamas, las huelgas Walt Disney, etc.), una huelga nacionalista, una huelga en la que todo lo que pasó fue que los de siempre, los antisistema, los de la ETA y los de las asociaciones de padres y madres cruzaron coches y tiraron piedras y rompieron con las tapas de las alcantarillas los escaparates de los bancos.  Como este individuo, en el Paseo Sarasate, en pleno centro de Pamplona que lo mismo que haciendo fresh-banking a la inversa podía estar rompiendo las lunas de una pastelería, pues su única ideología es la violencia (pero entonces en qué quedamos, ¿es una huelga política o no?); o incluso destrozando un Zara, el mismo Zara en el que probablemente se haya comprado el verduguillo, un nombre que le va ni que pintado, a este alborotador, a este enemigo de la democracia, a este matón, a este tipo terriblemente peligroso que, observen, observen,  en su frenesí destructor, al arrojar la tapa de alcantarilla,  descubre el faldón de su chupa de cuero y comprobamos que va armado, como si en lugar de un manifestante fuera un policía de paisano. 


Patxi Irurzun
http://lospiesdefoto.blogspot.com

FUNCIÓN NOCTURNA

Oct 17, 2012   //   by admin   //   Blog  //  No Comments


Una de mis últimas colaboraciones en mi sección ‘Mi papa me mima» de la revista ‘Guía del niño’, donde cuento mis peripecias  como pluriempleado: padre de dos criaturas, amo de casa  y escritor.
FUNCIÓN NOCTURNA
-Hacéis una gran pareja… Tragicómica, eso sí —suele decir Malen, mi mujer, las noches que mi hija M decide que hay función nocturna.
Y se troncha de la risa, aunque a mí no me hace ninguna gracia, porque soy el que aporta la parte trágica en la representación.
Yo soy el “dormidor” oficial de M. Tenemos todo un rito –preparar el bibe juntos — que normalmente suele funcionar: yo caliento la leche, M echa el colacao, a M se le cae la mitad del colacao por la encimera, yo limpio la encimera, etc. Después, la llevo a caballito a su cuarto, ella se toma el bibe mientras yo le leo algo y, normalmente en la segunda o tercera página, colorín colorado, este cuento se ha acabado: M está roncando como una osita.
Pero a  veces las cosas se tuercen, hay algún pequeño detalle que falla —por ejemplo, el personaje del cuento dice o no dice algo de la misma forma que lo dijo la última vez que lo leímos, “ayer”, o sea hace tres o cuatro meses…— y la osita dormilona se desvela como una lagartija, que empieza a dar vueltas en la cama, o que no para de dar coletazos con su lengua de trapo, a hablar, a llorar, a jugar con sus muñecos, a veces a hacer todo eso a la vez … Total, que al cabo de media, una hora, M decide que el ritual del bibe ha fallado y hay que ir a dormir a otro sitio.
Y es entonces cuando empieza la función: M se levanta de la cama, se dirige hacia el cuarto de estar, sonriente y con una expresión –según cuenta Malen, mi mujer, que nos ve, divertida,  llegar— triunfal en el rostro, como si dijera “Mira qué mayor soy, todavía estoy despierta, no hay ritual ni papá dormidor que pueda conmigo”, y yo detrás, con el ceño convertido en una grapa, echando señales de humo por las orejas en las que se puede leer “Hala, a tomar viento mi ratito para escribir, o leer, o ver la tele”…
—Es que teníais que veros, estáis muy graciosos —intenta consolarme Malen (que mientras tanto ha tenido tiempo de acostar a nuestro otro hijo H, recoger la mesa, poner el lavavajillas…), riéndose y cogiendo en brazos a nuestra pequeña teatrera.  
—Graciosísimos —contesto yo, tumbándome en el sofá, junto a ellas dos.
Y espero, en fin, a que caiga el telón, refunfuñando un poquito más, muy en mi papel.  
Patxi Irurzun
Páginas:12»
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