EN DIARIO DE NOTICIAS DE GIPUZKOA
Patxi Irurzun cuenta en clave personal el verano de 2008, germen de la crisis
El escritor navarro presenta hoy en donostia ‘dios nunca reza’, un diario «a pecho descubierto»
Donostia. Parapetado tras su muralla de timidez, pero siempre cargado de lúcido cinismo y árida realidad, Patxi Irurzun presentará hoy en FNAC de Donostia (19.00 horas) su nuevo libro, Dios nunca reza (Alberdania). Un dietario con el que se desmarca de su camino más transitado, la ficción, y desmembra día a día lo que fue para el autor el verano de 2008, aquel en el que empezamos a oír hablar de algo que los gurús económicos y políticos denominaban, como bien recordó el propio autor, desaceleración económica.
Jorge Giménez Bech, de Alberdania, destaca la apuesta de su editorial por la «literatura de la memoria», pero, matizó, «no por esa literatura de la memoria en la que los autores utilizan sus diarios para convertirlos en una colección de ensayos que nunca terminan de rematarse y de apuntes amparados en la impunidad literaria que da el hecho de escribir al paso de las horas y de los días en primera persona. No discuto la legitimidad de esa línea, pero en Alberdania no nos gusta, nosotros apostamos por la implicación del autor con la memoria y con el hecho relatado; lo que nos interesa es el material humano y vivencial de este tipo de literatura, no la opinión sobre terceras cosas. Y esto es lo que Patxi Irurzun nos ofrece a raudales en este Dios nunca reza«.
Irurzun confiesa sentirse como un adolescente con su nuevo libro, «ya que se trata del primer diario que escribo y publico después de unos cuantos libros de ficción. Y, si siempre resulta difícil explicar de qué va un libro, en el caso de un diario es doblemente complicado, ya que se trata de un género literario mestizo en el que caben muchas cosas». Un mestizaje de palabras que, hundiendo sus raíces en una aparente vida rutinaria, escupe dignidad y sentimientos a los cuatro vientos.
«Leño decía en una canción que ‘no hay dos días iguales y todos los días igual’, y eso es un poco lo que sucede en este diario… Hablo de un montón de cosas que me sucedieron en el verano de 2008, que fue cuando lo escribí… De cosas como la crisis económica, que entonces se llamaba desaceleración; de mi vida familiar, de un embarazo de mi mujer; de mi hijo convertido en un príncipe destronado; del trabajo que tenía entonces; de una mudanza, de un nuevo lugar en el que vivir, y de la vida cotidiana, que a fin de cuentas es lo que nutre a este diario…», confiesa.