Mr. Krujidor en guardia contra el agostazo
¿¡Lo mismo!? ¡Lo mismo noooo!
Si ustedes tienen hijos y son unos malos padres, incapaces de despegarlos del televisor y de ponerlos a leer algún libro en el que aprendan a no tirar los papeles de los Pirulo Bazooka al suelo, seguro que lo conocen: Mr. Krujidor, ese luchador enmascarado que aparece de repente debajo de la cama de habitaciones de adolescentes que huelen a choto o entre los mínimos huecos de sofás de los cuartos de estar convertidos en hospitales robados en los que los cacos lo único que han dejado es un televisor encendido y el mando a distancia con la tecla atorada en Boing. Mister Krujidor es el antídoto infalible contra las frases de padres del tipo: “Si no te lo comes ahora, para cenar”, “Como me encuentre a Bob Esponja por ahí lo estrangulo” o “¿Ya estamos otra vez con lo mismo?”. Es en este punto crítico cuando interviene el héroe de los niños, el enmascarado Mr. Krujidor:
—¿Lo mismo? ¡LO MISMO NOOOO! —grita hecho un basilisco, después de su aparición deux ex machina, y empieza a arramblar con todo lo que encuentra a su paso.
Al principio Mr. Krujidor resulta simpático, lo vemos como a un romántico luchador que hace puré y cruje las convenciones y el autoritarismo paterno, pero la máscara no tarda en caérsele y al cabo de 666 visionados del spot comprendemos que en realidad es un mercenario del neoliberalismo y que toda su rebeldía tiene como único objetivo hacernos tragar a la fuerza unas natillas con trozos de Oreo. Mr. Krujidor es, en fin, un vendido, un renegado, la vergüenza de toda una saga de enmascarados como Superbarrio, El Santo o el Sup Marcos en guerra y en guardia contra los Hombres Infernales.
Txatxi Irurzun. Crítico de televisión
Cartas al director: Txatxi Irurzun es un bocachancla
Estimado señor director me dirijo a usted para que reconsidere seriamente si debe mantener en su plantilla a bocachanclas como su crítico de televisión, Txatxi Irurzun, que en su octavilla de ayer arremetía contra mí injustificadamente en un alarde público de ignorancia. Para que usted vaya haciéndose a la idea: ¿Qué credibilidad tiene un crítico de televisión que piensa que Bob Esponja lo emite Boing, en lugar de Clan?
El señor Txatxi, también conocido como el hombre desactualizado, yerra además de cabo a rabo, con su crítica, pues creo que por todos es sabido y particularmente por los Hombres Infernales, que he renunciado a trabajos alimenticios como el anuncio de natillas al que se refería y desde hace algunos meses estoy entregado a combatir el mal, o sea el capitalismo en cuerpo y alma (sobre todo cuerpo, pues para eso la naturaleza me ha dotado de estos pectorales graníticos). Alguien como yo no puede sustraerse a la actual conyuntura económica y social ni aún menos renunciar a los superpoderes que me son inherentes y han sido por ello públicas y notorias mis últimas intervenciones, por ejemplo, apareciendo por sorpresa bajo el portafolios del Ministro del Interior cada vez que dice “Reforma electoral” (¡REFORMA ELECTORAL NOOOO! ¡PUCHERAZO!) o entre las barbas tricolor del presidente cada vez que pronuncia esa palabra: “Crisis” (¡CRISIS NOOOO! ¡ESTAFA!), entre otras acciones, que se multiplicarán si duda a lo largo de este agosto que, como es tradicional, el enemigo aprovechará para atacar con especial saña cuando estemos desarmados por el tinto de verano. Mi lucha es ahora, no puede ser otra que la lucha de clases, y bajo mi máscara no solo se oculta mi rostro, sino el de todas aquellas víctimas del capital que quieran devolver los golpes. Si usted desea sumarse a este combate, señor Irurzun, lo mejor que puede hacer es –se lo ruego— dejar de escribir sandeces.
Mr. Krujidor. Luchador enmascarado
Colaboraciíon para Udate (Gara), 5 de agosto de 2012