Miguel Sánchez-Ostiz vuelve a mencionarme en su blog, dedicándome esta vez uno de sus imprescindibles post bolivianos en el que habla de
Victor Hugo Viscarra. Ya antes de volar a Bolivia me regaló tres libritos de este autor, que voy leyendo poco a poco, para no empacharme, o que su literatura me acabe sabiendo como un trago en uno de esos sórdidos garitos paceños en los que los alcohólicos terminales se encierran bajo candado a matarse bebiendo (y de los que Viscarra habla en
Borracho estaba pero me acuerdo, su único libro editado en España -por
Mono Azul-).
Que MSO (me encanta escribirlo así, como ya he visto que hacen otros lectores rendidos a su talento, como Eduardo Laporte, es como una muestra de reconocimiento, solo con citar sus iniciales sabemos de quién hablamos), que MSO, decía, me mencione y me dedique uno de sus textos es para mí algo increíble. Su libro Las Pirañas es uno de los que anoté en una especie de top literario, que llevaba en un cuaderno, un vademecum en el que anotaba ideas para cuentos, listas de libros imprescindibles… Un libro, Las Pirañas, que leí en su día casi con la respiración contenida. Y al que siguieron después sus diarios, más novelas, o cuadernos de viajes como este que ahora mantiene en forma de blog y al que entro cada día, y en las que el muy cabrón me resucita el gusanillo viajero que tenía tranquilo, adormecido al fondo del estómago.
Gracias, Miguel, por tu post y. como te digo en tu blog, por todo lo que escribes.
Aquí el texto sobre Viscarra con la dedicatoria de MSO.