• Subcribe to Our RSS Feed
Archive from marzo, 2011

CHUPETES

Mar 15, 2011   //   by admin   //   Blog  //  2 Comments


Esta es mi colaboración de este mes para » Guía del niño» en la sección «Mi papá me mima» (y ya van sesenta):

CHUPETES

Esta tarde voy a pasarme por la oficina de patentes y marcas para registrar mi chupete con busca. Lo llamaré ¡Mi chupetemmmm!, así, con muchas emes, por mi hija M y por esos ¡ummmmm! de satisfacción y alivio que exhala ella cuando aparece uno de los chupetes que extravía un día sí y otro también. Para M no tener un chupete a mano es una tragedia, todo su mundo se derrumba, se llena de peligros, de noches en blanco… Y sin embargo no es muy cuidadosa con ellos, que se diga, los olvida en los lugares más insospechados: dentro de zapatos, ejerciendo de marcapáginas… Una vez incluso encontramos uno dentro de la jaula del periquito –supongo que M lo vio algo tristón—.

Me paso la vida tirado por el suelo, o poniendo la casa patas arriba –sí, aún es posible ponerla más patas arriba— para buscar los dichosos chupetes. Durante algún tiempo albergué la idea de patentar otro invento. El chupete de emergencia, con su vitrina y todo, y su martillito para romperla en caso de urgencia. Pero no, eso no iba a resultar, con los chupetes de M hay emergencias todos los días. Hasta hace poco pensaba que existía una extraña ley o cúmulo de casualidades que hacía que cuando perdía uno de sus chupetes, en el rastreo apareciera inmediatamente otro que ya dábamos por desaparecido. Hasta que llegó aquella noche terrible, la noche de los chupetes rotos, en la que todos desaparecieron o se rajaron a la vez y tratamos de aplacar la ansiedad de M con la tetina de un biberón que, llena de rabia, también destrozó a bocados.

Creo que fue entonces cuando se me iluminó la bombilla y pensé en los chupetes con busca. ¡Eureka! Eso era, un invento revolucionario: un chupete con una alarma o busca que se activara mediante un mando a distancia. La contribución definitiva a un mundo sin llanto, de niños felices, con un chupete en cada mano y otro en la boca, chup, chup, incluso de dos o tres chupetes a la vez dentro de la boca, si así lo desean. Sí, ya lo veía, bip, bip, todos los chupetes perdidos del mundo entonando el himno de la alegría, en las gárgolas de la Sagrada Familia, desde los jardines al pie de la Torre Eiffel, debajo de las norias de todo el mundo… Y mi nombre en todas las enciclopedias. “Bendito seas, Patxi”, me adorarían todos los padres y madres del mundo…

En fin, todavía hoy, mientras espero para ir mañana a la oficina de patentes, sigo con ese tipo de fantasías. Los chupetes es lo que tienen, que consuelan una barbaridad. Los chupetes hacen soñar. Los chupetes llenan el mundo de babas que huelen a felicidad. ¡Vivan los chupetes!

EN EL NUEVO LIBRO DE SÁNCHEZ-OSTIZ ( o mi transmutación en personaje literario)

Mar 12, 2011   //   by admin   //   Blog  //  3 Comments

A los escritores, para no decepcionarse, es mejor no conocerlos (aunque la gente se empeña, muchas veces en lugar de leer sus libros, y los escritores acceden porque eso, las charlas, los talleres, los saraos, son lo que les da de comer, más que sus obras). El otro día decía en otro post que me pongo colorado y, glup, trago saliva, cuando alguien me echa unos piropos como los que me dispensó el sir Gsus Bonilla, porque luego los lectores esperan encontrarse a un terrible antitodo y aparezco yo, que en vivo no tengo media hostia y soy un pasmado. Hay en definitiva un Patxi Irurzun que tiene una vida ajena a la mía y últimamente hasta se ha convertido en personaje literario. Hace años Oscar Sipán en uno de sus cuentos -creo recordar, porque no conservo el Monográfico en que se publicó- me puso a conducir un coche con David Benedicte a más de 110 por hora y a atracar bancos y no sé qué más fechorías. Dentro de unos días, el escritor y traductor Luis Ingelmo publicará una colección de relatos en la que yo también soy un personaje literario (no he podido leerlo aún, pero intuyo que los tiros también irán por ahí, porque él también me conoce de leerme en la época salvaje y quinqui de Mono Gráfico.) Y en su último libro, el dietario Vivir de buena gana, el gran Sánchez-Ostiz habla de mí (o, en este caso sí, de mis libros) de esta manera tan elogiosa que viniendo de quien viene, me llena de rubor y de orgullo. Esto es lo que dice:
(…) Patxi Irurzun, un narrador de verdadera valía que se mueve por territorios marginales, provocativos, muy de tabúes literarios, todavía, para una sociedad literaria demasiado ligada al poder político o mediático, muy dependiente de estos, en la que el buen y el mal gusto es una cuestión que se mide con ponderal.
Irurzun tiene un mundo literario rico, de mucho tener los pies en el suelo y los ojos bien abiertos, sin preocuparse de si su entorno o sus decorados tienen o no prestigio literario. El prestigio literario se lo da él con su forma de expresarlo.
Acaba de publicar unos relatos tan duros como hermosos, Ajuste de cuentos, y no hace mucho otros reunidos en La polla más grande del mundo, que es un título que invita a no leerlo o a despreciarlo. Y sin embargo en sus páginas late un humor zumbón y una forma de mirar más pacificadora que otra cosa, en un mundo hostil para quien parece estar condenado a ser un perdedor. Junto al vitriolo, Irurzun expresa un sentido de la belleza de lo cotidiano y pequeño, una emoción común y compartible. Pero no, el buen gusto ante todo. No corren buenos tiempos para las rupturas radicales, a no ser que puedan subvencionarse, reconvertirse en espectáculo, ponerles guardias de seguridad, keep outs, finca particular… Mal asunto el presente si no estás colocado donde hay que estarlo.
Por si fuera poco, Patxi Irurzun tiene un libro de viajes que nadie ha escrito en España, porque ese tipo de viajes no se hacen, no son comerciales, no son turísticos ni de lejos. Un libro hermoso, intenso, que habla del viaje primerizo, cuando quien lo hace y escribe no tiene mañas, y así es como aparece en escena, sin ponerse como un campeón, que es como hay que ponerse para tener éxito. Lástima que esté publicado donde está publicado. Se trata de Atrapados en el paraíso, un viaje al basurero de Manila, el de Payatas, donde más de cincuenta mil personas viven de las basuras.

¡GLUP!

Han dicho sobre ‘¡Oh, Janis, mi dulce y sucia Janis!’

Mar 11, 2011   //   by admin   //   Blog  //  No Comments

A dos meses de su publicación (la presentación oficial será en la librería Tipos Infames de Madrid el 21 de mayo, con vino y txistorra; y pronto la portada) algunos de quienes ya han podido leer mi novela ¡Oh Janis, mi dulce y sucia Janis! Memorias de una estrella del porno (amateur) han dicho sobre ella:

El Patxi más furioso no deja títere con cabeza. Como en los buenos tiempos.

(Esteban Gutiérrez)

Me he reído un montonazo pero además me ha interesado mucho la historia, que de trivial no tiene nada. Creo que es mucho más que una novela humorística. De entrada, el inicio es fabuloso en la más amplia significación del término. Cómo arranca la historia en La Habana, y su posterior correlato en el Museo de la Revolución, con tamaña irreverencia en la que no se adentrarían jamás unos cuantos de «nuestros irreverentes» profesionales, sumado eso a los trazos francamente impresionistas del regreso a Pamplona, me parece todo una auténtica crónica realista. El humor y la irreverencia a la que me refería ponen el resto: profundizan y ensanchan las márgenes del relato. Por supuesto, la relación de las hazañas del protagonista va en el mismo sentido, de forma que la historia en ningún momento cede un palmo de terreno y cada situación es un ampliar las características del personaje, su inframundo anterior, con lo cual las posibles brutalidades de su nueva profesión quedan reducidas al anecdotario (y es ahí, me parece, donde más crece la historia por lo que antes decía: nada es banal, las peripecias del barrendero se producen siempre entre basura con lo que la anécdota no hace otra cosa que ratificar la condena que ya había caído sobre el tipo antes de que lo descubrieran para el cine porno). También me parece magnífica la manera con que se desbarata el costumbrismo, por ejemplo en lo que pasa la historia por los Sanfermines. Y, por supuesto, los personajes son muy creíbles. Mucho.

(José Luis Moreno Ruiz)

¡OH, JANIS, MI DULCE Y SUCIA JANIS! Memorias de una estrella del porno (amateur) no necesita poster desplegable de la chica del mes. El escribidor se sobra con su facilidad para dibujar personajes de carne y hueso. Ahora es el turno de la piel tostada y los flujos corporales. De los besos húmedos y la carne caliente. Del semen y de la animalidad disparada. De la crítica descarnada. De la risa cabrona. Ese Patxi. Valiente.


(Josu Arteaga)

***


¡OH, JANIS, MI DULCE Y SUCIA JANIS! Memorias de una estrella del porno (amateur)

PATXI IRURZUN (Editorial Eutelequia)


En los años 80, Dick Grande, un barrendero “heavy” de Pamplona se convierte accidentalmente en estrella internacional del porno. ¿El secreto de su éxito? Su privilegiada herramienta de trabajo (la “blakandeker”), sí, pero sobre todo su aspecto de hombre vulgar: tirillas y difícil de ver, cuando aparece en sus películas haciendo el amor con las mujeres más hermosas del mundo, los hombres solos, tristes y rotos creen que pueden ser como él. Dick Grande recorre los santuarios secretos del porno “amateur” —La Habana, París, Bangkok, Manila, México DF…—, funda un movimiento musical (el porno-rock radikal vasco), financia involuntariamente con sus películas una guerrilla maoísta… Pero él también es un hombre insatisfecho, que solo persigue desesperadamente el corazón de la mujer que le introdujo en el mundo del porno: la dulce y sucia Janis. Brutal y tierna, soez y poética, animal y, por ello, terriblemente humana, ¡Oh Janis, mi dulce y sucia Janis! se convierte, bajo la apariencia de una novela de género (erótico) en un pimpapúm social que no deja títere con cabeza y un artefacto infalible para hacer reír a mandíbula batiente mientras una pantera resopla en nuestra entrepierna. Por fin una novela atrevida (que antes fue novela-blog y recibió medio millón de visitas), escrita a tumba abierta por un autor valiente para lectores valientes cansados de leer solapas de libros que nunca cumplen lo que prometen.

¡GLUP!

Mar 10, 2011   //   by admin   //   Blog  //  No Comments


La polla más grande del mundo, no es una metáfora, ni una fantasmada, sino toda una declaración de intenciones, y, también, el título de uno de sus muchos libros de cuentos. Si la irreverencia es un arte, aquí tenemos un artista, mejor dicho, un artesano, que aunque parecido, no es lo mismo. Narrando Contracorriente cuenta, como no podría ser de otra manera, con un hilarante texto donde está impreso el sello personal que caracteriza a Patxi Irurzun, ese autor molesto, incómodo; la mosca cojonera de la institución y el fundamento. Ése que la señorita buenacostumbre quisiera tener a su lado para una noche loca, claro que, sin que se enteraran sus viejos. Por lo que a mí respecta, no estaba como para desperdiciar tanto talento, así que, le pedí matrimonio. Aceptó.

Esto es lo que ha escrito Gsus Bonilla en el perfil que ha escrito para el blog de Narrando contracorriente, antología en la que participo y que se publicará en abril (Ediciones Escalera). Glup. Cada vez que leo cosas como esta me pongo colorado y trago saliva, porque luego resulta que yo, en vivo, soy muy poquita cosa, muy parado, callado, y no tengo media hostia, y la gente, claro, lee estas cosas y espera encontrarse con una especie de punk antitodo, o un dipsómano incorregible que se caga en los cajeros de los bancos o hace pis en las pilas de agua bendita. En serio, muchas gracias, Gsus, por esto y por el libro, que tan bien os estais currando.

LIBROS FANTASMA (POST CALIMERIANO)

Mar 9, 2011   //   by admin   //   Blog  //  1 Comment





Solo guardo ocho o diez fotos del viaje a Filipinas ( al basurero de Payatas, en Manila) y a Papúa Nueva Guinea. Debe de haber muchísimas más, porque fui con un fotógrafo que apretó el gatillo unas siete mil veces, pero como reñimos nunca las he visto (solíamos decir en broma durante el viaje que acabaríamos como Almodóvar y Carmen Maura, y así fue). La del río puede que de un poco de grima, porque aunque de natural ya soy tirillas, la dieta papú me hizo perder aún más kilos y cuando subí a la avioneta que nos llevó a Ambunti, en la cabecera del mítico Río Sepik, la báscula marcaba sesenta kilos raspados (había que pesarse para volar, en un cacharro que pilotaba un austaliano con las piernas como las de Caponata que tenía que sentarse de medio lado, y en el que el otro pasajero, además del fotógrafo y yo, era un tipo con una camiseta con la foto de Bin Laden); en otra foto lo que cuelga de mi mano es una cría de cocodrilo, que luego nos comimos con arroz. «Sabe a pollo», dijimos, que es lo que se dice siempre cuando se come algo exótico y no sabe ni fú ni fá, o igual estaba delicioso pero a nosotros nos remordía un poco la conciencia, porque lo habíamos cazado la noche anterior, cuando nos llevaron por el río y en las orillas se veían brillar los ojos rojos de los cocodrilos al apuntarles con la linterna. La tercera foto es un kararoke de Manila en el que acabé cantando Bésame mucho y una de Marea.

No sé muy bien por qué las cuelgo en este blog, no sé en realidad ya muy bien qué sentido tiene publicar un blog, a quien le interesan las tonterías que uno cuenta, si es una perdida de tiempo… Yo este «Ajuste de cuentos» lo abrí como apoyo de mi libro homónimo y después pensé que también podía ir incluyendo cosas relacionadas con mi obra, oh, mi obra, reseñas, entrevistas, autobombo… Quería que fuera ese tipo de blog, nada más, por si alguna vez alguien se interesaba por algún libro mío, o le preguntaba a Google por mí. Total, que al final uno acaba colgando fotos propias, en plan exhibicionista, aunque también tengo excusa, cuelgo las fotos para certificar que hice ese viaje, que estuve allí (y por si el fotografo con el que reñí lee esto y como gesto de buena voluntad, de reconciliación, que también la hubo entre Maura y Almodóvar, y en cierto modo entre nosotros, me envía alguna de las fotos del viaje). Pienso también en libros fantasma. Yo podría haber inventado perfectamente que estuve allí y todo lo que pasó y creo que no habría nada de malo en ello, al contrario, sería todo un mérito. Pero es que alguna vez he pensado que incluso, podrían existir libros fantasmas per se, libros presentados, reseñados en prensa, promocionados, que nunca se hubieran escrito. Lo pensé por última vez, en concreto, ayer mismo, cuando fui a la nueva biblioteca general de Navarra, y en el panel de novedades me encontré, sorprendentemente, un libro mío, Odio enamorado, que publiqué hará cuatro o cicno años (a la Biblioteca, por cierto, fui a hacer una donación de 20 ejemplares para los clubes de lectura, de otro libro del que no voy a mencionar el título para no perjudicarlo, al pobre, pero del cual la editorial me ha enviado cien ejemplares que reclamé antes de que procedieran a destruirlos; un libro que se publicó hace tres años, no funcionó nada mal, tuvo cierta repercusión… y que pese a todo ello no se ha librado de las llamas de la santa inquisición que hoy es el santo mercado; la biblioteca, por lo demás, muy chula, casi monumental, el doble o triple de grande que la otra pero con la misma plantilla y ubicada donde cristo perdió el mechero); ¿por donde iba? Ah, lo de Odio enamorado. Pues bien, ese libro lo editó una editorial canaria, sin distribución en la península, yo mismo tuve que llevarlo a librerías (a las cuales nunca vuelvo a preguntar si se han vendido ni a recoger el dinero, soy un desastre); el caso es que me hicieron algunas entrevistas, hablé de él, y siempre pensé mientras lo hacía que en realidad daba igual si el libro estaba en las librerías o no, que quizás cinco o diez personas podrían haberse dado una vuelta por ellas por si lo veían, y si no lo veían se habrían ido a sus casas sin preocuparse demasiado. Me ha pasado más veces, la presentación de Atrapados en el paraíso (lo premió y editó el Gobierno de Navarra), por ejemplo, se hizo sin que el libro estuviera distribuido todavía. Pero nunca nadie me dijo nada, nadie pareció echarlo de menos, el libro daba lo mismo, lo importante es lo que yo contara sobre el basurero en el periódico, ni siquiera eso, sino llenar media página de la sección de cultura, y que los del Gobierno cumplieran, ¡hala, ya hemos dado el premio, a otra cosa!

Y así. Así de triste es esto de la literatura (al menos para autores como yo -una vez dije que yo calculaba que estaba en segunda división B, pero ya no sé muy bien ni a qué juego; tal vez todo se reduzca a que soy un puto paquete). 200, 300 ejemplares vendidos; cincuenta, sesenta visitas diarias al blog (aunque, ¿eso es mucho o es poco?; que sesenta personas se interesen a diario por uno, si lo miras bien, es mucho; imagínate que en vez de visitas al blog son llamadas de teléfono, eso no pasa ni aunque se pongan de acuerdo los departamentos comerciales de Jazztel, Movistar…); pero sobre todo, -y volviendo a las fotos, para cerrar de una vez este post arborescente- ¡la de canas que me han salido desde el 2002!

Páginas:«123»
ga('create', 'UA-55942951-1', 'auto'); ga('send', 'pageview');